Especial para ContrahegemoníaWeb
Ante el acuerdo al que llegó el gobierno argentino con el FMI, entrevistamos a Beverly Keene, de “Diálogo 2000” y la “Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda”, para conocer su opinión al respecto y las vías de acción que se proponen para enfrentarlo.
Andrea Arrigoni: ¿Cuál es tu opinión sobre la reciente propuesta de acuerdo con el FMI?
Beverly Keene: el acuerdo anunciado, nuevamente a espaldas del pueblo, viene a consolidar el ajuste y el saqueo de la riqueza y los bienes comunes de todo el pueblo argentino, profundizando los condicionamientos que vienen exigiendo el Fondo y sus socios mayores. Recordamos que después de la firma del acuerdo anterior, entre junio 2018 y diciembre 2019, la pobreza en Argentina saltó del 27 al 36%, para seguir creciendo, recesión y pandemia mediante, al 40% que registra ahora el INDEC.
Si bien faltan conocer todavía muchos detalles del acuerdo, que en rigor de verdad hasta ahora es solo anuncios, no hay nada que señala un camino que revierte esa realidad. En la historia del FMI con Argentina y otros países, tampoco hay motivo para esperarlo; el último programa de “apoyo” del Fondo a la Argentina terminó en la crisis de 2001. Ahora se habla de crecimiento, pero con el país atado al modelo económico extractivista, tóxico, exportador y concentrador de la riqueza. Un crecimiento en todo caso para afuera, para generar divisas que garantizan el pago de la estafa, no para satisfacer las necesidades y derechos del pueblo y de la naturaleza.
En ese mismo sentido, el acuerdo implica un sometimiento cada vez mayor de la soberanía popular y de la posibilidad de determinar nuestro propio presente y futuro. Con una fiscalización permanente de la política del gobierno –no solo la política económica- y del cumplimiento de metas determinadas y controladas por el FMI, establece un verdadero cogobierno a favor de las grandes empresas y especuladores internacionales.
Tal vez lo más traicionero es que significa una negación de los caminos alternativos hemos venido proponiendo tanto nosotres, desde Diálogo 2000 y el conjunto de la Autoconvocatoria, a través del Juicio Popular a la Deuda y al FMI y otras iniciativas y junto a muchísimas otras voces del país y del mundo, empezando con la suspensión de los pagos y la investigación del acuerdo y de toda la deuda reclamada.
Pese a sus diversos amagues, con esta claudicación el gobierno ha cerrado la puerta incluso a sus propias denuncias, el “deudicidio” que anunció ante la Asamblea General de la ONU y la administración fraudulenta y la malversación de fondos públicos que denunció ante el poder judicial y que ahora pasará de los pasillos a los cajones. Consuma la estafa realizada bajo el mandato de Macri, en asociación ilícita con el Fondo y la participación necesaria del gobierno de Trump, y se convierte en legitimador y encubridor de la misma. Garantiza impunidad y una verdadera amnistía social, cultural y política no solo al poder nefasto de EE.UU., del FMI y del gran capital que favorece, sino a Macri y todos los responsables y beneficiarios del fraude que siguen presionando por sus intereses a través de la campaña de terror mediático y cambiario… que, si no acordamos, caeremos del mundo…
A.A.: ¿Qué acciones desde la autoconvocatoria por la suspensión de pagos se propone?
B.K.: Desde la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda, proponemos enfrentar este acuerdo con más unidad y fuerza popular, en las calles y en todas partes. Justo el día anterior al anuncio y un nuevo pago de más de 700 millones de dólares al FMI, nos movilizamos hasta el Ministerio de Economía y en varios puntos del país para reclamar el no pago de lo que no debemos y el fin de las negociaciones para seguir pagando la estafa. Convocamos a continuar fortaleciendo la resistencia a esta política de sometimiento, exigiendo al gobierno que ponga “Primero lo Primero: Ni un dólar más al FMI”, con las firmas de un millar de referentes, organizaciones y activistas populares. Y una vez conocido el acuerdo anunciado, redoblamos ese llamado: “Lo podemos, lo tenemos y lo vamos a impedir” planteamos, porque hay alternativa y la deuda es con los pueblos y la naturaleza, no con el FMI.
En lo inmediato, junto a decenas de organizaciones populares, la Autoconvocatoria está llamando a movilizarnos lo más ampliamente posible, el próximo martes, 8 de febrero, hasta Plaza de Mayo y en todas las plazas del país. Somos millones que sabemos que este acuerdo no resuelve las necesidades diarias del pueblo, que de hecho nos meta en problemas mayores y que es solo la organización y la movilización, la unidad en la acción, que puede cambiar este rumbo. Seguiremos con acciones de denuncia, de debate, de consulta y de movilización, apuntando siempre a la construcción de esa unidad popular, desde nuestra diversidad y en todos los territorios. Cuando llegue el acuerdo al Congreso, tendremos que estar todes.
A.A.: Se plantea permanentemente, desde los sitios de poder, que por la situación global sería imposible subsistir si no se llegará a un acuerdo. ¿Cuáles son, desde tu punto de vista, las alternativas posibles, las experiencias en las que apoyarnos, para que los pueblos enfrentemos estas estafas cometidas en acuerdo con los organismos multinacionales? ¿Ha habido casos en los que se ha podido avanzar en ese sentido?
B.K.: El FMI, el Banco Mundial, todos estos organismos multilaterales tienen una larga historia de atracos contra los pueblos del mundo. Fueron creados al finalizar la Segunda Guerra Mundial, para respaldar y afianzar el poder de Estados Unidos y sus empresas. Fueron EE. UU. y el FMI los primeros en reconocer el golpe en Argentina en 1976 –como también lo hicieron en otros incontables países- y a través de la represión y el endeudamiento, impusieron la lógica capitalista neoliberal que vuelve a fortalecerse con este nuevo acuerdo.
Con este acuerdo, Argentina pierde otra vez, una enorme oportunidad para unir resistencias en todo el mundo al poder y la arbitrariedad que ellos ejercen. De no pagar “deudas”, la historia está lleno. De suspender pagos al FMI y avanzar una investigación soberana de sus prácticas y préstamos odiosos, hay menos antecedentes pero muchos elementos con qué contar. Contamos con todas las evidencias del fraude de este acuerdo, no solo del gobierno de Macri sino del mismo Fondo, la admisión de EE.UU. que se impuso romper todas las reglas que ahora invoca el FMI para controlar al país, para favorecer la reelección de Macri y asegurar el flujo de la riqueza argentina hacia los especuladores internacionales. Contamos con las experiencias de países como Ecuador, que en su momento realizó una auditoría integral de la deuda reclamada, con resultados positivos para ese pueblo y sus bienes naturales. Y sobre todo, contamos con la posibilidad de reunir a la gran mayoría del pueblo argentino en apoyo activo a una reorganización económica, social, cultural y política que tenga como centro la defensa de la vida, del agua, del aire, de los bosques, de todo que hace posible una vida digna para todes y en armonía con toda la naturaleza.
Una decisión soberana en este sentido, invocando además las obligaciones y responsabilidad del Estado argentino, así como de toda la comunidad internacional para con el cumplimiento de nuestros derechos como personas y como pueblos, los derechos de la naturaleza, puede ser garantizada con una fuerte intervención popular y la alianza de pueblos y países que somos los verdaderos acreedores. Seguiremos luchando en ese sentido e invitamos a todas las personas, comunidades y organizaciones que comparten el camino a unirse.
-Beverly Keene, Diálogo 2000/Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda
Bs. As., 1/2/22