Estos son días difíciles, nuestros hermanxs, nuestros amigxs, los hijxs y hermanxs de nuestras hermanas llevan días en la montaña, En Lof QuemQuemTrew, Cuesta del Ternero, asediadxs, perseguidxs por las fuerzas represoras de un gobierno que trabaja para los empresarios ricos y blancos. Han detenido a varios de nuestros lamngen, los han judicializado, los han criminalizado en los medios. Y desde el viernes muchos de ellos resisten en el territorio, nos sabemos si están heridos, si han comido algo, no sabemos si están vivos.
Recién hoy, lunes, se permite el acceso de cuatro personas de Pueblos Originarios y Derechos Humanos, pero no pueden llevar alimentos y deben permanecer con custodia. Todos los derechos se han violado.
Y pese a ese panorama, que es una cacería humana en pleno siglo XXI, parece no importar tanto en las ciudades. Les indignó lo que pasa en Afganistán, reclamaron por la muerte de Floyd, denunciaron el racismo en Estados Unidos. Pero cuando persiguen a los pueblos originarios que están cerquita, esos pibes, esxs niñxs y mujeres que conocen de la calle, de las marchas, de las escuelas, esxs morochxs, esas vidas no parecen importar tanto.
No les pedimos, les exigimos que difundan lo que está ocurriendo, les exigimos que se manifiesten.
Nosotras y nosotros, pu mapuche, lxs que hablamos con la tierra y con el agua, lxs que caminamos con nuestros ancestros, vamos a seguir reconstruyendo nuestro pueblo, un pueblo en declarada lucha contra toda forma de extractivismo que dañe a nuestro (sí, nuestro) territorio.