Los números reales de los recursos económicos destinados para este tipo de fenómenos, de una tendencia mundial creciente. La falta de decisión política contrasta con la autoorganización de la población en general.
Los daños materiales y humanos producidos por los incendios forestales en Chubut y Río Negro por el momento son incuantificables. #ArdeLaPatagonia recorre las redes sociales con un dramatismo y dolor similar a los catastróficos incendios del Amazonas y de Australia. O sin ir más lejos, los que golpearon Córdoba y el Delta del Paraná en 2020.
El origen de los múltiples focos detectados en El Bolsón, Lago Puelo, El Hoyo, El Maitén, Cholila, aún no ha sido determinado. Se tejen hipótesis que oscilan entre la “intencionalidad” y la desidia; van desde explosiones de transformadores de tendido eléctrico ubicados sobre zonas boscosas (hechos que si no generan incendios producen cortes de luz casi cotidianos), producto del deterioro y falta de mantenimiento de los equipos, algunos adjudican esta explicación al incendio en Esquel en marzo de 2020; poderosos intereses terratenientes e inmobiliarios en la zona; ridículas adjudicaciones a la “RAM”.
Ademanes políticamente correctos
Por estas horas hemos contemplado una enorme movilización discursiva de funcionarios provinciales y nacionales, que han invocado conjuros semánticos como el refrendado de la “Emergencia Ígnea”, o la declaración de “Zona de Catástrofe”; han denunciado penalmente y a cuenta a los eventuales responsables; han tuiteado con fervor y congoja; se han tomado helicópteros para “sobrevolar la Zona”, y demás ademanes políticamente correctos y esperables.
Pero los incendios, al margen de que es necesario clarificar su origen y que se ven agravados por un innegable cambio climático (también de origen político y económico), no se combaten con “zaraza” sino con más presupuesto, con recursos económicos. Indicador ineludible a la hora de medir el real interés político sobre un tema determinado de la vida en sociedad.
¿Cuáles son los números de los presupuestos que destinan los diferentes gobiernos para combatir los incendios forestales? ¿Cuánto han variado tras un año 2020 donde en Argentina se incendiaron casi un millón de hectáreas?
Los números de provincia y nación
A nivel provincia de Chubut, si bien los recursos que se destinan a este tipo de fenómenos provienen de diferentes ministerios y secretarías, el presupuesto 2021 de la Secretaría de Bosques es de $634.034.055, el 0,49% del presupuesto total (129.000 millones de pesos).
Cabe mencionar que l@s trabajadores de Servicios Públicos (que hacen el mantenimiento eléctrico), Brigadistas y Bomberos Voluntarios no escapan a los crónicos incumplimientos salariales del gobierno de Arcioni.
Brigadistas del Servicio Provincial del Manejo del Fuego denuncian que la indumentaria necesaria para combatir los incendios, mal llamada “ignífuga”, no es entregada desde hace 5 o 6 años. “En algunos casos no tenemos ni nafta para los vehículos, pero cuando suceden este tipo de cosas hacen malabares y algunos recursos aparecen”, dijo una fuente del sector a MILPATAGONIAS.
En lo urgente, en concreto, el gobierno provincial anunció recursos que huelen a poco: el desembolso de 10 millones de pesos en el marco de la Emergencia Ígnea, la Legislatura provincial aportará casi dos millones, también se anunció el envío de insumos a través del Ministerio de Desarrollo Social, Familia, Mujer y Juventud, hay que decirlo, caracterizado en los últimos años por una abundante rotación de funcionarios denunciados por corrupción.

A nivel nacional, el Presupuesto 2021 arroja un recorte nominal del 30% en el Plan Nacional de Manejo del Fuego, actualmente en $282.876.383. En 2020 fue de $441.337.398. Desde 2017, dicha dependencia se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Seguridad de Nación.
Se estipuló un aumento de 917 millones de pesos en Protección Civil y Riesgos de Desastres. Según un estudio del Instituto de Finanzas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), los países en general destinan el 1% de su PBI para reparar los daños por incendios forestales. En Argentina eso equivale a 4000 millones de dólares, es decir 340.000 millones de pesos. El presupuesto votado para 2021 en este rubro es de 4085 millones de pesos: el 1,2% de lo que se invierte en otros países.
En diciembre de 2020 se ha creado un Fondo Nacional de Manejo del Fuego, capitalizado por: “subvenciones, donaciones, legados, aportes y transferencias de otras reparticiones o de personas físicas o jurídicas, de organismos nacionales y/o internacionales”; “recursos que fijen leyes especiales”; “recursos no utilizados del Fondo, provenientes de ejercicios anteriores”; y “una contribución obligatoria del tres por mil (3‰) de las primas de seguros excepto las del ramo vida, a cargo de las aseguradoras”, es decir un nuevo impuesto para las y los contribuyentes en general. Un fondo que a fines de 2021 podría recaudar en este concepto 1700 millones de pesos.
Estos recursos también se licuan al ritmo de una inflación que ronda el 4% mensual y de una devaluación a cuentagotas del peso.

Historia reciente y un contraste
Hay que señalar que el vaciamiento de estas dependencias estatales no es mérito exclusivo del gobierno actual. Un análisis realizado por la organización ambiental FARN puso la lupa sobre áreas que controlaban el Sistema del Manejo de Fuego en gobiernos anteriores. Como ya hemos señalado, desde 2017 el área pasó a estar bajo la órbita del ministerio de Seguridad, en ese momento en manos de Patricia Bullrich. “Si se analizan los datos para la ejecución sólo el 54% de los fondos presupuestados para 2018 fueron ejecutados. Es decir, sólo la mitad (152 millones de 300 millones) fueron efectivamente erogados en tal actividad” explica dicho informe.
El presidente Alberto Fernández tuiteó el envío de la friolera de… 2 helicópteros, 3 aviones hidrantes, 2 autobombas y 104 brigadistas…
La desidia y la falta de decisión política a la hora de destinar recursos materiales para el combate de los incendios forestales, contrasta poderosamente con el nivel de solidaridad y autoorganización de la población en general, que ha puesto en pie cientos de bocas de salida de donaciones de todo tipo, recursos necesarios para vecinas y vecinos que han perdido todo, y para el personal que aún combate el fuego.
Crecen las llamas, bajan los presupuestos.
Fuente: milpatagonias