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Balvidares: “Hay un proceso de desposesión permanente de la política educativa”

En Argentina hay una “continuidad y profundización de la reforma economicista de la educación”, afirmó a AIM el profesor y licenciado en Letras de la Universidad de Buenos Aires, investigador en Política Educativa, Darío Balvidares, quien presentó en Paraná el libro La educación en la era corporativa, la trama de la desposesión (Herramienta ediciones y Contrahegemonía web).

El capitalismo como relación social dominante tornó en mercancía un derecho humano trascendental para la libertad de la humanidad: la educación. Así, el programa de la ilustración se opacó ante la máxima expresión del desarrollo de la burguesía y su proyecto económico. Las consecuencias de esta distopía se observan en diferentes puntos del mundo a medida que se despliega el capitalismo y Argentina no está exenta del proceso.

El libro que presentó hoy Balvidares en el auditorio de la seccional Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) es la continuidad del primer volumen que fue La novela educativa, relato de la alienación, prologado por Osvaldo Bayer.

En esta edición se trata “de demostrar es la continuidad y profundización de la reforma economicista de la educación, una reforma que lo que intenta es trabajar en dos niveles: la colonialidad del poder y, el otro, la pedagogía de la obediencia”, contó el académico a esta Agencia.

En ese sentido, precisó que la publicación “demuestra la trama que tiene la reforma educativa no hecha; desde los organismos internacionales, pasando por la viralidad de fundaciones creadas para este efecto, que es la desposesión de la educación pública. Es, básicamente, el núcleo de lo neoliberal puesto en educación”.

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Actualmente la educación en Argentina “está fragmentada en 24 jurisdicciones y al interior de las provincias también se fragmenta. Hubo dos procesos: en los ’90 uno la exoprivatización, con el auge de aperturas de centros privados (escuelas, terciarios y profesorados), que compite con la educación pública; y, por otro lado, entró al país (que antes era muy pequeño) la endoprivatización, es decir, industrias de consultorías y servicios educativos, que trabajan en paralelo, porque el ministerio de Educación de la Nación tercerizó el pensamiento de la educación”. En ese marco, ejemplificó: “Fundaciones como Proyecto educar 2050 (de Manuel Álvarez Trongé, CEO de Telefónica Internacional); el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), que viene trabajando desde la época de Daniel Filmus sobre el monitoreo de la Ley de Financiamiento educativo; Enseña por Argentina está en manos de Oscar Giglioni, quien recibe fondos del Banco Mundial, Coca Cola y grandes corporaciones y en Buenos Aires el convenio hace que los docentes de esa organización sean pagados con fondos públicos”.

Para el investigador “el negocio es perfecto: bajan ideológicamente la formación para lo que ellos ni siquiera definen como docentes sino que los llaman ‘facilitadores’ y forman directivos. En esto, también, está la Varkey foundation que recibe 150 mil dólares por mes del Estado por cada provincia y está en cuatro, pero no lo paga cada jurisdicción sino que lo abona el ministerio de Educación de la Nación que no tiene escuelas ni paga salarios pero está para hacer este tipo de negocios con estas grandes fundaciones”.

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“Hay una gran trama de desposesión de lo público y el capitalismo encontró en la educación un nuevo nicho, un mercado valuado en 3 trillones de dólares”, remarcó el investigador, quien aclaró que está en manos de los trabajadores de la educación revertir esta tendencia distópica.

Fuente: aimdigital

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