Chiapas: ¿Crisis migratoria o crimen de estados?
55 personas migrantes fallecieron y muchas resultaron heridos y heridas, al volcar un tráiler en el que eran transportadas. Esto sucedió en Chiapas, México, el 9 de diciembre. Entre esas personas viajaban al menos 95 guatemaltecas y guatemaltecos, la mayoría perteneciente al pueblo maya K´iché, 3 de República Dominicana, 1 de México, 1 de Ecuador, 1 de Honduras.
Había por lo menos 19 menores de edad. ¡No son números que se suman a otros números! Son madres, padres, hijos e hijas, hermanas y hermanos, niñeces. ¿Migrantes algunas? ¿Víctimas de trata? Las personas descartadas por la violencia colonial, racista, patriarcal, capitalista, iban hacinadas en la caja del transporte de carga, cuyo chofer huyó. Las fronteras fueron creadas por el estado colonial, sus leyes, policías y políticas migratorias, que vuelven un crimen el andar los caminos y hacen de la migración una trampa mortal.
La tragedia deja nuevamente en claro que, el anonimato y las condiciones en las que las personas migrantes se ven forzadas a transitar, son mortales. La militarización de las fronteras, el control de los caminos para liberar el tránsito de las mercancías, de la droga, de las personas esclavizadas pero no de las personas libres, la falta de acceso a los procedimientos de asilo y regularización migratoria, hacen que cotidianamente las personas migrantes arriesguen sus vidas en un tránsito peligroso y humillante. Hay muchos rumores sobre las causas del accidente, que deberán ser investigadas con rigor.
Entre ellos circula que quien manejaba el tráiler estaba ligado con el Cártel de Chamula en Chiapas, un cártel que paga millones de pesos a jefes de corporaciones policíacas y a agentes de migración para que cada semana, tráileres repletos de migrantes crucen los retenes de vigilancia y lleguen hasta el centro del país. Se señala que el accidente de migrantes en Chiapas destapa el negocio millonario de tráfico de personas. Urge una investigación. Lolita Chávez, integrante de Feministas del Abya Yala señala que: “Es un gran dolor, somos muchos los pueblos afectados por lo que pasó este 9 de diciembre, que los medios oficiales, monopolizados y los medios títeres del gobierno imperialista yanki están llamando como accidente.
Para los pueblos, para las comunidades y para los territorios en Abya Yala es un crimen de varios Estados. Es un duelo permanente, porque estamos ante una situación de dolor de montaña, porque para el pueblo maya k’iche el genocidio no termina. Por eso reafirmo enérgicamente ¡No fue un accidente! Es un crimen y resultado de su economías y políticas de muerte.!! Los Estados y todas sus iniciativas son parte de la necropolítica, nos matan y nos dejan morir, estos crímenes son el bao pestilente del capitalismo patriarcal y colonial. ¡¡Levantemos nuestra fuerza! ¡levantemos nuestra digna rabia, por la Memoria la sangre y la vida, de las 55 vidas que derramaron su sangre en su caminar criminalizado por Chiapas! ¡¡Hasta siempre!!”.Este dolor de montaña, no solo tiene que ver con la memoria del genocidio de la dictadura, sino también con la situación actual que promueve las migraciones, generada por un sistema basado en la destrucción de los territorios y de las comunidades, por la falta de empleo, el despojo, la violencia exacerbada del crimen organizado que persigue a las y los defensores de los bienes comunes y de la naturaleza, a través de estructuras y redes de narco, tráfico de niños y niñas –como se evidenció cuando se quemaron vivas a las niñas en el Hogar Seguro de Guatemala, redes de trata, feminicidios, en un contexto de hambruna, de despojo y saqueo, realizado por las empresas extractivas, con el aval y consentimiento de los gobiernos de Mesoamérica, que tienen como contrapartida estimular las migraciones para despejar territorios puestos al servicio de las transnacionales.
Desde Feministas de Abya Yala exigimos un trato digno hacia las y los sobrevivientes de esta masacre, que se cuide su salud y su vida con dignidad, que se investiguen los responsables de este crimen de los estados, que se logre verdad y justicia para las víctimas, que se desmonten las políticas migratorias asesinas. Desde las feministas comunitarias, indígenas, populares promovemos el compromiso de liberar las fronteras, defender los territorios y cuerpos, cuidar a las defensoras y defensores de las comunidades y de la naturaleza, promover un modelo propio vinculado a la red de la vida, que permita crear soberanía alimentaria, salud colectiva, un poder feminista y popular.
No olvidamos. No perdonamos. No nos reconciliamos.
Migrar es ancestral
Basta de fronteras coloniales y asesinas
Somos pueblos caminando.
Feministas del Abya Yala.