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Apuntes sobre socialismo desde abajo y poder popular

De Buenos Aires a La Paz, por el camino largo

El presidente derrocado de Bolivia Juan Evo Morales Ayma inauguró de manera oficial el proceso para volver al poder. Lo hizo en el hotel Bauen de Buenos Aires, donde este domingo lideró un ampliado nacional de su partido, el Movimiento Al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos. En ese ámbito, se resolvió definir al futuro binomio presidencial, que competirá en las elecciones del año que viene, el próximo 19 de enero a través de una “reunión de alto nivel” que contará con la participación partidaria y de organizaciones sociales, campesinas y sindicales.

“Nuestra tarea es revertir el golpe con elecciones”, dijo Morales para dejar en claro que está dispuesto a competir electoralmente a pesar de saber de lo dificultoso que será, teniendo en cuenta que la oposición, hoy transformada en oficialismo, no estará dispuesta a salir del Palacio Quemado sin presentar batalla.

Desde el momento en que Morales comenzó a denunciar internacionalmente que sufría un golpe de Estado, tuvo que decidir entre dos caminos: defenderse en la calle o abandonar el gobierno para evitar una crisis social que indudablemente iba a provocar heridos y muertos. Una especie de resistir o subirse a la cañonera paraguaya. Eligió la segunda opción porque, afirma, “el derecho a la vida está por encima de cualquier derecho”. Es hasta el día de hoy que existen críticas al camino elegido, un camino que este fin de semana se profundizó.

De esta manera, el candidato que competirá en nombre del propio Morales, que no podrá presentarse porque el gobierno de facto dejó sin efecto el fallo del Tribunal Constitucional que lo habilitó el pasado octubre, será debatido por todos los sectores del MAS en Buenos Aires y no en Bolivia, como pedían algunas organizaciones. En la danza de nombres se encuentra el ex canciller David Choquehuanca, quien ya recibió el apoyo del Departamento de La Paz; el ex ministro de Economía y considerado el ideólogo del “boom boliviano” Luis Arce Catacora, el joven líder cocalero del Chapare, Andrónico Rodríguez -ya recibió el apoyo de Cochabamba-; el ex canciller Diego Pary y la ex presidenta del Senado Adriana Salvatierra. El único que estuvo presente en esta cumbre fue Pary, debido a que se encuentra como “refugiado” en el país.

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El principal objetivo de presentarse a las elecciones será no sólo ganar sino, además, defender “el proceso de cambio” iniciado por el propio Morales el 22 de enero de 2006, que hoy corre riesgo. “Primero está el proyecto político de liberación”, aseguró. Además, el acto sirvió para mostrar la unidad del partido bajo su liderazgo en momentos en que comenzaron a surgir disputas internas por el camino elegido luego del golpe y por las posibles candidaturas. No fue casualidad que una de las primeras frases que dijo el propio Morales haya sido: “Estamos unidos”. Otro ejemplo de esto fue que se presentó por primera vez, desde su llegada a la Argentina, con un distintivo sindical como los que solía usar en su país: se subió al escenario con un casco de la Federación Departamental de Cooperativas Mineras de La Paz (Fedecomin). Los sindicatos son una parte fundamental del movimiento y uno de los sectores sociales más importantes de todo el país.

El acto sirvió para mostrar la unidad del partido bajo su liderazgo en momentos en que comenzaron a surgir disputas internas por el camino elegido luego del golpe y por las posibles candidaturas.

El camino que deberá recorrer el MAS para ganar las elecciones será muy dificultoso. El gobierno de facto de Bolivia ha demostrado ser, a través de acciones y declaraciones, profundamente racista, violento y revanchista con todo lo que esté relacionado con Morales. El actual ministro de Gobierno, Arturo Murillo, prometió “cazar” a algunos de sus ministros; se han eliminado los distintivos de Morales de planes sociales, de proyectos y de obras públicas; se han llevado a cabo políticas económicas y políticas contrarias a los preceptos del gobierno del MAS y, además, todavía existen personas heridas y desaparecidas. Asimismo, una importante cantidad de ministros de Morales se encuentra asilada en diferentes embajadas en La Paz sin poder salir a la calle.

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Muestra del riesgo y del temor que existe en estos sectores fue el hecho de que este domingo algunos participantes de la reunión pedían no ser fotografiados por la prensa por el temor a ser procesados por “sedición y terrorismo” al volver a su país.

Asimismo, en las últimas horas el actual presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero Ballivián, declaró en una entrevista con un medio argentino que “en las próximas semanas" el organismo decidirá "si se anula la sigla del MAS”. La amenaza de proscribir al partido de Morales es un riesgo latente y algunos sectores que componen la actual administración lo han declarado públicamente. Sobre este tema, Morales declaró que implicaría prohibir al partido más grande de la historia del país y que sería un “error garrafal totalmente antidemocrático”.

A pesar de lo dificultoso que será el proceso electoral para su partido, Morales intentó quitarle dramatismo y recordó que durante su carrera política, que comenzó como sindicalista cocalero en Cochabamba, fue perseguido, torturado, encarcelado y expulsado del Congreso cuando era diputado. Asimismo, rememoró los comienzos del MAS y las prohibiciones que también sufrió en el pasado en un intento de demostrar que, si fue posible ganar en el pasado, también lo será en el futuro. “Tengo mucha confianza porque hay mucha reflexión”, aseguró y afirmó que su partido atraviesa un profundo proceso de autocrítica para no cometer errores en el futuro.

Este domingo, el MAS inauguró lo que será un arduo camino electoral para volver a la Casa Grande del Pueblo, como se denomina la casa de gobierno construida por su administración. Evo Morales lo sabe y lo advierte: “Cuando Estados Unidos muerde, no suelta”, dice. A pesar de esto, el MAS decidió prepararse, presentarse y competir y, además, asegura que ganará.

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Fuente: letrap.com.ar/nota/2019-12-30-8-6-0-de-buenos-aires-a-la-paz-por-el-camino-largo

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