Estamos asistiendo de manera presencial como se estila decir ahora, a una pandemia mundial que viene mostrando la sin razón de este sistema capitalista criminal. Seguimos siendo igualmente relativamente pocos quienes pensamos que la nueva normalidad no debe contener nada de la antigua normalidad opresiva, que el capitalismo no va más.
El mundo es un lugar cruel y la pandemia sólo amplificó el sufrimiento de les de abajo, la sobreexplotación de la clase trabajadora continua mientras nos venden espejitos de colores sobre capitalismos verdes, progresistas (panperonistas en la argentina), con una insuficiente dieta come sapos. Acá nos dicen la patria es el otro, parece ser que todes son patria y nadie es el otro en este gobierno.
El hambre crece en la patria conurbana pero gracias a los mecanismos de contención social, que tienen ciertamente su cúspide en la cooptación de muchas organizaciones sociales y populares no pasa nada, o en realidad pasa pero de a poco y desde abajo, ante todo además algo ocurrió, estamos más solos, somos menos quienes en nuestras dieta no nos alimentamos de sapos, quienes no sabemos de peleas por carguitos estatales, por electoralismos, por pujas interburguesas.
Pasó otro 26 de junio y sabemos que ese fuego rebelde, plebeyo y popular está ahí, aún nos alimenta y espera. Pero ciertamente los mecanismos de opresión han encontrado en la pandemia la mejor manera de aislarnos, de contenernos y así, alimentar el ethos del capital: individualismo darwinista del más apto, consumo de mercancías como realización efectiva del yo, un yo ahora que se vende-vive de manera virtual, unas cadenas esclavistas que aún están en la formación de los sujetos.
Pero ¿Qué sería del mundo sin el proyecto socialista? ¿Sin los socialismos? Somos nosotres quienes observando y estudiando los mecanismos de opresión, la materialidad capitalista y los intersticios del modelo civilizatorio capitalista, construimos (revolucionamos sería más preciso) la redención de la humanidad.
Después del derrumbe del bloque soviético o del denominado socialismo realmente existente, los capitalistas se golpeaban el pecho orgullos, pero ahí en un recóndito lugar prendieron algunas luces les zapatistas, que ahí estaban pues, con elles aprendimos algo y desaprendimos mucho del dogmatismo escolástico que hace escuela en muchas izquierdas.
Al tiempo vino Chávez, volviendo a poner el nombre socialismo en primera plana, pero esta vez con apellido: siglo XXI. El proyecto comunal en la Venezuela Chavista nos dio nuevas luces y caminos como así algunas preguntas, ¿es mayor presencia y crecimiento del Estado solidaridad social? ¿Es el Estado comunal una transición hacia el socialismo? Pero también implicó afirmamos en la siguiente pregunta: ¿Qué sería de la humanidad sin el socialismo? Hasta debemos recordar que los así llamados Estados de bienestar social, son la respuesta del capital al proyecto revolucionario socialista, es esa una concesión para cambiar algo y que no cambie nada.
Y qué pasa si la revolución socialista no es un acto único de la toma del poder, y qué pasa si no alcanza con tomar las medios de producción, y qué pasa si el autoritarismo no forma parte de la sustancia del socialismo, cómo haremos la revolución sin transformarnos en opresores, liberar el capitalista de aquello que lo hace a él, opresor, ¿a nosotres en qué nos convierte? Preguntas que tienen varias respuestas, preguntas que hay que hacer, para escuchar y aprender y construir con otres que no son patria, son humanidad.
Por cierto no queremos ser más esta humanidad queremos ser otra, algunos a ello le llamamos socialismo, algunos le agregan apellido, desde científico a siglo XXI hasta libertario o desde abajo, algunos otros prefieren no nombrar-nombrarse, hay muchas fuentes desde donde beber del necesario socialismo, pero sobre todo su necesidad, la necesidad de que los socialismos existan, ello es absolutamente claro para que la dignidad sea costumbre en un mundo que quepan muchos mundos.
Para todos, todo
Damián Ravenna
Presidente
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos Zona Norte de la Provincia de Buenos Aires
APDH ZONA NORTE