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9 años sin Silvia

Desde Contrahegemoniaweb compartimos el comunicado de HIJOS – Santa Fe tras cumplirse 9 años del asesinato de Silvia Suppo. Agregamos al final el enlace del documental “Silvia” para aportar a la memoria y lucha por justicia.

El 29 de marzo se cumplieron 9 años del asesinato de Silvia Suppo. Militante política, víctima, testigo y querellante en causas por delitos de lesa humanidad. A tantos años todavía no sabemos quién ordenó el salvaje asesinato de Silvia, desconocemos cómo sucedieron los hechos, no tenemos el arma homicida (un cuchillo sin rastros de sangre o huellas) y sólo contamos con la negativa constante de parte del poder judicial de investigar a los genocidas que, sin lugar a dudas, se beneficiaron con el silenciamiento de nuestra compañera.

Si bien los genocidas niegan todos los delitos, es claro que cuando las acusaciones son por violación, la cosa cambia. Quienes acompañamos los juicios lo podemos ver claramente. Es así como Juan Calixto Perizotti llegó a reconocer que fue en busca de 10 mujeres, desnudas, torturadas, en medio de un descampando, pero se avergonzó de que se supiera que el tan católico, tan padre de familia y tan supuesto defensor de la patria ordenara la realización de un aborto forzado a Silvia Suppo en 1977.

Eduardo Ramos, por su parte, en ese primer juicio en que testificó Silvia, declarando ser violada por tres hombres distintos, argumentó que las detenidas tenían fantasías sexuales con él y hoy, ante la acusación de otras compañeras por el mismo delito, está pidiendo no estar en el juicio porque no quiere escucharlas.

En la causa de la Base Aérea de #Reconquista fue claro cómo los imputados se burlaban, comentaban entre ellos ante cada testimonio, casi como una barra de viejos muchachones que estaban de paso por el tribunal; pero la situación cambió clara y rotundamente después del desgarrador testimonio de las hermanas Luisa y Griselda Prato. Sambuelli, uno de los principales imputados, luego de escucharlas, pidió no estar más en la sala, siguiendo las audiencias en una habitación aparte y su esposa –que lo acompañó desde la primer audiencia- dejó de asistir al juicio.

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Silvia fue una de las primeras víctimas en nuestra ciudad que se animó a contar los delitos sexuales cometidos contra ella y, seguramente, es un ejemplo para quienes la siguieron animándose lentamente a denunciar a sus violadores. En el expediente por el asesinato de Silvia, sólo se encuentran las testimoniales de los dos condenados que se adjudicaron el crimen -y que luego lo negaron en el juicio oral- hay varios allanamientos pero ninguno a la cárcel de Las Flores donde estaban detenidos los -por esa época- recientemente condenados por delitos de lesa humanidad. Hubo también varias escuchas telefónicas, pero todas a Marina y Andrés Destéfani, los hijos de Silvia, ninguno a los genocidas detenidos con domiciliaria, ninguno a los teléfonos celulares que, aproximadamente un mes antes del asesinato, le incautaron a los genocidas del pabellón de lesa humanidad en una de las requisas. Pero ninguna requisa hubo al hotel de donde llamaron a los hijos de Silvia para decirles que sabían quién había sido el asesino.

Tampoco se hizo ninguna investigación a los responsables de limpiar la escena del crimen, donde no se pudo encontrar ni una sola huella o rastro en el local donde fue asesinada la víctima, ni siquiera huella de Silvia que vivía y trabajaba en el lugar. En el expediente se adjunta un cuaderno en manuscrito donde al parecer el personal penitenciario de Las Flores anotaba las visitas que recibían los genocidas, pero ese cuaderno es de varios meses después del asesinato, está escrito con lápiz, tachonado y tiene nombres sin números de documento ni dirección de quiénes visitaban a los genocidas.
A 9 años del crimen no pudimos saber con quién hablaban los condenados Sosa y Cóceres en la filmación de la terminal de ómnibus de #Rafaela, a pocas horas después del asesinato, porque gendarmería argumentó no contar con programas de identificación de rostro.

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A la fecha, ninguna medida real que investigue a quienes se beneficiaron con el asesinato de Silvia, fue llevada adelante por la justicia, esgrimiendo como excusa que si la familia o la querella le llevan una prueba, la investigarían, casi sin sentir vergüenza, tanto la justicia provincial al principio, como la federal después, les han pedido a los querellantes que hagan el trabajo que les toca.

A nueve años del salvaje asesinato de Silvia Susana Suppo, vamos a seguir sosteniendo el compromiso que asumimos: #Memoria#Verdad y #Justiciapor Silvia Suppo. Porque no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.

JUSTICIA POR SILVIA SUPPO

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Silvia (2015). Sinopsis:
En 1977, Silvia Suppo fue secuestrada y violada bajo la última dictadura cívico-militar argentina. Como consecuencia, quedó embarazada, y los represores le practicaron un aborto “para subsanar el error”. En 2009, su testimonio fue clave para lograr la primera condena por crímenes de lesa humanidad de un juez federal, Víctor Brusa, y su grupo de tareas. Tres meses después, fue asesinada brutalmente en su comercio de Rafaela (Sta. Fe/Arg). Hoy su asesinato sigue impune. Este documental reconstruye a Silvia en su dimensión de mujer, madre y amiga, en su carácter político y en su sensibilidad, para que todos conozcamos su causa. Buscamos una verdad que haga justicia sobre su muerte y rescate, sobre todo, el valor de su vida.

https://www.youtube.com/watch?v=1h8wjUJyaN4

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