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Apuntes sobre socialismo desde abajo y poder popular

El agotamiento del régimen y las tareas emancipativas hoy en Bolivia

 ¿Qué hacer? 

No podemos estar con las derechas jamás, ni para votar, menos para ir a hacer bloqueos de la elite racista, pero a la vez “ya no se puede ir así nomás con el MAS"!, esta fue y es la disyuntiva de una vanguardia que el día de la elección se convenció de que era correcto su balance aunque intuitivo, de no apoyar nunca a las derechas pero sospechar del MAS, cuando vio que se suspendían el TREP a las 8 PM y salía el MAS a decir que había ganado en primera vuelta y listo. Qué extravío político más sintomático y catastrófico. Está por demás decir que la derecha hace lo que tiene que hacer es racista, odia a los pobres, a los homosexuales es misógina, etc. etc. y lo único que quiere es sacar a Evo y no porque es democrática, pero eso no puede sorprendernos. No se debe ni puede estar con las derechas (Camacho, Meza, Ortiz, Chi) pero tampoco ya casi con el MAS ¿Qué hacer? ¿Cómo hemos llegado a esto? 

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? De 2006 a 2010 fue un gobierno de un reformismo que tenía aspectos revolucionarios, o que tendía a ser revolucionario, al menos en algunos aspectos, una parcial rev política que fractura al estado por donde se mete la chusma a gobernar y se viabilizan la nacionalización y la constituyente. Al cerrarse el ciclo constituyente desde el 2010 por la construcción del Estado que siempre tiene un lógica religiosa, jerárquica y conservadora empieza gradual pero sostenidamente el extravío conservador del MAS que fue reforzado y potenciado por las decisiones políticas que se fueron tomando, el 2010 viene el gasolinazo y el 2011 el conflicto del TIPNIS confirmando esta trayectoria, el 2016 la impaciencia clase mediera que quería 10 años más de poder hace que se pierde el referéndum del 21F y ya para ese entonces la derecha del MAS, por lo general abogadillos y asesores conservadores que fungen de ministros y otra vertiente de los pragmáticos estatalistas y economicistas que creen que lo único importante es que crezca el PIB dan la estocada final haciendo entrar por la ventana a la elección de 2019 al dúo oficialista, creando desmoralización y desorientación en las propias filas del MAS que conservan un cierto sentido crítico, cuando Chávez había hecho todo lo contrario, perdió el referéndum el 2007 por la relección y el 2009 gano en la cancha a la derecha en un nuevo referéndum, lo fundamental de esa metodología era que apelaba a la unión y reagrupamiento en y desde la sociedad, de la lucha de las clases explotadas para movilizarse y construir poder popular y formas de autogobierno (Comunas, círculos bolivarianos, etcétera) y no en artilugios de abogaduchos y tecnócratas adulones, aquí se hizo todo lo contrario. Se renunció a movilizar a las masas y construir poder popular. Incluso se lo impidió, creyeron que la confrontación con las derechas ya no habría y no llegaría nunca, se engañaron tanto a sí mismos y a todos nosotros, grave error político. Legamos a esta confrontación histórica hoy de la peor forma (desorientados y desmovilizados) y con el peor motivo como bandera, por una elección liberal dudosa para todos por muchos motivos donde casi lo único que está en juego es sostenerse en el poder, con los sectores sociales deslegitimados y desorientados y lo peor de todo, sin tener casi nada que ofrecer. Esta confrontación es exactamente al revés de la de la gran confrontación de 2008, 2009 donde claramente estaba en juego la constituyente que abría un horizonte de transformaciones profundas, la nacionalización y había un proyecto de transformación estructural general en auge, aunque sea parcial. ¿Hoy qué asunto realmente revolucionario está en juego? Y la gente reflexiva y honesta del MAS y fuera del MAS lo sabe o lo intuye. Casi nada revolucionario está en juego. ¿Lo poco revolucionario que está en juego que es? 

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Elecciones y franja revolucionaria. 

"En las elecciones nunca se resuelven las cosas en Bolivia", fue la frase de un viejo compañero de lucha que tenía la razón otra vez. Es un país donde impera un maximalismo de masas -como diaria Zavaleta- desde antes de que existiera Bolivia, para bien y para mal las elecciones no resuelven nada. Los desencantados que se bajaron del barco del MAS precipitadamente de forma impaciente hace unos meses o años ya entraron en una bancarrota total pública y explicita al creerse el cuento del “voto útil" o el “gobierno de transición" para Meza y se terminaron de pasar a la derecha con convicción. Por el otro lado, a 13 años del gobierno y por el gradual proceso de involución hacia posiciones cada vez más conservadoras que empezó gradualmente el 2010 y 2011 entró en un atolladero en el 21F del 2016 que condujo a este extravío ya histórico y tal vez insalvable el 20 de octubre de 2019. 

Lamentablemente la cúpula de poder ya no tiene casi nada que ofrecer. Hasta la gente que quiere votar por el MAS O salir a luchar en la calle, pero conserva la honestidad revolucionaria y no es pura consigna o interés personal de pegas, poder y figuración, esa gente honesta se pregunta ¿Y qué estamos defendiendo? ¿Por qué estamos luchando hoy?. Y la respuesta es muy sencilla, por casi nada verdaderamente revolucionario. Es lamentable pero es verdad. Este es el balance fundamental que hacer. La franja revolucionaria en las elecciones se movió entre el voto blanco, nulo o no votar y algunos sectores que votaron por el MAS'. El voto blanco y nulo fue de 5% a nivel nacional que sumo más de 314 mil votos. De este 5% del total una buena mayoría es una vanguardia de personas que ya no podían votar por el MAS pero no querían pasarse a la derecha (Meza, Ortiz, Chi). El voto blanco y nulo cuantificable fue cuarto a nivel nacional (después del MAS, Meza y Chi) y le gano a Ortiz que fue quinto por debajo de blancos y nulos, saco 4,3%. 

A este asunto no se le ha tomado la debida atención, porque a lo opinologos y demás liberales cortesanos de alguien no les importan los asuntos revolucionarios nunca. Hoy hay que convocar a esa franja revolucionaria que no está con Meza o las demás derechas y ya no puede estar así nomás con el MAS. Es urgente un reagrupamiento político que retome la agenda de octubre y el proceso de cambio desde las bases. Distanciado de la derecha del MAS y poniéndole condiciones claras a los que siguen creyendo de forma sincera en el MAS y que quieren ver lo que se está explicando en este balance. 

Reformismo que tiende a la revolución y reformismo que tiende al conservadurismo 

¿Qué tiene el MAS para ofrecer? Se ha reducido casi todo ya desde hace tiempo al sostenimiento del poder, incluso eso de la peor forma, con puro artilugios clase medieros y este reformismo que tenía destellos revolucionarios (2006-2010), se ha convertido hoy en día en un reformismo casi puramente conservador. Aunque se impusiera el MAS que hubo o no fraude) lo que quedarían serian 5 años de sobrevivir al poder que casi ya lo tragó por completo, no existe ningún horizonte de transformación estructural ni similar al 2006 (nacionalización, constituyente, cambios estructurales profundos) de profundizar el proceso de avanzar en alguna transformación estructural aunque sea mínima. Ya nadie habla siquiera de eso, solo es "Evo dios" o "Evo diablo”. Mostrando lo intrascendente y conservador del debate, donde cada quien se aferra a su fetiche preferido. 
Esta es la razón más importante por la que ya casi no es posible apoyar "así nomás al MAS”. Por qué el reformismo que tenía algo de revolucionario hoy es un reformismo casi completamente conservador. Nos dirán que sostenerse en el poder es importante, por muchos motivos, que el peronismo tibio está de vuelta en Argentina (y sí, claro que es mejor el peronismo nacionalista que el neoliberal corrupto de Macri y ojalá Lula Salga de la cárcel, etc. pero eso no nos resuelve el problema) comprendemos la importancia de sostenerse en el poder también por otros motivos, pero no así, y no con tal extravío histórico que ya parece irreversible. Extravío de arrogantes clase medieros que teniendo casi la mitad del país a su favor hasta ahora después de 13 años de gobierno, que los apoyan y defienden se están rifando el proceso desde hace años. El poder por el poder, sin proyecto de transformación estructural o de profundización del proceso es conservador y no es suficiente. 

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Pensamos que hay que trabajar en esta franja revolucionaria de los que no votaron por nadie (abstencionistas, votos blancos y nulos) o algunos que votaron por el MAS o incluso Meza y cia sin tener convicciones conservadoras consientes y deliberadas. ¿Cómo puede ser que el gobierno haya virado a adular a la clase media como proyecto de poder en un país tan politizado? ¿cómo puede ser que no se trabajó en la transición de relevo al binomio que era más que urgente de ir preparando en el mediano plazo y crear cuadros revolucionarios y no ambiciosos y adulones de los jefes que es hoy son casi todos los altos funcionarios del poder? ¿Cómo no se avanzó en construir poder popular? Como no se avanzó en hacer una gran reorganización organizativa a gran escala del MAS hacia una organización de lucha que potencia el autogobierno y la auto-organización de las masas? 

Estas cosas elementales no tiene ningún espacio, no son un debate legítimo para el MAS y se reprime a todo el que plantea estas tareas que son urgentes desde hace años, por mucho que sea parcialmente verdad la importancia del “liderazgo histórico” de estos individuos, también es verdad que todos los insustituibles nos crean un problema y a la larga siempre es conservador endiosarlos. Todos estos extravíos nos está costando el proceso que es más importante que el propio gobierno, proceso que tal vez termine de caerse con el propio gobierno y no podemos permitirlo, por eso es fundamental ese reagrupamiento para reconstruir la agenda de octubre, retomar el proceso de cambio con ciertos sectores de base del MAS que entienden este debate, pero más allá del MAS, y por supuesto sin los derechistas de cualquier tipo del MAS o de otros partidos. 
Esta es una tarea gigante pero además a muchos niveles que requiere trabajo de bajo perfil, trabajo sostenido en las bases para construir esta nueva agenda de lucha desde abajo. ¿Qué toca hoy? ¿En qué se avanzó estructuralmente y en qué no? Más allá del gobierno, y tal vez lleve años, pero hay que empezarla hoy mismo. Hay que retomar y trabajar ciertos elementos planteados en el presente texto y enriquecerlo y transformarlo con las agendas feministas que están jugando un papel fundamental, con aportes de sectores populares urbanos en debate permanente, de los jóvenes, mineros campesinos e indígenas. Se necesita reconstruir una agenda de lucha y un reagrupamiento político con un norte claro eso hoy es una tarea revolucionaria de primer orden. 

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Noviembre de 2019 

 

1 Así nos dijo una compa honesta inscrita en el MAS que siempre vota por el MAS e incluso voto por el MAS en 2019 y estará en las calles con todo y sus dudas defendiéndolo.

2 El abstencionismo electoral es muy difícil cuantificar. Y segundo, dentro de los abstencionistas, están también sectores sectarios y sin principio de realidad que también lo único que quieren es sacar a Evo Morales y eso muchas veces acaba siendo también conservador a nombre de "radical” tan típico de las sectas en Bolivia.

3 Que también es imposible cuantificar.

4. Sostenemos que hay una derecha clara del MAS que tiene unas tres aristas al menos, 1) los abogadillos que creen que todo es tinglados y artilugios del poder y no ven ni entienden y desprecian la lucha de clases y por supuesto no ven que ella sellara su destino, que se inventaron "el derecho humano de ser relegido" estos abogadillos seguro se inventaron que Meza era un buen vocero de la reivindicación maritima y acabaron creando al mejor candidato de la derecha, etc. etc., luego 2) están los pragmáticos economicistas y estatalistas desencantados de todo, en especial de todo lo que suene sinceramente revolucionario que han subestimado absolutamente la importancia de mantener la movilización de masas y construir poder popular y cree que todo, y lo único importante es que crezca el PIB. Y 3) los despistados y ambiciosos nuevos poderosos y "sensatos" que no lucharon ni luchan por nada (guerra del agua 2000, guerra del gas 2003) que creen que La Paz o Cochabamba es Madrid o Buenos Aires. Estas tres vertientes se impusieron desde el 2010 con su conservadurismo desencantado y tecnocrático y nos están llevando al despeñadero. Por qué coinciden en lo fundamental un manejo tecnocrático, economicista y clase mediero del poder y del estado en un país tan politizado es un gravísimo error histórico. 5 La gente que voto por Meza, Ortiz e incluso Chi que no es conscientemente y militantemente conservadora, anti derechos, etc., no es poca y hay que hacer un trabajo político de base y bajo perfil en cada barrio en cada cuadra. Eso hemos abandonado por completo. Y en estos 13 años la derecha antiderecchos, religiosa y cavernaria ha hecho un trabajo enorme y efectivo. 

 

*Artículo escrito el 10 de noviembre, antes del golpe de Estado. 

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