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Apuntes sobre socialismo desde abajo y poder popular

La cocina constituyente para la pacificación de la sociedad

“Porque donde unas cuencas vacías amanezcan, Ella pondrá dos piedras de futura mirada”

-“Para la libertad” Miguel Hernández- 

La dinámica de La Revuelta cambió el viernes 15/11, pues ese día en la madrugada los mandados del capital firmaron un “Acuerdo por las Paz y una nueva constitución”, por supuesto echa a la medida de la casta política, tal como se ha hecho durante toda la post dictadura. Como novedad entre los firmantes estaban algunas de las figuras de la nueva izquierda del FA, quienes por un sentido “de responsabilidad histórica” concurrieron a la firma, tal como señalara Boric, quien firmó a título personal, pues su “partido”, Convergencia Social no lo suscribió, pues según dice su presidenta Gael Yeomans, establecía un criterio de aprobación de lo que se resuelva en la denominada “Convención Constituyente” de 2/3. La misma razón arguyó el timonel del PC Tellier para no concurrir a la firma.

Entre otros detalles del acuerdo, establece que la elección de los constituyentes se regirá por la ley de partidos políticos, que en simple significa que para postular con alguna posibilidad de ser elegido hay que ir en una lista de un partido o coalición de estos, los mismos deslegitimados y corruptos partidos del congreso coimeado.

Aquí es importante, desde los sectores populares y revolucionarios, poder levantar una opinión fundada del por qué rechazamos este acuerdo, pues aquí no sólo se trata de cocina, de quorum u otras legulelladas, se trata de formas divergentes de entender la política, el poder, la soberanía popular, y de cómo vamos entendiendo la profunda crisis social que por años se venía gestando en la sociedad chilena. Como hemos dicho con anterioridad, estamos en presencia de una revuelta popular, gatillada por acciones directas realizadas por estudiantes secundarios, las cuales se fueron amplificando con una velocidad e intensidad que nadie previó. Los sujetos de la revuelta no han sido los sectores más constituidos de la clase trabajadora, al menos entendida de forma tradiciona l, como aun algunos ilusos pretenden en sus fantasías imaginar.

Aquí lo que ha existido es pueblo alzado en las calles, que no responde a ninguna de las organizaciones de clase (amarillas o rojas), ni menos a los grupos, lotes, partidos, proto partidos que se auto reconocen en la tradición revolucionaria (o “de intención revolucionaria” según el lenguaje de los vacilantes), que como ya se ha señalado ni siquiera previeron, ni reconocieron la profunda crisis que se ha desatado en estas últimas semanas, por eso hemos dicho que todas esas autodenominadas “direcciones políticas” fracasaron, por acción u omisión.

El que la clase trabajadora, en su arquetipo clásico, no sea protagonista no es nada nuevo si se repasa la historia política de los últimos 50 años en el mundo, donde la clase trabajadora, con sus organizaciones tradicionales, a la usanza del siglo XX no han tenido protagonismo alguno y difícilmente lo tendrán en el futuro, pues esas mismas expresiones de lo que queda de sindicalismo están en crisis terminal. Hoy la clase se expresa, se organiza, y combate con otras formas, se abren los espacios de lucha, de la fábrica a la urbe, a las carreteras, a los campos, ya no es sólo la clase tipo siglo XX, hoy también es pueblo mapuche, es mujer y hombre antipatriarcales, es democracia directa, es comunicación en línea, fuera de espacios burocráticos. Estas son, entre otras, lecciones profundas que esta revuelta nos está dejando frente a nuestros ojos. Por supuesto esto no significa que lo tradicional no exista, existe, pero en retirada, las tendencias de la lucha con potencial revolucionario están en otra parte, o en muchas partes. Esa es la complejidad del desarrollo del (des) orden del capital que nos ha tocado vivir y de la cual deberemos ser capaces de dar cuenta para avanzar políticamente.

Las reacciones a la cocina

Posterior al acuerdo por arriba, se empezaron a conocer los posicionamientos de las distintas expresiones del pueblo organizado, quienes en su mayoría valoraron el que se pudiera cambiar la Constitución de Pinochet, pero rechazaban el acuerdo por arriba pues traía letra chica, y correspondía a una cocina que no los consideró en ningún momento. Esto es de gran importancia política, pues mayoritariamente estas dirigencias sociales son cercanas o son parte de los partidos institucionales que suscribieron el acuerdo, lo que da cuenta de un quiebre brutal entre las camarillas de dirigentes de partido y sus propias bases militantes que se desenvuelven en el heterogéneo mundo social.
Sintomático de lo señalado es lo que ha pasado en ese engendro orgánico denominado Convergencia Social, cuya militancia ha reaccionado de manera contraria a la “lucidez” histórica de su diputado de la república Gabriel Boric, el resultado por ahora es que el criminal Piñera y su camarilla de rufianes gana unos días de oxígeno, y salen 73 militantes encabezados por el “toqui” Sharp, más una salida de más de 100 militantes, entre los cuales se encuentra Cristian Cuevas, ex dirigente sindical de los trabajadores subcontratistas del cobre, así como otros referentes del frustrado intento orgánico. El 21/11 se confirma que el partido ecologista verde se retira del FA, y el Partido Igualdad está en veremos. Con esto, la “lucidez” histórica de los Boric , Crispi, Jakson y Mirosevic, junto con las Sánchez, Pérez, Toro, Mix, etc. han logrado enviar al tacho de la basura la marca Frente Amplio, lo cual se ilustra con claridad en la funa realizada a su ex candidata presidencial Beatriz Sánchez y compañía, quienes fueron duramente increpadas cuando se aprestaban a realizar un punto de prensa en la Plaza de la Dignidad el día domingo 17/11, lo cual fue mostrado por la televisión a todo el país.

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Así, parte importante de la “nueva” izquierda del FA, ante la disyuntiva de estar al lado del pueblo alzado versus estar al lado de las elites, eligieron estar al lado estas últimas, en definitiva, es el sector social que mejor conocen. “Los hijos de…” al decir de Bachelet en 2017.

El acuerdo también ha generado contradicciones en la derecha y en el mismo gobierno. Así, en la UDI por ejemplo ya se han manifestado a favor del cambio constitucional el diputado Bellolio, mientras que en un primer momento la Van Rysselbergue señaló que iba a votar a favor de mantener la Constitución de Pinochet. A su vez, en el gobierno el ministro de Hacienda Briones y el de Salud han manifestado que votaran a favor del cambio constitucional. Esto antes de la orden de silencio a sus ministros que diera el criminal Piñera.

Simultáneamente, las distintas expresiones de Asambleas autoconvocadas en todo el país aceleraron sus niveles de organización y coordinación, de modo de hacer frente al acuerdo por arriba. Así, en todo el país se fue conociendo el rechazo rotundo de estas expresiones a este acuerdo de los corruptos y mandados del capital. El desarrollo de estas experiencias es disímil, allí donde había trabajo de construcción popular previo se observan experiencias políticamente más maduras y masivas, donde no lo había, sirven para iniciar el largo proceso de hacerse pueblo con mayúscula, Pueblo organizado. Existen promisorias convocatorias a la articulación comunal, regional y nacional de estas instancias, es un deber de responsabilidad política ponerse al servicio de estas instancias siempre y cuando no tengan como fin llevar agua fresca al podrido molino de la institucionalidad decadente.

Por parte de las llamadas izquierdas son múltiples los comunicados y escritos. En cierta izquierda se aprecian frases rimbombantes llamando a la “responsabilidad” histórica del momento, de lo “bueno” que es el acuerdo, que “ha sido logrado gracias a la movilización”, que es “un avance”, que “hay que valorarlo”, etc. A su vez, tienen la desfachatez de llamar “irresponsables” a aquellos que rechazan dicho acuerdo, de que “no estamos ante una insurrección”, de que el pueblo “no está constituido”, que “esta por constituir”, todas frases que esconden la inoperancia, y su propia irresponsabilidad de haberse transformado, en la práctica, en los “cachorros de la burguesía”, tal como lo señalara la ex candidata presidencial Roxana Miranda hace unos años atrás, y hoy, algunos en la decadente institucionalidad y otros con ganas de estar, no les queda otra que defender lo indefendible. En esto terminó la maduración de los jóvenes de “intención revolucionaria”.

Movilización popular, órganos de represión y desgobierno

El día 21/11 Amnistía Internacional emitió su informe sobre el estado de los derechos humanos en Chile durante La Revuelta, donde en síntesis señala que "hay ataques generalizados a la población como mecanismo de castigo contra quienes se están manifestando", ante este informe el día 22/11 se emite un comunicado conjunto de las tres ramas de las FFAA desmintiendo, y menoscabando lo señalado en el mismo, en un innegable acto de deliberación. Con esto queda claro que ya no es sólo Carabineros quienes carecen de mando civil, sino también el conjunto de las FFAA, y de pasada se abre la puerta para futuros comunicados públicos de estos actores, ya no solo puertas adentro como había sido en el Cosena. Para nadie es un misterio que dentro de las FFAA y de Carabineros existe un extendido malestar por el comportamiento del gobierno y de Piñera y su Ministro de Defensa Espina en particular, circulan ácidas críticas de militares en retiro a estos personajes.

Los pacos están desatados, sin mando, mientras Rozas hace días señaló que se dejarían de usar escopetas con balines, esa instrucción no se ha cumplido. Recurriendo muchas veces a la PDI como pulmón represivo de primera línea.

El 22/11, apareció muerta la fotógrafa Albertina Martínez Burgos, quien ha estado llevando un registro visual de la revuelta, en regiones ha habido situaciones confirmadas con el mismo modus. Hostigamientos, robo de información y golpizas a abogados de derechos humanos también han sido reportados. El componente para-policial de la represión empieza a hacerse sentir cada vez más fuerte.

Los escenarios son cambiantes, en ese sentido vale la pena “poner la pelota en el piso”, pues los hechos se suceden de manera veloz, y los escenarios políticos también. Aún no tenemos certeza de que el denominado acuerdo se realice efectivamente, ni menos los términos en que podría efectuarse. Por lo pronto se realizó una nueva convocatoria a huelga general, esta vez por dos días que convocó a los sectores portuarios, parte del entramado público y, fundamentalmente, sectores populares. Sin duda, uno de los políticos que ha mostrado cierto liderazgo es el diputado y presidente de RN, Desbordes, quien posterior al acuerdo ha señalado que “hay que permanecer movilizados, pues en el sector hay quienes no quieren cambios”, o “que si no fuera diputado estaría en la calle”. Desbordes ha mostrado tener un instinto de clase muy certero, sabiendo lo que se juegan las elites en esta pasada, quizás su origen social lo haga percibir elementos de la realidad que en su sector son difíciles de ver. El personaje es probable que se convierta en un líder de la derecha, de hecho, ya ha dejado fuera de juego al rucio JA Kast, levantándose como un articulador en “sintonía” con la calle. El hombre responde a un perfil de líder del social fascismo popular, que en una coyuntura desbordada puede manejarse mejor que sus pares de las elites de la derecha oligárquica.

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En el ambiente político ya se observa de forma permanente un vacío de poder, y empieza rondar en los vericuetos de los palacios y gremios patronales la posibilidad cierta de que Piñera sea forzado a renunciar, ya ha demostrado una incapacidad política inaceptable para los militares y la burguesía. Esto se torna más plausible aún cuando el movimiento de masas no abandona las calles, ni con acuerdo “histórico”, ni con aumentos de pensiones, ni con nada. Van quedando pocos cartuchos, uno es un gran ofertón de medidas sociales opción levantada por Desbordes, otra es la renuncia y llamado a elecciones generales, opción que tempranamente levantaron algunos parlamentarios, y la otra es un pronunciamiento militar de corte dictatorial, detrás de la cual están sujetos como JA Kast, los derroteros de la historia están desatados y sus posibilidades abiertas.

La segunda convocatoria a huelga general, esta vez de 2 días, habla de un balance en que si bien las movilizaciones fueron contundentes en prácticamente todo el país, sigue percibiéndose la debilidad del movimiento sindical, pues si no fuera por loa trabajadores públicos y los trabajadores portuarios no habría paralización. El movimiento popular requiere aún de la articulación de todas sus partes, de todos sus componentes, de manera de alcanzar la paralización efectiva del país.

Cada día que pasa la organización popular aumenta, el enfrentamiento con las fuerzas represivas se ha incrementado, éstas se vieron sobrepasadas en muchos lugares, tal como lo reflejaron audios de los pacos viralizados correspondientes a la V región, en donde en una clara maniobra comunicacional el paco al mando le señala a la tropa que “no están obligados a lo imposible”.

En el intertanto, el gobierno criminal, conociendo la situación de orden desbordada, con presiones de los gremios empresariales más retardatarios y afines al pinochetismo, con las presiones de un sector cada vez más unánime de las clases dominantes que ya no soportan el desgobierno, y con parte de una “opinión pública” que va corriéndose a apoyar eventuales aventuras militaristas, no haya como dar luz verde a los militares para el restablecimiento del orden. En efecto, el día lunes 25/11 cuando comenzaba la huelga general, comunica el envío de un proyecto de ley para que los militares puedan salir a cuidar infraestructura critica. Ya el 27/11 se sabe que los puntos clave del proyecto son cláusulas que confieren impunidad ante hechos de sangre.

Con el correr de los días va siendo claro que un sector de las clases dominantes se está moviendo en la dirección de recurrir a las FFAA. Nada hay más parecido a un fascista que un burgués asustado.

En estos días está circulando, tal como ya lo habíamos adelantado, cartas de un grupo de militantes “socialistas” como Juan Gabriel Valdés, Viera Gallo, Insulza, el ex presidente de la CUT Arturo Martínez, entre otros connotados señalando que la “democracia está en peligro”, a esta carta, el 27/11 Allamand coincide en sus puntos, la “democracia está en peligro”. Por su parte, tanto el actual Ministro de hacienda Briones, como el ex presidente del Banco Central, Vitorio Corbo, han señalado que “se requiere un acuerdo político en seguridad para normalizar la economía”, o que “la recesión se hace más probable mientras duren los actos vandálicos”. No obstante, el criminal Piñera no logra un acuerdo unánime, el 26/11 nuevamente convocó a los representantes de los poderes del Estado, sin embargo, trascendió que éstos no le dieron la venia para sacar militares a la calle.

Las contradicciones y la desesperación cunden en el gobierno, mientras el Ministro de defensa Espina señala que Carabineros está totalmente sobrepasado, en carabineros dicen que “están más unidos que nunca”, evidentemente hay contradicciones en torno a cómo enfrentar la Revuelta en su día 40.

Lo cierto es que cada vez se nota más que Carabineros carece de mando, en la calle han hecho lo que han querido y se las ha ocurrido, el director general carece de toda credibilidad, en una institución corrupta en toda su oficialidad. Ya en la jornada del 27/11 hubo lugares en que la policía se retiró de los lugares conflictivos, generando una señal más del escenario al cual se quiere transitar.

No esta demás constatar que grupos abiertamente fascistas como el Movimiento Social Patriota, liderado hoy por el ex diputado RN Gaspar Rivas, han estado presente en las movilizaciones, con lienzos y canticos propios ejerciendo violencia de masas. A no perderse con estos elementos.

Por otra parte, el lenguaje de los voceros y ministros del mal gobierno empiezan a hablar que las calles están llenas de delincuentes, de narcotraficantes, etc., en definitiva, se va construyendo un escenario para la represión. El acuerdo político ya está avanzado, y tiene las firmas de las lumbreras del FA, ahora ya tienen los votos de la DC para sacar militares a cuidar infraestructura crítica, sólo va quedando definir el momento. Todos se protegen las espaldas, se sabe lo que viene, y nadie quiere aparecer en esa foto, o aparecen todos o no aparece nadie, pues será la postal con que se le de el vamos a una represión aún más brutal.

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El gobierno aspira a tener al menos una parte del movimiento social organizado alineado contra la matriz comunicacional de la “delincuencia y el narcotráfico”, es así como se ha tratado hasta el momento sin resultados positivos, de dividir a la Mesa de Unidad Social, que en sí misma es frágil políticamente, pues desde el comienzo se han enfrentado liderazgos desgastados y cuestionados con liderazgos emergentes. Su unidad política también se ve afectada por las divisiones de opinión de todos los partidos y grupos organizados. Aprovechando estas debilidades y las incontinencias “republicanas” de muchos dirigentes amantes del cambulloneo, Blumel envía el día viernes 22/11 una carta de invitación a la Mesa de Unidad Social para conversar, evidentemente ello generó ruido en las bases y dirigentes de Unidad Social, pues la carta fue dirigida al Bloque sindical, los más asiduos a las prácticas del cambulloneo entre cuatro paredes.

Con el nivel de debilidad política de Unidad Social, que aún no levanta la consigna y demanda de Fuera Piñera, con criminales no se negocia, etc., se hace cuesta arriba la articulación de un movimiento popular, que está enfrentando una ofensiva del ejecutivo para avanzar hacia una generación “manu militari” de condiciones de orden social

Llama la atención que ahora se releve el problema narco, tal como lo dijimos en el primer reporte de la Revuelta, era evidente que las bandas narco se han manifestado, han protegido territorios con uso abundante de armamento de guerra, incluso cuando hubo estado de emergencia con militares en la calle, y no hicieron nada, incluso es posible pensar un contubernio entre fuerzas policiales y militares con el narco, sino no se pude explicar cómo se hace uso de armamento de guerra y estas instituciones no hagan absolutamente nada. Con demostrado conocimiento de causa, la declaración del Partido “Socialista” bien caracteriza los actores de La Revuelta.

Las salidas a la crisis que puso en la palestra el estallido popular.

Desde el día dos del estallido de La Revuelta, se apuraron distintos sectores del poder en avizorar “la salida” de la crisis. Anuncios atolondrados de medidas migajeras de redistribución de la riqueza, demandas sectoriales que fueron conformando “pliegos del pueblo”, hasta el acuerdo por arriba que logró instalar la idea del cambio a la constitución como la puerta de entrada a la resolución de la crisis.

Como ya lo dijimos anteriormente, esta no es la crisis del pueblo y los sectores organizados, el pueblo solo vino a hacer evidente lo que ya sucedía, a transformar el murmullo y la resignación de rabia contenida en clamor popular de justicia. En ese sentido, esta es la crisis del bloque en el poder, no de los sectores populares. Allá ellos como se las ingenian en “la salida”, el pueblo debe seguir fortaleciendo las instancias de organización social, haciéndose más fuerte por la base, acumulando fuerzas para futuros enfrentamientos, así como debe ir afinando su estrategia para no ser instrumentalizados ni por los politiquillos de estos treinta años, ni por el narco y sus estructuras de organización que han pasado a la ofensiva en la disputa por el control territorial absoluto en muchas poblaciones.

Nada está escrito acerca de la resolución política de esta coyuntura y los escenarios pueden variar en cuestión de horas. El estado de ánimo del pueblo movilizado es cambiante y no puede establecerse claramente una tendencia al alza o baja de la protesta, variará de acuerdo a los hechos que vayan sucediendo, pues claramente queda mucha energía popular para seguir luchando. Por parte de la burguesía, se siente el desespero por el restablecimiento del orden a cualquier precio. La historia en ese sentido da lecciones claras de lo que se puede avecinar; parece ser que al interior de la burguesía y sectores militares, la disyuntiva es si sacar a los milicos con Piñera o a pesar de él. El ejecutivo, por su parte, espera tener un colchón mayor de legitimidad política y social para poder sacar el seguro de los fusiles que ya apuntan en posición de tiro.

La convención constituyente no ha pasado de ser un papelito firmado entre gallos y media noche, sin capacidad de operatoria política, que bien puede avanzar entre los vericuetos de la institucionalidad podrida o quedarse en el olvido bajo el paso de los tanques militares. El pueblo debe estar muy atento a los episodios de alto impacto social (doctrina del shock) que puedan allanar el camino a la respuesta represiva. Insistimos. Las tareas de los populares organizados y los revolucionarios, siguen siendo extender la protesta, cualificarla y fundamentalmente organizar territorialmente la fuerza popular en su diversidad frente a un enemigo común, no cediendo ante los chantajes de todo tipo para abrir paso a “la normalidad”. Esta Revuelta no fue un paréntesis, vino a patear el tablero de tecnócratas y corruptos, para dejar al rey desnudo frente a su creación.

Acumular experiencias de lucha y organización, traducidos en fuerza concreta, para los combates y desafíos que se avecinan, pues si algo está claro, es que esto recién comienza.
Quererse y apañarse, cuidarse y ejercer la solidaridad en la organización popular como baluarte distintivo de nuestra lucha.

Chile despertó, el gigante popular da sus primeros pasos firmes, necesario es vencer, pues sin justicia social no habrá paz.

Vamos Pueblo, por las grandes alamedas, con todas las fuerzas de la historia.

Vamos Construyendo Poder Popular.

 

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