Especial para ContrahegemoníaWeb
Entre el 8 y el 12 de
diciembre se realizó el pre-congreso de la Unión Comunera. El
encuentro se llevó a cabo en la Comuna Alí Primera, ubicada en la
zona alta del Municipio Urachiche del Estado Yaracuy. Contó con la
participación de 23 comunas, pertenecientes a cinco regiones del
país, y más de 120 comuneras y comuneros. Durante las jornadas, las
y los asistentes intercambiaron sobre las potencialidades y problemas
que atraviesan cada uno de sus territorios, con la mirada puesta en
el incremento de las capacidades productivas de cada de sus unidades
de producción social.
Charlamos con Ángel Prado, quien es
referente de la Comuna El Maizal1
y recientemente electo alcalde del municipio Simón Plana, sobre los
desafíos y las perspectivas del movimiento comunero en la nueva
etapa política del país.
Recorriendo
los territorios se puede observar que las experiencias de las comunas
son experiencias que por momentos son muy distintas entre sí. En tu
opinión, ¿Hacia qué horizonte tiene que caminar la experiencia
comunal? ¿Cuál es el horizonte que se tienen que trazar las comunas
como modelo?
Bueno, lo primero es que
estamos convencidos de que la comunidad debe incidir de manera
sustantiva. La comuna tiene un objetivo histórico trazado, el cual
tiene que luchar por alcanzar. Hay una tarea que cumplir. Hay que
seguir empujando duro para que el Socialismo del Siglo XXI, que
planteó el Comandante Chávez, no sea simplemente una utopía. Sino
que desde el territorio podamos medir y sentir esa práctica
socialista, ese autogobierno de un pueblo con poder. Y que eso nos
ayude a que el pueblo sea presidente. Para luchar por el bienestar,
el buen vivir y una mejor calidad de vida.
Ninguna comuna en
Venezuela es igual, ninguna comuna de Venezuela se rige por la misma
instancia. Lo que sí reconocemos es que la Asamblea es la máxima
autoridad, la asamblea de ciudadanos y ciudadanas, y que la comuna es
un pueblo. Sin pueblo no hay comuna, sin comunidades no hay comuna.
También que la comuna es territorial, está en un territorio.
Hoy
tenemos un horizonte estratégico, hay una mirada y un camino por
recorrer. Y es que la comuna puede y tiene que cumplir con los
sueños, con los objetivos que tenemos que transitar. Hacia la
construcción de una economía social productiva, hacia la formación,
la re-politización, la concientización de nuestro pueblo para
lograr una sociedad más justa. La comuna tiene grandes desafíos.
Tenemos que trabajar el tema educativo, el elemento cultural, y una
nueva forma de hacer política. Necesitamos derrotar las viejas
prácticas clientelares, burocráticas, donde la política y la
economía son una cuestión de supuestos expertos.Tenemos que librar
una campaña dura contra la corrupción, contra las ambiciones
personales, contra los personalismos.
Ustedes son parte de una comuna, El Maizal, que es una referencia dentro del movimiento comunal en Venezuela. Desde esa experiencia, tomando la idea de Chavez de la necesidad de superar el Estado burgués y construir un nuevo Estado comunal. ¿Cuáles son las tensiones que existen entre la construcción de ese nuevo poder que puede emerger en las comunas y el poder estatal?
Podemos hablar con mucha
propiedad, porque lo vivimos en el campo, en el propio campo de
batalla. Hay un sistema que se opone a que entre una nueva dinámica.
Lo establecido busca la manera de impedir el poder popular, a pesar
de que tenemos leyes que nos favorecen.
Hay una parte de la
dirigencia que no está clara, que no quiere a la comuna para
orientar el rumbo político de la revolución hacia los intereses del
pueblo, se niega a cumplir con la orientación que daba el
comandante Chávez. Así encontramos muchas contradicciones:
prácticas clientelares, corruptas, burocráticas. Pero creo que eso
se vence con la voluntad política del dirigente o la dirigente que
tiene claridad para cumplir la tarea. Te puedo asegurar que muchas
leyes favorecen la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y que hay todo un conjunto de leyes, que dejó el
presidente Chávez, que son herramientas para transitar a la
propuesta de entregar poder al pueblo. Son herramientas que nos
ayudan para trascender a este viejo Estado burgués y poder construir
lo nuevo.
Existen dos modelos.
Chávez sabía que íbamos a una etapa de transición y se fueron
generando las condiciones jurídicas-legales para librar las batallas
en este contexto. De esta manera, el Gobierno tiene, si hay voluntad
política, herramientas para lograr que esas transformaciones
realmente lleguen. Pero también están quienes solo se limitan a
administrar lo existente.
A nosotros nos ha correspondido la
Comuna El Maizal. Siempre ha sido una lucha dura. Nuestro objetivo es
alcanzar el territorio y eso implica que todo lo que está en el
territorio tiene que ser tocado por la comuna. Todo lo que está en
el territorio debe tributar a la comuna. Si un espacio de poder, en
este caso una alcaldía o una institución, son un obstáculo para
avanzar en la construcción comunal, pues simplemente nos organizamos
para disputar y tomar ese espacio y que ese espacio tribute a la
construcción de la comuna, de la ciudad comunal. Y eso es lo que
estamos haciendo.
Es una tarea muy clara de nuestro movimiento
comunero en nuestro territorio, Simón Planas. La gente lo tiene
clarito. Inclusive tenemos fuerza como para establecer un partido
político diferente. Pero creemos que la disputa es en el Partido
Socialista Unido de Venezuela. El partido y la comuna son bastiones
de luz e instrumentos que construyó y hemos heredado del comandante
Chávez. Hemos estado dando la disputa desde diferentes flancos, pero
al final tenemos que empoderarnos de esas herramientas para construir
el proyecto estratégico de construcción de la comuna.
La
Constitución es clara, las leyes del Poder Popular son claras y creo
que el pueblo lo está demandando. El pueblo venezolano, que es un
pueblo luchador, que está dando un mensaje, inclusive a nuestro
propio gobierno, está demandando ese poder que Chávez en un momento
empezó a entregar pero que se vio interrumpido en el momento que
llega la crisis. Hay que estar claros, lamentablemente los sectores
que se benefician de la guerra económica, que se benefician de la
crisis, empezaron a arrebatar ese poder a un pueblo que carece aún
de formación, que lamentablemente estuvo preso en un proceso de
despolitización, de desmoralización. La guerra económica, el
bloqueo, generó un cambio radical en la vida de la gente. El pueblo
tenía buena vivienda, alimentación, acceso a los recursos y en un
tiempo muy corto la guerra económica cambió la vida de la gente.
Sin embargo, esta situación se ha ido superando. Este es un
pueblo muy bolivariano, con una cultura de lucha muy grande. Una
cultura de lucha que nos obliga a defender la patria y nuevamente
replantearnos las batallas que tenemos que dar. Y es allí donde la
Unión Comunera puede ser una propuesta de alternativa. Una propuesta
que plantea procesos de disputa, que lucha por los medios de
producción, que se plantea otro tipo de política vinculada a la
unión común.
El pre- congreso de la Unión Comunera es la cristalización de un largo proceso de articulación que vienen impulsando, ¿Cómo surge la idea de la Unión Comunera?
La Unión Comunera es
un proceso que se está gestando y se viene levantando con fuerza.
Con mucha voluntad del chavismo popular que atiende el llamado del
comandante Chávez a organizarse en la Comuna. Después de la
desaparición física del comandante Chávez, no es mentira que hubo
mucha dispersión del chavismo. Es más, hubo una desarticulación
del chavismo, y lamentablemente muchas organizaciones populares
fueron liquidadas producto de la guerra económica, la especulación,
las guarimbas, luego el bloqueo y la pandemia. En estos años, hubo
una preocupación colectiva de parte de las organizaciones de base
por el debilitamiento del consejo comunal como primera célula
propuesta por el Comandante Chavez para la estructura del
autogobierno. Esto se suma, a su vez, a lo desdibujado que veíamos a
la comuna en el discurso oficial del gobierno y sus políticas. Toda
guerra trae crisis y, lamentablemente, en esa crisis lo que tendía a
desaparecer o debilitarse era la comuna, que en medio de la crisis se
pretendió cooptar y utilizar como corriente política de los
sectores reformistas. Cuestión que nos preocupaba.
De alguna u
otra manera, la comuna es la instancia política que tiene el pueblo
politizado para hacer y disputar política. A partir de eso, y
acentuándose la guerra económica, varias comunas que tenían
disputas y luchas por los medios de producción, y que se mostraban
irreverentes frente a algunas prácticas del gobierno, fueron
marcadas de manera negativa, cuestionadas por sus métodos y sus
prácticas.
De esta manera, nos fuimos quedando solos y aislados.
Así empezó una preocupación del comunero y comunera. De esa
intranquilidad de sentirnos solos, y ver que el presidente estaba
librando una batalla nacional e internacional muy dura. Mientras la
situación económica era cada vez más difícil. Ahí empezó una
preocupación por desarrollar las fuerzas productivas internas o por
aumentar, digamos, la capacidad productiva, por conquistas los medios
de producción. Empezó una preocupación por cualificar la
dirigencia, formar la dirigencia, incorporar mucha más gente a la
lucha, pero sabíamos que con eso no bastaba. Porque igual seguíamos
estando como muy aislados. Y es en este contexto que nace la
propuesta de la Unión Comunera. A partir del acompañamiento, la
vinculación con movimientos sociales y actores dentro del chavismo
que también tributan por y para la comuna.
Haciendo caso a esa
fecha histórica que celebramos todos los años el 20 octubre, en el
aniversario del Golpe de Timón2,
decidimos, bueno, pues construir realmente la comuna. Así empezamos
a salir al encuentro con otras organizaciones, a buscar otras
experiencias: sea comuna, sea un movimiento, sea un colectivo, sea
una cooperativa. Y así encontramos en el camino que no es que se
había desmontado la propuesta, que no se había acabado con el
movimiento comunero, que la comuna no había dejado de existir. Pero
sí que cada quien se dedicó a su lógica interna, su dinámica
interna y no hubo quien se dedique a esa tarea de articulación. Fue
allí donde empezamos a salir al territorio nacional. Salimos la
Comuna El Maizal, la Comuna Che Guevara, la Comuna del Panal, la
Comuna Luisa Cáceres, entre otras. Comunas que estamos en diferentes
regiones del país empezamos a salir y empezamos a construir
confianza, a tener relaciones y hacer intercambio productivo e
intercambios formativos. Así empezamos a ver la dinámica de cada
comuna y coincidimos en muchos puntos. Teníamos muchas cosas en
común porque bueno, pues la comuna es la comunidad organizada y los
problemas que hay en la región andina son los mismos problemas de
especulación, de escasez, de falla de los servicios públicos, que
hay en otras regiones. Son los mismos problemas, las mismas
contradicciones que hay incluso con los mismos partidos a la
revolución. Es decir, hay problemas comunes y que coincidimos en que
debíamos atender a sus problemas también desde una lucha colectiva.
Y fue así como se ha venido dando un proceso de intercambio y de articulación entre muchas comunas. Logramos concientizar sobre la necesidad. Logramos tener conciencia sobre la necesidad de fortalecer no una comuna, sino fortalecer un movimiento de comunas. Y fue así como decidimos establecer una agenda, hacer un programa, definir unos objetivos tácticos, así como ratificar nuestro objetivo estratégico: la construcción del socialismo, construir el socialismo desde el territorio.
En este trabajo hicimos
todo un diseño político de mucha creatividad, con mucha
participación. Donde muchas voluntades se han sumado. Ha sido mucho
el trabajo y hoy, pleno año 2021, decimos los y las chavistas en
honor al Comandante que hemos generado las condiciones como para ir
al congreso fundacional de la Unión Comunal el próximo año 2022.
Después de todo este trabajo, hoy en más de la mitad del
territorio nacional hay presencia de la Unión Comunera. Creemos que
si bien es una organización que nace al calor de las luchas por
necesidad, también nace por un compromiso moral con el comandante
Chávez. La comuna es un modelo de vida y un estilo de vida. Es una
alternativa ante la crisis porque en la comuna vive la comunidad,
vive el pueblo.
Tenemos mucha confianza en lo que estamos
haciendo. Estamos seguros de que no estamos perdiendo el tiempo, que
actuamos con mucha coherencia y responsabilidad. Así vamos rumbo al
congreso fundacional de la Unión Comunera y estamos convencidos de
que se va a convertir en uno de los grandes movimientos populares del
chavismo en Venezuela.
En ese sentido, ustedes desde El Maizal hicieron una experiencia muy novedosa de disputar la alcaldía donde se encuentran. Disputaron primero al interior del PSUV, luego en las elecciones generales y ganaron la alcaldía. ¿Cuáles crees o te imaginás que son los principales desafíos que tiene el Maizal hoy en día en esta nueva etapa?
Sí, yo creo que tenemos y
gozamos de la confianza de mucha gente dentro y fuera del territorio,
dentro y fuera del país. Y eso se manifiesta también en una inmensa
solidaridad desde el aporte concreto que mucha gente hace, sobre todo
en términos comunicacionales, productivos, y formativos. Hemos
tenido el acompañamiento de mucha gente, hemos sido visitados por
mucha gente. Hoy recogemos las ideas de mucha gente que le apuesta al
proyecto comunero y que ha hecho amistad con El Maizal. Eso nos pone
a nosotros en una situación de mucho compromiso moral.
Somos de
ese chavismo popular que se negó a ser borrado, que se negó a ser
opacado y que de alguna manera, con la constancia, la lucha y la
insistencia, logra conquistar espacios dentro del poder constituido.
Hubo momentos en donde nuestro mismo gobierno nos reconoció, dando
cuenta que nuestra lucha es de verdad, que no es un capricho, no es
una aventura. Ahora tenemos el gran desafío de gestar, de
implementar un modelo de gestión diferente. Primero, ser muy
eficientes y muy eficaces con la administración de los recursos.
Segundo, tenemos el desafío de generar un hecho político de
transformación real y de transferencia de poder al pueblo.
Una de
las grandes metas que tenemos es consolidar la comuna en el
territorio, porque nos hemos planteado la construcción de la Ciudad
Comunal. Lo vamos a palpar en el momento en que el pueblo organizado
empiece a hacer ejercicios de gobierno y empiece a mostrar en el
hecho concreto acciones, actividades y proyectos a realizarse. Nos va
a tocar una doble tarea: la de ir haciendo, a la vez que vamos
registrando el proceso. Un proceso que se va a ir construyendo desde
la invención, desde la inventiva, desde la creatividad, desde el
ensayo y el error. También vamos a tener nuestros tropiezos.
Hoy
la derecha venezolana ha ganado muchas alcaldías de zonas rurales.
Territorios pequeños, municipios pequeños que eran bastión del
chavismo y la carencia de organización popular allí llevó a que,
lamentablemente, la derecha tenga esos gobiernos locales.
Si los
movimientos populares fueran más fuertes en los territorios del
país, hoy podríamos decir que la derecha tendría menos poder y
menos presencia en los territorios. Entonces, es una lectura que toca
dar. Estamos conscientes de que el gobierno, el partido de gobierno,
no puede solo. Que si no participa el pueblo organizado, si el poder
popular no se activa, lamentablemente vamos a ir perdiendo mucho más
territorio en el mapa venezolano. La derecha, de manera implacable,
viene empeñada en desmoralizar y desmontar la organización popular
y hacer la guerra. Desea liquidar la dirigencia política chavista de
base. Lamentablemente en esta etapa la derecha nos dio una estocada
dura.
En este contexto, queremos que lo que ocurrió en Simón
Planas, por supuesto, con mucha humildad y mucha responsabilidad lo
decimos, sea un ejemplo y una inspiración. Queremos multiplicar el
ejemplo pero también encontrarnos con otras y otros que vienen
peleando y resistiendo. Encontrarnos en esa resistencia, pero no en
una resistencia pasiva, sino en una que piense y se proponga avanzar.
Creemos que para enfrentar al imperialismo, a la derecha, a la
burocracia y al reformismo, es necesario avanzar. Es por eso que
venimos construyendo la propuesta de la Unión Comunera. Para
resistir de manera ofensiva, para avanzar en nuestros objetivos
estratégicos.
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