Los actos tienen lugar en nueve estados de Brasil. Los participantes denunciaron el trabajo precario, el racismo y la xenofobia contra los inmigrantes
Con carteles que decían “las vidas negras importan”, “justicia para Moïse” y “importan los inmigrantes”, miles de manifestantes tomaron las calles de varias ciudades brasileñas este sábado (05), para exigir justicia por el asesinato del congolés Moïse Kabagambe, asesinado el último día 24, en Río de Janeiro. El acto fue organizado por comunidades de inmigrantes, colectivos y movimientos populares, especialmente el movimiento negro.

Moïse Kabagambe fue golpeado por tres hombres en el quiosco Tropicália donde trabajaba, en Barra da Tijuca, al oeste de la capital del estado. Había ido a cobrar el pago de recargos por servicios prestados al establecimiento, según familiares. El caso duró aproximadamente una semana sin mayores repercusiones.

Sin embargo, tras una denuncia de familiares, los movimientos populares pidieron un acto unificado y nacional para denunciar el racismo, la xenofobia y la violencia, explícitos en el caso, con el lema “#JustiçaPorMoïse”. Las movilizaciones ocurrieron en Río de Janeiro, escenario del crimen, y en São Paulo, Recife, Salvador, Porto Alegre, Belo Horizonte, Maranhão, Rio Grande do Norte y Distrito Federal.
En Río, el acto ocurrió frente al quiosco Tropicália, donde fue asesinado Moïse, y reunió a familiares y decenas de organizaciones que defienden los derechos humanos y el movimiento negro.

Durante la protesta, el gobierno de la ciudad anunció que transformará el quiosco en un establecimiento enfocado en la cultura africana. La propuesta es que el sitio sea administrado por la familia de Moïse y se convierta en un bastión de trabajo para los refugiados.
En São Paulo, que concentra un gran contingente de refugiados e inmigrantes, los manifestantes se reunieron en el espacio abierto del Museo de Arte de São Paulo (MASP), en la Avenida Paulista. Asistieron al menos 2.000 personas, según la Coalición Negra por los Derechos, uno de los organizadores del acto.

Participaron miembros de las comunidades angoleñas y congoleñas, exigiendo seguridad y garantía de derechos para los inmigrantes. En discursos, denunciaron el racismo, el desempleo y la violencia como los principales obstáculos para reconstruir la vida en Brasil.
“Este caso tuvo un impacto internacional. Todas
las naciones se dieron cuenta de que lo que pasó es una barbaridad muy grande
con nuestro hermano congoleño aquí en Brasil”, lamentó el inmigrante congoleño
Daniel, que vive en São Paulo y participó de la manifestación.
El cantautor Chico César también respaldó el acto y destacó la importancia del
levantamiento en la lucha contra el racismo. “Si no fuera por el
movimiento popular e internet, no habría tal movilización. Gran parte de los
medios silenciaron este caso, que es más que brasileño, es internacional. Se
trata de un inmigrante, una persona que se recibe en un país que no es el de
ella. Y este país tiene la responsabilidad de cuidar a estas personas”.
Cerca de las 13:30 horas, la movilización marchaba por la Avenida Paulista, con el objetivo de llegar a la Praça da República, en la región central de la ciudad, que concentra gran parte de la comunidad africana de São Paulo. Antes de llegar a la Rua da Consolação, la Policía Militar impidió el desarrollo de la protesta.
Después de negociaciones infructuosas y un aumento en el número de policías, los manifestantes optaron por dispersarse. Algunos de ellos, sin embargo, dieron media vuelta y continuaron caminando por una de las avenidas. Paulista. El grupo fue rodeado por policías frente al Masp. El grupo protestó coreando las consignas: “no se acaba, se tiene que acabar, quiero el fin de la Policía Militar”. No hubo enfrentamiento.
En Brasilia, el acto tuvo lugar frente al Ministerio de Salud Maria Zezé, integrante del Movimiento Raiz da Liberdade, dijo que Brasil no es un país “acogedor” para los inmigrantes negros. “Brasil no da la bienvenida. Brasil no es una madre. Es un país selectivo, desigual, racista y negacionista”.
En Recife, la movilización fue convocada por la Articulación Negra de Pernambuco (Anepe), en alianza con la comunidad de inmigrantes africanos en el estado. El acto ocurre por la tarde, con concentración en la Avenida Conde da Boa Vista, en la región central de la capital pernambucana.

“Este será un acto político para la defensa de Moïse y para denunciar otra muerte de un cuerpo negro, que fue torturado y asesinado en esta situación de total vulnerabilidad”, explicó la abogada y miembro de Anepe, Priscila Rodrigues. Para ella, la muerte de Moïse pone de relieve la “precariedad del trabajo y la situación de cómo llegan los africanos al país”.
Texto extraído de Brasil de Fato
Fotografías: Pablo Vergara