Para entrar en situación, y para que tengan una idea del clima que se respira en Simón Planas, me gustaría comenzar contándoles que llegué a Sarare, la capital del municipio, el pasado domingo 1 de agosto alrededor de las 4 pm, directo a una reunión del equipo de campaña ampliado del compañero Ángel Prado, referente de la Comuna Socialista El Maizal, y precandidato a alcalde. Más que una reunión de trabajo, era un acto público: allí habrían unas quinientas personas que, más que escuchar atentamente, que lo hacían, aupaban cada una de las intervenciones de los distintos responsables de las comisiones de trabajo. Allí habremos estado tal vez una hora más: el acto culminó con la intervención de Ángel, y de allí se fue junto a unos cien compañeros y compañeras a un sector llamado Gloria Sur, relativamente cerca del lugar donde se estaba desarrollando la reunión, y estuvieron en un casa por casa hasta pasadas las 10 pm. La jornada, que cerró con otro discurso de Ángel, habrá terminado alrededor de las 11 pm. Recuerdo haber pensando en ese momento: ¿en cuántos lugares de Venezuela, en día domingo y a esas horas, estaría culminando un casa por casa? Muy probablemente en muy pocos, si no en ninguno.
¿Por qué sucede esto en Simón Planas?
¿Qué es lo que distingue la campaña que lleva a cabo Ángel Prado junto al equipo que le rodea?
¿Qué es lo que hace de la Comuna Socialista El Maizal la referencia política nacional e internacional que sin duda es?
¿Por qué el movimiento comunero de Simón Planas ha decidido disputar la alcaldía?
¿Qué implicaciones podría tener esta decisión tanto para El Maizal como para la Unión Comunera?
Intentamos responder estas preguntas en una nueva entrega de Espacio Alcalino.
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