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“A Guadalupe la abandonaron. La abandonó el Estado”

Especial para Contrahegemonia – El martes 23 de febrero por la noche Guadalupe Curual, de 21 años, era asesinada en manos de su ex pareja, Bautista Quintriqueo, sobre la Avenida Arrayanes ubicada en el centro turístico de Villa La Angostura. La joven había denunciado a su femicida al menos tres veces durante el último año y medio, tanto en la comisaría del pueblo como dentro de la oficina específica de Violencia Familiar del Poder Judicial. Desde la primera denuncia, la Justicia había ordenado una restricción perimetral para que el agresor no pudiera acercarse a la denunciante. Sin embargo, el 11 de enero, Guadalupe había vuelto a recurrir a las autoridades porque Quintrinqueo no cumplía la orden, y a principios de febrero volvió a advertir sobre la situación ante la Oficina de Violencia del Poder Judicial. “La perimetral no fue controlada por nadie. Él llegaba hasta la puerta de su casa” relató Valeria Navarro, ex concejala de Villa La Angostura, agregando también que durante los últimos dos días, el femicida le enviaba mensajes “diciéndole tal cual cómo la iba a matar”. “A Guada la mató un asesino, pero también la mató la desidia de quienes tienen que resguardar los derechos de las mujeres” añadió.

Desde entonces vecinas y vecines autoconvocadxs se vienen organizando, realizando marchas y asambleas populares, reuniéndose cada noche en el lugar donde Guadalupe fue asesinada. Este lunes 1º de Marzo se movilizaron en las puertas del Concejo Deliberante y consiguieron que se convocara una sesión extraordinaria que culminó con la declaración del estado de emergencia por violencia de género en la localidad.

En este marco hablamos con la China, quien milita en Wakoldas, el espacio feminista del colectivo del barrio del Frente Popular Darío Santillán Corriente Plurinacional, y nos relata cómo surgió esta experiencia, cuáles son los pasos a seguir y cómo continúa la causa de Guadalupe luego de que ayer el juez Videla renunciara a su cargo y Quintriqueo falleciera en el hospital.

¿Cuál fue la postura del Municipio y de la justicia ante el femicidio de Guadalupe?

Mari Mari, pu lamien. Hola a todes, quien les habla acá es la China, participante de Wakoldas, espacio feminista del colectivo del barrio del Frente Popular Darío Santillán Corriente Plurinacional. Acá trabajando en La Angostura hace tres años y medio, ya van a ser casi cuatro.

Les cuento un poco primero cuál fue la postura del municipio y de la justicia ante el femicidio de Guadalupe. Sinceramente siento que no se lo esperaban, que no estaba la temática de género en el pueblo, pese a que además de nosotras hay otras grupas feministas que trabajan y visibilizan la temática y generan redes y espacios de conversación y contención. No es ni para la justicia ni para el municipio de Villa La Angostura prioridad, ni siquiera uno de los temas de agenda. Así que siento que la postura que tuvieron la verdad que no fue la que esperábamos ni la que deseamos para nada. Estaban desconcertades ante lo que pasaba, de los reclamos, de todas las denuncias que compañeras y vecinas les hacían en la cara, tanto cuando estuvimos en fiscalía el miércoles pasado como el día de ayer, que declararon la emergencia frente al concejo. Sinceramente muy poca empatía, muy poca sensibilidad para tocar el tema, para hablarnos, para respondernos. Poca información, ni de cuestiones de violencia de género ni de cuestiones de las reglamentaciones que existen ni de sus deberes y obligaciones. La sensibilidad que demostraron fue un reclamo, fuimos a pedirles que por favor sientan empatía con lo que estaba pasando. Lo poco que mostraron fue por los pedidos de las vecinas autoconvocadas, cargados con mucho enojo, con mucho dolor.

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¿Cómo fueron los días posteriores y cómo se gestó este proceso organizativo que terminó con la declaración del estado de emergencia por violencia de género por parte del Concejo Deliberante?

El miércoles pasado a la mañana hubo una convocatoria abierta. Fue más la presencia de las vecinas y los vecinos que se acercaron, por sentir que algo había que hacer, que había que escuchar porqué pasó lo que pasó, qué era lo que estaba pasando en el pueblo. Muchas personas quizás eran sobrevivientes de violencia, elles o algún familiar o alguna vecina, alguna conocida o amistad. Y era acercarse e intentar entender qué es la problemática. También estaban quienes la militan y la trabajan y luchan contra ella desde hace mucho tiempo. Pero fue todo autoconvocado, fue todo espontáneo y en el momento. Con muchas intenciones de transformar todo ese dolor y esa angustia en algo, que no quede en la nada. La verdad que la visibilización de los femicidios en los últimos años, la ola verde más un montón de cuestiones que empezaron a ser agenda en los medios, hicieron germinar ciertas inquietudes y ciertas empatías por parte de la población que quizás antes era indiferente. Eso fue lo que pasó, siento que la gente se acercó desde ese lugar.

Había mucha indignación, mucha rabia y desbordaba, desborda la cantidad de casos de potenciales femicidas en el pueblo, personas muy violentas y muy impunes, que trabajan dentro de las instituciones, que trabajan dentro de la municipalidad, dentro de sus áreas, en desarrollo social, en el juzgado, en la comisaría, en el hospital. Abusadores sexuales denunciados que también están trabajando ahí, pedófilos. Hay una violencia machista muy tremenda, y todos estos casos se combatían en soledad, hay muy pocos la verdad que llegan y se conocen.

Nosotras en Wakoldas trabajamos en acompañamientos y siento que es una mínima porción de lo que sucede en el pueblo. Realmente la gente que necesita acompañamiento y necesita revertir sus realidades, es muy poco lo que llega a nuestro espacio y a las instituciones, o que tienen algún cauce de denuncias. La gente se acercó a buscar información, a buscar respuestas y a compartir su historia desde el dolor también. Y todo lo que sucedió, sucedió de manera autoconvocada. Nosotras como organización somos pocas, alrededor de 11 compañeras y compañeres, y hubo muchas personas pidiéndonos que las acompañemos, que las escuchemos, que qué hacemos, cómo avanzamos. Pidiéndonos respuestas, respuestas que tendría que dar la justicia. A nosotras como orga lo que nos sucedió –que fue lo que se fue dando, nada fue pensado o planificado– fue empezar a compartir nuestras herramientas de organización. Entender que hay mucho que decir, hay mucha necesidad de escucharnos y contenernos entre nosotras, porque el femicidio de Guadalupe a cada persona le interpeló y le tocó una fibra muy personal y muy íntima también. Entonces la pregunta fue qué hacemos con esto que hoy nos convoca.

Y lo que hacemos es una asamblea abierta. Vernos las caras, contener y escuchar en un ámbito cuidado, privado, en un ámbito circular donde la palabra y la voz sea respetada y todas podamos hablar. Eso fue lo primero que surgió; primero las marchas, primero la impotencia, lo que sucedió en fiscalía y luego estas asambleas. Esto se sostuvo con un plan de acción inmediato, la verdad que enseguida las que tomaron la posta fueron las pibas, las que le ponen más newén, más fuerza en las calles son ellas, las que nos incitan a continuar y a no abandonar son ellas. Lo que surgió es una marcha, ir a armar un altar en el lugar del femicidio de Guadalupe, que fue en la punta de la Avenida Arrayanes, realmente en la cara de todes. Seguir visibilizándolo, que ese lugar no quede tapado por el turismo, que es lo que siempre se hace. Villa La Angostura es un lugar muy clasista y muy racista, en donde la prioridad siempre es el turismo y la ganancia para las personas que se benefician de esto, del trabajo precario de nuestras compañeras y nuestras vecinas y que se enriquecen a costa del turismo y la belleza explotándolas. Entonces dijimos “esto no va a quedar así: vamos a visibilizar el lugar donde asesinaron a Guadalupe, vamos a encontrarnos ahí todos los días a las 19hs y vamos a marchar”.

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Surgió espontáneamente también, antes de las marchas hacer asambleas. Enseguida lo que nosotras pudimos aportar fue “bueno, hay mucho que hacer, hay mucho enojo, canalicemos esto, aprovechemos esta fuerza y canalicémosla en tener respuestas concretas”. Así es como nos empezamos a dividir en comisiones, en donde cada persona se acercaba al espacio que la hacía sentir más convocada o con más ganas de meterle. Se armaron comisiones de arte, comisiones de prensa para organizarnos y visibilizar el próximo 8 de Marzo como día fuerte de lucha y también para acompañar lo que viene sucediendo. El caso de la familia de Guadalupe y todas estas normativas, todos nuestros deseos e ideas de que algo realmente cambie. Eso fue también lo que surgió el 1 de Marzo, cuando nos acercamos al concejo, era la primera sesión del año del Concejo y fuimos muy decididas a reclamar que se declare el estado de emergencia en violencia de género en nuestro pueblo.

¿Qué implica la declaración del estado de emergencia? ¿Cómo sigue la causa de Guadalupe y cuáles son los pasos a seguir de las organizaciones y colectivas feministas de Villa La Angostura a partir de acá?

El estado de emergencia en violencia de género significa que los protocolos que existían –o que no existían– y las leyes que existen, que tienen muchas herramientas en cuanto a violencia de género, en cuanto a educación sexual, en cuanto a protección de personas sobrevivientes de violencias, se apliquen de forma real y concreta. Son prioridad en este momento y la aplicación es ya. Esa es una de las cuestiones que implica que se declare emergencia. Y también implica que haya un presupuesto, recursos destinados a esto, ahora es prioridad, así como lo fue el Covid en su momento, así como lo fue el volcán que explotó acá. Todos esos estados de emergencia, así como se destinó el presupuesto para eso, ahora se va a empezar a destinar para tratar la problemática de violencia de género.

Sentimos que es una mínima reparación y que llega más que tarde. Las personas que trabajamos contra las violencias en general y particularmente la violencia de género, veníamos reclamando que se declare estado de emergencia no solamente en la localidad sino a nivel nacional desde un principio. Siempre fuimos ninguneadas, ninguneades, siempre se nos reían en la cara, nos postergaban, nos pedían burocracias absurdas. Y este lunes 1º de Marzo el poder popular feminista manifestado y en las calles frente al Concejo no dio tregua hasta que eso salió, presionó muchísimo. Es una mínima reparación, pero una manera de empezar a trabajar de una vez por todas en lo que tanto necesitábamos, lo que tanto reclamábamos.

Así que en esas estamos, organizándonos también para ser nosotras y nosotres quienes decidamos qué se va a hacer con ese presupuesto, a dónde se va a destinar, cómo se va a trabajar, en qué lugares, cuánto tiempo, qué capacitaciones se van a hacer. La verdad que es tanto el abuso que hemos padecido y la negligencia por parte de las personas que trabajan en los lugares de poder, en el Ejecutivo y en las distintas instituciones del pueblo, que ya dijimos basta. Esta declaración de emergencia implica que ahora se nos empiece a escuchar. Había mucha indignación y mucha rabia, mientras algunos concejales nos decían “bueno, sí, acá se capacita con la Ley Micaela”. Cuando en realidad, las compañeras que fueron las que capacitaron contaban que hicieron en un año un encuentro de dos horas. Y se entregaron muchos certificados truchos además. Eso no es capacitación de Ley Micaela. Dejen de mentirnos en la cara, dejen de manipularnos y reírse de nosotras y nosotres. Sabemos que las capacitaciones implican muchísimo más y que hay que trabajar principalmente con las sensibilidades, y tenemos recontra en claro que ellos que ya demostraron que no están a la altura de responder a nuestras demandas, que se corran de sus lugares, que hagan lugar a compañeras y compañeres que están formades, que se vienen capacitando, que trabajan en la temática y conocen el territorio y que podrían estar en sus lugares y hacer un trabajo muchísimo mejor.

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Hoy 2 de Marzo, falleció el femicida Bautista Quintriqueo, con mucha bronca e indignación porque justicia era que él cumpla condena en prisión. Él entró al hospital con heridas leves, porque tuvo heridas leves. Se quiso suicidar estando ahí adentro, supuestamente estando custodiado. A los dos días aparece parapléjico. Entendemos y suponemos qué pasó, no sabemos quiénes son las personas responsables, pero sí sabemos que no hay lógica en que una persona entre con heridas leves y termine muriendo y parapléjico y con intentos de suicidios. No es justicia para nosotras; de hecho hay mucha indignación. Pero sabemos también que a Guadalupe la abandonaron. La abandonó el Estado y, cuando decimos el Estado, en este caso, hay nombres y apellidos de funcionarios que decidieron y que trabajan de manera negligente, que lo han hecho desde siempre y que están a punto de jubilarse habiendo trabajado de manera negligente. Ellos son los responsables del femicidio de Guadalupe y también son responsables del abandono de muchas otras personas que padecen la violencia de género. Justicia para nosotras, ahora más que nunca, es el juicio político al juez Videla, a los fiscales Rubio y De Lillo y a muchas personas que en distintos lugares e instituciones fueron responsables, como el comisario de Villa La Angostura. La lista es larga…

Ahora estamos esperando que el gobernador Gutiérrez no le acepte la renuncia al juez Videla, que ayer renunció. Está a dos meses de jubilarse y no queremos que tenga esos privilegios que no merece; que vaya a juicio político. De la causa de Guadalupe la verdad no hay mucha información, porque hay cuestiones poco claras dentro de todo. Por ejemplo, la muerte de Bautista Quintriqueo, la multa que pagó Bautista para liberarse de los 5 días de prisión que le correspondían, las denuncias que nunca salieron de la oficina de violencias, las denuncias que nunca supuestamente llegaron a los fiscales. No hay nada claro. La familia está muy angustiada, entendible con el momento que están pasando. Hay una beba de 1 año y medio que quedó sin mamá y sin papá y es muy triste. No sabemos bien quién es el abogado que representa a la familia; eso todavía se está decidiendo, es reciente. Hay que ver cómo va a seguir la causa.

Cuentan con nuestro apoyo para hacer juicio al Estado, porque a Guadalupe también la mató el Estado. Y desde esta asamblea autoconvocada feminista que empezó a gestarse luego su femicidio, mucha fuerza para seguir haciendo presencia en la calle, mucha fuerza para que ahora que salió la declaración de emergencia saber y estar bien presentes en qué se va a destinar esa plata. Vamos a empezar a pedir un Concejo Autónomo de Mujeres y Disidencias para ser nosotras y nosotres quienes decidamos qué se hace y cómo se hace, porque somos las personas que mejor conocemos el territorio, que sabemos qué es lo que necesitamos y cómo cuidarnos, porque es lo que hemos venido haciendo todo este tiempo. Esperamos que se declare la emergencia en violencia de género a nivel nacional, que todo este newén, toda esta fuerza, se multiplique y se replique en cada lugar. Porque sabemos que La Angostura no es un caso excepcional y queremos que las redes que tejemos con organizaciones feministas, con medios de comunicación feministas, con personas que con empatía y sensibilidad tocan la temática, luchan contra ella, se fortalezcan. Lo necesitamos ahora más que nunca, necesitamos estar unidas y unides y avanzar. Sentimos que es el momento.

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