A dos años de la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado, la gendarmería sigue impune y la ministra de la mentira, la demonización y el odio sigue teniendo un rol político central: garantizar el saqueo y despojo. Ahora también formando a la juventud, cambiando escuelas por cuarteles. Ahora, también, la memoria otra vez en la calle. .
Anto Castiglione para contrahegemoniaweb