La segunda ola del Covid está pegando con fuerza en nuestro país y obligó a un conjunto de restricciones que incluyeron la suspensión de la educación presencial.
Llamó la atención que cuando la Ministra Adriana Cantero informó sobre esta medida el pasado 21 de mayo sostuvo que en esos días tampoco iba a haber educación virtual. La responsable del área justificó esta definición en la idea de evitar la desigualdad teniendo en cuenta que una parte importante de la población escolar no cuenta con los dispositivos o la conectividad necesarios. Más allá del pésimo criterio de igualar para abajo, el interrogante que se impone luego de casi un año y medio de pandemia es el de qué han hecho las autoridades educativas de la Nación y de nuestra provincia para paliar esta situación.
En esta nota nos vamos a detener en lo relacionado con los soportes tecnológicos necesarios para la educación en estos tiempos. En otra tomaremos la problemática de la “conectividad”.
2010-2019: del Plan Conectar Igualdad a la nada
Desde hace ya muchos años las computadoras y los teléfonos celulares vienen ocupando un lugar creciente en nuestras vidas en general y en la educación en particular.
El Programa Conectar Igualdad lanzado en el año 2010 con Alberto Sileoni en el Ministerio de Educación de la Nación fue una respuesta ambiciosa e importante a esta nueva realidad. Los años 2013 y 2014 fueron los de más alta inversión; se entregaron millones de computadoras a docentes y estudiantes del nivel secundario y de formación docente y se garantizó la conectividad de miles de escuelas en todo el territorio nacional.
El cambio de gobierno y la llegada de Esteban Bullrich a Educación significó el cierre de este Programa y su reemplazo, en el año 2018, por el Plan Aprender Conectados. Pero lo fundamental fue la brutal caída de la inversión en este rubro y la falta de entrega de equipos en las escuelas. El entonces presidente Mauricio Macri cuestionó el suministro de computadoras con una frase notable: “Es como repartir asado y no tener parrilla”.

Los datos del cuadro primero son elocuentes, desde el pico en el 2013 se va dibujando una pronunciada caída que ya en el 2019, final de la gestión anterior, es de derrumbe. Los $1059 millones de este año son apenas el 6% de la inversión de 6 años antes y, más dramáticamente, si vamos a la inversión en equipos (bienes de uso) bajamos a menos del 2% de lo invertido en 2013.
El resultado concreto en la entrega de equipos se puede observar en el gráfico.

Con toda razón la oposición de aquel período no se cansó de criticar este brutal recorte impuesto por la gestión de Cambiemos.
2020: nuevo gobierno y pandemia sin dispositivos
Era esperable que con la llegada al gobierno del Frente de Todos se recuperara el camino iniciado con el Programa Conectar Igualdad. Muchos más con el corte de la educación presencial con la imposición del ASPO en marzo del 2020. Pero nada de esto ocurrió. Desde el Poder Ejecutivo la tónica en este punto fue la de continuar denunciando el ajuste macrista, como si siguieran en la oposición. Cada docente, cada estudiante, cada familia quedó librado a su propia suerte. A lo sumo se distribuyeron unas pocas computadoras que había quedado olvidadas en algún depósito. No conozco de una sola computadora entregada en la provincia de Santa Fe durante el año pasado y el comienzo de este. Fue necesario recurrir a los recursos de cada hogar. Una carga extra al bolsillo docente y de cada familia. Fue un tremendo salto en la desigualdad educativa.
En mayo del año pasado los compañeros y compañeras del SUTEF, el sindicato docente de Tierra del Fuego, presentaron a las autoridades de su provincia y de la Nación un proyecto de ley para que se impulsara el reparto masivo de netbooks fabricadas en aquella región. La campaña llevaba el nombre de Inclusión e Igualdad con Producción Fueguina pero no logró mayores respuestas.
Recién ahora, más de un año después, el gobierno anunció la entrega en la segunda mitad de este año de algo más de 630 mil netbooks en el marco del Plan Federal Juana Manso. Según las declaraciones oficiales la propuesta apunta a los estudiantes de los sectores más vulnerables y se iniciaría con una primera entrega de 80 mil computadoras en julio.
Valorando la importancia de cada equipo que llega a un estudiante que lo necesita, no podemos dejar de alarmarnos por la demora y las tremendas limitaciones de la propuesta. En el sistema educativo hay más de 13 millones de estudiantes y después de un año y medio de pandemia la propuesta del gobierno es entregarle equipos a menos del 5%. ¿Cuándo los recibirán el 95% restante? ¿Por qué en el año 2013 -sin las necesidades educativas particulares que impuso la pandemia- se pudieron entregar más de 1,6 millones de equipos y en estos dos años apenas algo más de la tercera parte de esa cifra? ¿Los docentes debemos seguir cubriendo la necesidad de esta herramienta de trabajo con un salario que sigue cayendo?
Sabemos que la situación es compleja. Que sobran las necesidades y escasean los recursos. Pero no deja de llamar la atención la distancia entre la importancia otorgada por el conjunto de la sociedad a la educación en estos tiempos y la falta de respuestas de nuestros gobernantes.
Juan Pablo Casiello – Secretario Gremial Amsafe Rosario
Ilustración: Salomón, 22 de abril de 2020.