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Apuntes sobre socialismo desde abajo y poder popular

Camilo Catrillanca y Alejandro Castro: ¡Viven en la lucha de los pueblos!

En la lucha de los pueblos se forja la conciencia, la unidad y el camino hacia la revolución. Las jornadas de protesta del 14, 15 y 16 de Noviembre son el resultado de casi 20 años de movilización y organización social del Pueblo Nación Mapuche y de la Clase Trabajadora y el Pueblo Chileno. En ellas se expresan los sueños y determinación de quienes en algunos casos vienen imaginando un futuro distinto, un porvenir común para los millones de explotados de Chile y para todo un pueblo que lucha por su autodeterminación.

La Historia de la Lucha de Clases está marcada por momentos como estos. Durante estas jornadas fuimos testigos y actores de una escalada de movilizaciones sociales que no surgen espontáneamente, sino que son la fuerza social acumulada durante los últimos años. Cuando hace poco nos reuníamos a defender el territorio contra los proyectos de inversión tales como Octopus, la expansión hidroeléctrica en Bío-Bío, La Araucanía y Los Ríos, la devastación de humedales y fauna, la contaminación de las cuencas por desechos mineros, o la industria del Cerdo en Freirina, muchos creyeron que sólo se trataba de conflictos locales y de poco alcance, que el pueblo se olvidaría entre el ajetreo del trabajo o los estudios. Sin embargo, los procesos sociales no son estáticos ni lineales, están llenos de saltos y sacudidas, y es en esos momentos en que los revolucionarios debemos comprender el alcance de los sueños del pueblo.

Por meses las comunidades del litoral al norte de Valparaíso vienen enfrentando el desastre provocado por industrias extractivas, que luego de depredar los territorios expulsan sus desechos en algunas zonas del país, tales como la Zona de Sacrificio de Quintero, Puchuncaví y Concón. Diferentes han sido sus formas de protesta, que han incluido corte de rutas, asambleas en las plazas, confrontación directa con las fuerzas represivas, marchas multitudinarias y sobretodo la concreción del Cabildo de Quintero y Puchuncaví, instrumento de auto-organización del pueblo para sí. Así cayó Alejandro Castro, llamando a sus hermanos y hermanas a defender la vida contra el Capital y el extractivismo. Tenemos la convicción que lo mataron fuerzas del Estado que actúan tras las sombras como en Dictadura, bajo el mando de Políticos, Empresarios, Carabineros y Miembros de las Fuerzas Armadas.

Al Sur, e incluso al norte del Bío-Bío, el pueblo Mapuche organiza, defiende y reconstruye su territorio, teniendo varias zonas bajo Control Territorial, como táctica para la reconstrucción nacional, y también para soportar el asedio y militarización, la cárcel y el asesinato de las y los suyos. Así Macarena Valdés, Rodrigo Melinao, Luis Marileo, Matías Catrileo y Alex Lemún han caído luchando por territorio y autonomía.

Mientras se convocaba en decenas de ciudades la movilización en solidaridad por Quintero y Puchuncaví, exigiendo el cierre de industrias que crean Zonas de Sacrificio, el cierre de Termoeléctricas y terminales de Gas que son altamente contaminantes, impulsando los Cabildos y articulando Zonas de Resistencia, se perpetraba en Temucuicui un cruel asesinato a manos del Comando Jungla, un comando táctico militar dirigido por el General Hermes Soto, quien es el responsable de la institución que acribilló a Camilo Catrillanca, un joven líder mapuche de 24 años, quién comenzaba a formar una familia, dejando a su esposa embarazada y a una hija de sólo 6 años, y quien era nieto de uno de las principales autoridades del Wallmapu: el Longko de Temucuicui Juan Catrillanca. La rabia, tristeza e indignación se tradujo en apoyo y combativa solidaridad con la comunidad de Temucuicui, a la cual pertenecía Camilo Catrillanca.

La alianza entre los pueblos mapuche y chileno se fortaleció en la jornada mediante concentraciones, velatones, marchas, cortes de ruta y barricadas que se levantaron por todos los territorios, mediante un despliegue conjunto que en algunos lugares – como en el Wallmapu – adquirió forma de insurrección popular, y en otras, de foco de lucha.

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En el Norte Grande se realizaron marchas, velatones y barricadas. En la ciudad de Arica se realizó una velatón en el Paseo 21 de Mayo que congregó a decenas de personas, mientras que en Iquique en las afueras de la Universidad Arturo Prat se levantaron como antesala a la Marcha que recorría las calles de esta ciudad hasta arribar a la Plaza Condell. En el Norte Chico reportaron marchas en las cercanías del centro de la ciudad de Copiapó, en la ciudad de La Serena y en los pueblos de Andacollo y El Elqui.

En el Gran Valparaíso se concentraron aprox. 10.000 personas quienes solidarizaron activamente con la comunidad de Quintero-Puchuncaví y repudiaron el asesinato de Camilo Catrillanca. La misma cantidad de gente se movilizó en la ciudad de Santiago, con una concentración en Plaza Italia donde a las 18.30 horas estaba convocada la Marcha por #NoMásZonasDeSacrificio, que se sumaría a la concentración ante el asesinato del weichafe Camilo Catrillanca. Aproximadamente a las 19.40 horas Carabineros de Chile realiza una dura represión a la concentración, la cual termina transformándose en una jornada de protesta popular que se extiende hasta las 22.00 horas, con innumerables barricadas por la Alameda, Av. Providencia hasta la altura de Manuel Montt, Parque Bustamente, Santa Lucía, llegando al sur hasta Santa Isabel. Esto paralizó el tránsito de los vehículos que regresaban a las comunas del sector Oriente de la capital y el nivel de barricadas y puntos de encuentros manifestantes no se veía desde el Paro del 4 de Noviembre por No+AFP y las manifestaciones del Movimiento Estudiantil en el año 2011.

En la Zona Centro, como ocurrió en Talca, se realizaron velatones y concentraciones en las plazas principales de la ciudad para condenar el asesinato de Camilo. En cuanto al Gran Concepción, más de 3.000 personas salieron a la calle, realizando un punto de encuentro fuera de los Tribunales de Justicia, el cual fue acompañada de una jornada de protesta popular que dejó cortes de calle tanto en la mañana como en la noche. La represión de Carabineros llegó a tal punto, que incluso por la mañana dispararon balas en la Universidad del Bío-Bío y por la tarde dispararon perdigones en contra de los manifestantes, siendo detenidos más de 60 personas durante la jornada. En territorio lafkenche también se registraron movilizaciones, tales como la de Tirúa, donde se realizó una marcha que terminó con barricadas y cortes de ruta.

En la Provincia de Biobío se realizaron masivas concentraciones y velatones – en relación a la normalidad de esta zona – entre las cuales encontramos Los Ángeles y Santa Bárbara. Asimismo, en la localidad de Ralco, puerta de entrada a las comunidades mapuche-pehuenche de los Valles del Biobío y del Queuco, se realizó un trawün cuyos resultados fue repudiar el crimen de Camilo, exigir el desmantelamiento del Comando Jungla y reafirmar el apoyo a las recuperaciones territoriales de la zona.

En la Araucanía y provincia de Arauco el conflicto logra adquirir dimensiones mayores, por la capacidad de convocatoria, y por la diversidad de métodos de lucha. Frente al estado de sitio en que se encuentran las comunas de Tirúa, Cañete, Collipulli, Ercilla y localidades de Victoria, los sectores movilizados del pueblo mapuche han logrado controlar caminos mediante barricadas y una gran movilidad. Miles de comuneros se despliegan en diferentes comunas del Wallmapu. La autodefensa del pueblo mapuche multiplica sus capacidades, y a la vez se vincula a los sectores mestizos -chilenos- que actúan desde la urbanidad de Temuco, Pucón, Valdivia, Concepción, Angol y otras ciudades a través de cada vez más extensas organizaciones sociales que comienzan a autoconvocarse en “asambleas locales” que construyen sus pliegos y programas, exigiendo el fin de la militarización y libertad a los prisioneros políticos; el desmantelamiento del Comando Jungla, del GOPE y de las Fuerzas Especiales; y la cárcel efectiva para los oficiales y suboficiales involucrados en montajes como el que ocurrió en la Operación Huracán.

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La movilización en repudio al asesinato de Camilo se ha extendido por todas las comunidades del Wallmapu, las cuales han respondido con cortes de ruta, acciones de sabotaje y movilización en los centros de sus localidades e incluso se han movilizado a Temuco. En esta ciudad se registró una multitudinaria concentración el mismo día miércoles por la noche, la cual fue brutalmente reprimida por Carabineros, quienes incluso dispararon perdigones en contra de las personas que participaban en la movilización. Esta misma masividad se registró en acciones del día jueves, donde se unieron las luchas por No Más Zonas de Sacrificio con la exigencia de Justicia para Camilo Catrillanca. Las movilizaciones continuaron este viernes 16 de noviembre, principalmente, en la Universidad de La Frontera y de la Universidad Católica de Temuco. La represión ha sido desproporcionada. Este sábado durante la tarde, en la Comunidad de Temucuicui se realizará el eluwün (funeral) a las 15.00 horas.

En las ciudades del sur como Pucón, Valdivia, Osorno y Puerto Montt también existieron movilizaciones y concentraciones en las plazas principales. En la ciudad de Osorno, luego de la marcha que terminó en Plaza Yungay, 4 dirigentes sociales de la organización Manos Construyendo, incluyendo al Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Los Lagos, fueron detenidos ilegalmente mientras se dirigían a sus hogares, para luego ser golpeados y dos de ellos formalizados por los delitos de desórdenes públicos y daños.

Responsables Políticos del Montaje y la Militarización del Wallmapu

La militarización no podría justificarse sin montajes. Entre estos encontramos la Operación Huracán, el Caso Tur-Bus, el Caso Luchsinger- Mackay y la prisión preventiva de la Machi Francisco Linconao y del Machi Celestino Córdova.

El asesinato de Camilo Catrillanca fue dirigido por el Estado de Chile para eliminar a un weichafe que cumplía un rol importante en su comunidad, y se enmarca en la serie de acciones de represión que han puesto el ojo en la Alianza Territorial Mapuche, cuyos miembros han sufrido la persecución, tortura y la prisión política, como es el caso del Longko Alberto Curamil y el Werken Álvaro Millalén y, en este caso, la ejecución política. La tesis del despliegue de más de 200 efectivos policiales, incluyendo, dos helicópteros por el supuesto robo de 3 vehículos es falso y constituye un nuevo montaje. En la Audiencia de Control de Detención del peñi menor de edad que presenció el asesinato de Camilo Catrillanca se declaró que la detención que sufrió fue ilegal. El Juzgado de Garantía resolvió que la Fiscalía no pudo probar la existencia de un delito de receptación y tampoco la participación del peñi en ello. A partir de ello, la Defensora de los Derechos de la Niñez y el Instituto Nacional de Derechos Humanos anunciaron querella por tortura hacia el menor por parte de Carabineros y una denuncia al Fiscal Nacional para que investigue la posible existencia de una formalización arbitraria.

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Camilo fue acribillado mediante fusiles de repetición. Su tractor tiene más de una decena de tiros de fusil, que fueron dirigidos por el Comando Jungla, bajo órdenes políticas directas de los representantes del empresariado, dirigidos por Andrés Chadwick, Rodrigo Ubilla, Luis Mayol y Miguel Mellado.

Lo anterior nos permite concluir que estamos ante un nuevo montaje. A Camilo Catrillanca lo asesinaron por representar todo aquello que el Estado de Chile, los latifundistas del Wallmapu y Carabineros de Chile temen: un weichafe mapuche que es capaz de mirarlos fijamente, con dignidad, sin agachar la cabeza. Le temen a un weichafe que viva en comunidad, que apoye los procesos de recuperación de tierra, que sabe trabajar y hacer producir la tierra para asegurar su vida y la de su familia, sin depender de las migajas del Estado. Le temen a un mapuche que se organiza en su Lof y que se articula con otros procesos sociales del pueblo mapuche. En definitiva, el Estado de Chile le teme a la posibilidad de control territorial de sus comunidades y a la recuperación de las tierras mapuche usurpadas como una alternativa para la miseria que enfrenta gran parte del Pueblo Mapuche en la región más pobre del país. Por eso le teme a Camilo y le teme al Lof Temucuicui: por la posibilidad de demostrar que mediante la recuperación territorial se puede construir una vida digna.

Nuevamente, destacamos esta movilización como una jornada histórica de solidaridad con el pueblo mapuche y con la comunidad de Quintero-Puchuncaví. El Estado de Chile no podrá actuar impunemente asesinando a hermanos y hermanas mapuche en el Wallmapu, y cómo a consecuencia de la jornada se ha levantado una agenda programática desde el campo popular que exige:

  • La destitución del Ministro del Interior Andrés Chadwick como responsable político directo del asesinato del weichafe Catrillanca;
  • La destitución del Intendente Luis Mayol, por las acusaciones calumniosas que realizó en contra del weichafe Catrillanca acusándolo de tener un prontuario policial y justificando su asesinato;
  • La renuncia de Hermes Soto, General Director de Carabineros, responsable institucionalmente por la implementación del Comando Jungla y su actuar ilegal en el Wallmapu, como también la del Prefecto de Carabineros de la Región de La Araucanía.
  • El desmantelamiento del Comando Jungla y la desmilitarización del Wallmapu, zona bajo un verdadero estado de excepción de derechos, pues son los responsables directos del asesinato del peñi y uno de sus miembros fue el que disparó la bala que dio muerte a Camilo.
  • Fin al Plan Impulso Araucanía, y que los recursos económicos que se iban a destinar para ello sean destinados a fortalecer los servicios de salud y de educación pública del Wallmapu.
  • En cuanto al punto central en este conflicto, se apoya la demanda por la autonomía política del Pueblo-Nación Mapuche y sus recuperaciones territoriales como mecanismo de reconstrucción de su pueblo y como mecanismo de materialización del ejercicio de la soberanía.

Finalmente, hacemos un llamado a mantener la lucha por la defensa de los territorios y por hacer posible el ejercicio de soberanía de los pueblos.

¡Que cada Zona de Sacrificio se transforme en una Zona de Resistencia!

Con la memoria de Alejandro Castro, Macarena Valdés y Camilo Catrillanca:

¡QUE LOS TERRITORIOS SE LEVANTEN Y LOS PUEBLOS EJERZAN SOBERANÍA!

 

Por Convergencia 2 de Abril

 

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