A partir de una primera evaluación sobre el árbol de causas que precedieron al incendio en el que murieron por asfixia 14 mineros del carbón en el año 2004, Raúl Wanzo (ex Secretario General de ATE Río Turbio por la lista Negra), resalta la importancia de aplicar una reingeniería de procesos pensada para generar condiciones de seguridad absolutas y no para imponer ritmos de producción o niveles de desinversión que pongan en riesgo a quienes trabajan en la producción. Wanzo fue testigo de las consecuencias del incendio desde el mismo momento en que los sobrevivientes comenzaron a emerger desde el humo en las galerías de la mina y ayudó a evacuar a los sobrevivientes. Los muertos eran todos conocidos suyos, con quienes había compartido los turnos de trabajo en el frente de producción, entre ellos quien había sido Secretario Adjunto de la conducción del sindicato bajo Lista Negra, el Sapo Méndez y otros compañeros de esa conducción.
¿Cómo empezó aquel día para vos?
Esos días estábamos discutiendo la situación de las tierras sobre la mina. El lunes 13 a la mañana me fui para el sindicato pesando en ese tema y por la tarde, con algunos compañeros militantes, nos fuimos al Consejo Deliberante. Porque el municipio quería apropiarse de eso -propiedad de YCRT – para hacer emprendimientos. Entonces primero fuimos al sindicato y después al Consejo deliberante para oponernos. Por eso no fui al segundo turno, porque el Consejo cerró a la tarde y yo cambié de turno. Entonces pasé al tercer turno, ingresé a las 10 de la noche, ya jornada del 14. Pero como andaba con “tarea liviana” (con la cintura resentida) el jefe de turno me mandó a la Lamparería: Quédate con el Lamparero!, me dijo.
¿Y cómo te enteraste de lo que estaba pasando?
La Lamparería, está en la Unión 1, a unos 60 o 70 metros hacia adentro desde la boca de mina. Ya había pasado un rato y de golpe la radio dejó de transmitir, durante unos segundos, se cortó. En el momento no lo asocié con nada. Al ratito aparecieron corriendo el Jefe de Seguridad y algunos que lo acompañaban, agarran unas lámparas y se fueron. Nos quedamos mirando con el lamparero y comentando que algo había pasado. A los cinco o diez minutos cayó otro de Seguridad – conocidos, porque nos conocemos todos – pasa por la Lamparería, y me pregunta si puedo acompañarlo. Como sabía que estaba con “tarea liviana” me preguntó como estaba para caminar. Y me dice Vamos a ver qué pasa que dicen que hay humo en la Unión 9. Pero fue una actitud de decir “Acompañame”, como si dijera: “Vamos a dar una vuelta”. No demostraba estar enterado de que era un siniestro de gravedad.
Entonces se mandaron para adentro.
Si, nos fuimos por la galería de la cinta pensando en llegar a la Unión 9, que son casi 1000 metros hacia adentro y en declive hacia abajo.
Explicá un poco el diseño de las galerías.
Son dos galerías paralelas que avanzan hacia adentro del cerro y hacia abajo. Una es la Galería Principal que tiene unos 5 metros de ancho y de alto, por la que entran camiones o vehículos. La otra es la Galería de Evacuación. Por ésta se saca el carbón en la cinta transportadora. Es de las mismas dimensiones, pero sólo para servicios de agua, energía, aire comprimido y la cinta, que ocupa unos 2 m de ancho. Estas dos galerías van paralelas a unos 30 metros y están unidas entre sí por otro túnel de similares características que se llaman Uniones, justamente porque unen las dos galerías paralelas. Y cada 100 metros, más o menos, hay una. De Boca de Mina hasta el final de la Galería Principal hay 25 uniones. Son 6 km más o menos.
¿¡Es como de Plaza de Mayo a Flores!?
Si.
Bien, ¿qué hicieron entonces al llegar?
Al pasar la Unión 8 y pasar los tabiques de ventilación que hay en ese lugar, se veía humo. Estaba estático, como si fuera una pared.
¿Como si fuera una pared?
Sí, como si fuera una pared de humo. Y cuando llegamos el de seguridad dijo ¡Que cantidad de humo! Y él intentó meterse. ¡No sé, habrá dado dos pazos, y yo ya no lo vi más! ¡Habrán sido dos o tres segundos…y se volvió! Me dijo: ¡No se podía seguir, no se veía nada y no se podía respirar ahí! ¡Insoportable! Y ahí se preocupó. ¡Qué cagada, aquí pasa algo grave! Nos quedamos callados escuchando y se oía como un crepitar de fuego, aunque no veíamos destellos de luz ni nada. Y entonces dijo: Vamos a dar la vuelta.
Es decir, regresaron sobre sus pasos, hacia la salida.
Si. Nos volvimos a la Unión 8 y allí, por esa Unión pasamos a la Galería Principal. Ahí fue cuando un poco antes de llegar a la Unión 9, nos encontramos con el caos. Compañeros que estaban tosiendo y vomitando. ¡Eran los que acababan de salir del humo!
Otra vez, explicá un poco la estructura del lugar.
En esa zona, un poco antes de llegar a la Unión 9, hay una galería perpendicular (se llama Chiflón 5). A la altura de esa boca de galería que sale hacia la izquierda, otra vez, una pared de humo. Y en esa parte, contra el techo de la galería, el humo se dirigía hacia la salida…¡¡pero se volvía a meter para adentro!! Por un lado se iba hacia afuera, pero pegaba la vuelta y se volvía a meter de donde había salido. ¡Hacía como un rulo! Eso lo generaba las corrientes de aire y las diferencias de temperatura. Y ahí también se escuchaba como el crepitar de un fuego, pero arriba de la entibación de la mina, por arriba de los arcos de acero. En los tablones que sostienen el cerro.

¿Y había otra gente en ese lugar?
Si. Ya habían llegado varios. El Jefe de Seguridad y los que habían pasado por la Lamparería a las apuradas. Algunos compañeros ya habían salido de la humareda. Aparecían desde el humo de golpe, no había manera de saber que estaban allí. Algunos nos tiramos al piso para acercarnos los más cerca posible del humo y gritábamos para orientar por dónde era la salida. ¡Si ellos no podían ver nada! Cuando salían venían tambaleando, apenas respiraban, vomitaban, caían al suelo. Un caos, un desastre. El último que salió del humo fue el pibe Reynoso. Un jovencito. Cayó casi a mis pies, como desmayado. Vomitaba espuma de la boca. Le abrí el mameluco en el cuello. Le limpié un poco la boca y comenzó a respirar un poco. Después lo terminó asistiendo alguien, no sé quién. El se quedó adentro, salió después. El Jefe de Seguridad me ordenó: ¡Vos, que los viejos te conocen, sacalos a todos. Subilos a un camión y sacalos! ¡Llevate todos los que puedas! Así volví corriendo a la Unión 8 a buscar un camión y con el chofer ayudamos para que fueran subiendo los que venían del humo. Se subieron a la caja del camión, tipo volcador, y salieron.
¿Cómo siguió todo?
Al momento de salir el volcador se encontró con que venía ingresando un camioncito que le decíamos “la perrera”. Corri, le avisé que dejara paso, lo que significó que tuviera que regresar como cincuenta metros marcha atrás y se metió en la Unión 7 para dejar paso. El volcador salió y la perrera esta vez fue marcha atrás hasta encontrarse con los demás sobrevivientes entre las Uniones 8 y 9. La decisión, la orden, era sacarlos y llevarlos al hospital. Adentro quedaron los 14 que murieron.
Ahora tratemos de hacer un árbol de causas. Empecemos por los hechos y las herramientas. ¿Qué es una cinta transportadora y cómo funciona?
Las cintas transportadoras son varias y extensas, 1000 metros cada tramo de cinta. Van descargando las de atrás sobre las de adelante, así van transportando el carbón trepando la cuesta dentro del cerro. Son de un caucho muy grueso, como de un centímetro de espesor y van siendo traccionadas por rodillos tractores que están en la punta que se orienta hacia la salida. Es decir, van traccionando desde arriba y descargando en la siguiente.

¿Entonces? ¿Qué pasó? ¿El mismísimo hecho?
La “cola” de la cinta 2 (la segunda empezando desde la entrada) se trabó en la Unión 14, unos dos kilómetros adentro, con toscas muy grandes que traía la cinta 3. Pero la cinta 2 tiene su rodillo tractor, en la Unión 9, unos 1000 metros más hacia la salida, donde la 2 termina y empieza la 1 que es la que sale a superficie.
¿Y por qué se produjo el fuego?
Según las pericias, fue por rozamiento del rolo tractor con la cinta que al calentarse provocaron la ignición del polvo de carbón que hay en la zona. Esto ocurrió porque el rodillo que traccionaba desde la punta de la cinta 2 (como dije ubicada en la Unión 9) siguió funcionando con la cinta trabada, quieta. Cuando el fuego avanzó se prendió la cinta, las maderas de entibamiento, los tabiques de la Unión 9 y así pasó a la galería de ingreso.
¿Y cuáles fueron las fallas para que eso ocurriera? ¿Fallas humanas, mecánicas, organizacionales?
De todo un poco.
¿Por dónde empezamos?
El operador de la cinta que está afuera, en la Boca de la mina y controlaba el funcionamiento de las seis cintas, declaró que la cinta número dos se había detenido varias veces. Pero desde las áreas de producción le pedían que funcionen porque había que descargar la cinta. Es decir, que no detuviera el funcionamiento.
Entonces nadie ve lo que pasa en el rodillo.
Exacto. Antes de la concesión a Taselli había un operador que se llamaba Botonero. Estaba justo en el punto en que las cintas se descargan unas sobre las otras. Si había algún problema el botonero apretaba un botón, avisaba y frenaba la cinta para corregir el problema. Pero Taselli desafectó esa función (así como tantos otros desastres que hizo).
Nadie ve y por lo tanto nadie da una alerta.
Así es, nadie dijo: “Alto! Paremos a ver qué pasa”. El operador de la cinta no lo dijo. El Jefe de los Frentes Largos o de Preparación, que están en el fondo de la mina, tampoco. A pesar de que había un indicio de que algo estaba funcionando mal.
¿Y ante la inacción o el error humano, no hay sistema de alerta o detención automáticos?
El tablero eléctrico de operación de la cinta era muy antiguo pero le habían hecho una automatización, tenía una protección. El operador de la cinta dijo que él seguía haciendo funcionar las cintas a pesar de que saltaba una alerta. Pero también tenía un sistema, para cuando se hacía mantenimiento, que desactivaba la protección. Mi interpretación del hecho es que la protección estaba desactivada.
¡Ah la pelota!
Si. Por eso me da bronca el accionar de los peritos y los abogados de la causa, porque esa posibilidad no aparece señalada en ningún lado de la causa. Como no conocen el funcionamiento y vaya a saber qué otras cosas mas, no indagaron en esta posibilidad. ¡Se fueron por las ramas! El perito no tiene porqué conocer el funcionamiento de la máquina, porque no hay una cinta así, trabajando en esas condiciones, en ninguna otra parte del país. Por eso, no se tiene que basar en lo que le cuentan de cómo funciona, tiene que ir a mirar y aprender.
Pero tiene que haber manuales
En esa empresa, manuales no existían. Y si existían estaban olvidados en algún cajón.
Tampoco saltaron alertas de la parte eléctrica
Ese el otro hecho que me da la pauta de que los sistemas no funcionaban. ¿Por qué no saltaron las protecciones eléctricas si estamos hablando de 6.600 voltios? Y acá vuelvo al principio, cuando estábamos con el lamparero y nos dimos cuenta de que la radio se dejó de escuchar y hubo una baja de tensión. Eso después coincidió con comentarios de compañeros de la usina que dijeron lo mismo. ¡En la usina! Una baja grande. Para mí fue cuando el operador de la cinta mandaba la orden de seguir funcionando y hacía resentir la línea con una sobrecargó muy grande. Y ahí también. ¿Cómo no saltaron las protecciones de la subestación de la mina?
¿Cuál es tu explicación?
¡El descalabro que había en la empresa! Estaba todo atado con alambre como para que funciones a como fuera. Los sensores no funcionaron, o funcionaron mal, o los desconectaron. Hay preguntas que no tienen respuestas. Sensores y automatización de la cinta, había. También estaba la palanca que desactivaba. Pero también estaba el Jefe que le mandaba la orden: ¡Vos dale que hay que vaciar la cinta!
Hay “obediencia debida” por parte del operario entonces.
Y de alguna forma. Al compañero lo conocí personalmente. No estaba capacitado y formado para comprender la dimensión de su responsabilidad al manejar esa máquina. En ningún momento tuvo conciencia de que por su forma de trabajar se podía generar semejante siniestro. Pero eso es una cadena. Hay una falla en la organización de los procesos.
Vamos a ese tema de “los procesos”
El análisis de los procesos es una especialidad de la ingeniería. Estudia una combinación de factores que intervienen en la producción. Y se aplica para evaluar cómo se hacen las tareas y porqué, qué función tiene cada puesto de trabajo, que alcance tienen, que responsabilidades, cómo se relacionan con otros puestos de trabajo y con otras responsabilidades. Una vez definido los procesos, esto requiere formación y capacitación, que no es lo mismo. Podés estar capacitado para manejar una máquina y no estar formado para comprender por qué funciona así y los problemas que podés generar si la manejás mal. Y todo eso requiere normas del procedimiento, que a su vez deben ser cumplidas a rajatabla. Porque si no se producen estos problemas. Es decir, si no hay procedimientos claramente establecidos, no hay normas que cumplir y nadie tiene claras sus responsabilidades. Nadie se siente responsable por lo que pueda ocurrir. Y esto es clave para entender lo que pasó. ¡Por eso nadie dijo: ¡Paren!
Desde ninguno de los sectores involucrados alguien dijo: ¡Paren!
A ver, ¿porqué en la parte eléctrica no actuaron las protecciones después de que pasó el siniestro? Al año, cuando fueron a conectar nuevamente, ¡hubo un cortocircuito en los 6600! ¡Y no saltó la subestación! Quiere decir que la subestación seguía igual. ¡Y otra vez con el tema de los procesos! El análisis en la ingeniería de procesos incluye la evaluación de las instalaciones en relación a todo lo que actúa con esa instalación: lo mecánico, lo eléctrico, lo humano. A ver, cuando se decide hacer un agujero para sacar carbón del cerro, también hay que hacer instalaciones de agua, las eléctricas, los drenajes, el aire comprimido. Para poder definir una operación vos tenés que tener definido todo eso, lo que interviene en su complejidad en la operación. Sea un túnel para entrar a buscar carbón o cualquier otra cosa. Si hubo procesos pensados fueron hasta los años 70. Pero después eso se tiene que ir adaptando a las innovaciones tecnológicas, a las mejoras. ¡En 1974 hubo 11 muertos también!

¿Y la cuestión de la seguridad?
Uf. Flor de tema. La minería subterránea está considerada como uno de los trabajos más peligrosos que existen. Por lo tanto, la cuestión de la seguridad es clave. Justamente debería haber existido una Seguridad que trabajara en forma conjunta, coordinada, con Recursos Humanos, con los Gerentes, como equipo interdisciplinario. Si cada uno hace lo que le parece y Seguridad no participa en la elaboración de la propuesta, la que sea, seguro que se generan condiciones favorables para un incidente o un siniestro. Y la forma de trabajar de las Gerencias fue siempre fragmentaria, cada cual por su lado. La fragmentación en esta empresa conspira contra la racionalidad del trabajo y especialmente contra la seguridad.
Así no se pueden prevenir los siniestros.
En la oficina de seguridad vieja, cuando entrabas te encontrabas con un espejo que tenía un dedo acusador con una leyenda que decía: El responsable de la seguridad es usted. Y en un sentido es cierto. Pero detrás del dedo acusador estaban todos los que tendrían que haber pensado los procesos, analizados las medidas, analizados los puestos, implementado las capacitaciones y sus evaluaciones. Cuando se rompen las normas de control para “agilizar” la producción o cuando se imponen ritmos de producción superiores a las posibilidades humanas, organizacionales o técnicas, se generan las condiciones para una muerte. O muchas.
En realidad los principales responsables son los Gerentes y las áreas de Jefatura.
Ellos son los responsables en primer lugar siempre. Es un hecho que las áreas resposables no detectaron las fallas técnicas, ni el error humano ante las señales de alerta que venían de la máquina o ante el error humando que provocó el atasco de la cinta. Y si lo detectó, no actuó para corregirlo a tiempo. En la prevención falló completamente. Y casos de inseguridad flagrante hubo montones en los últimos años. Y hablamos de la empresa posterior a la muerte de los 14 compañeros.
¿Cómo funcionó la seguridad esa noche?
Caóticamente. No podía ser de otra manera.
¿Qué pasó que no pudieron salir todos?
Primero nadie sabía bien qué había pasado. Los que estaban adentro no sabían que había un incendio en el camino de esa salida. Los que vieron el incendio declarado fueron dos electricistas que llegaron a ver lo que pasaba en la Unión 9. Ellos confirmaron el alerta de fuego al Jefe de Seguridad. Pero a los de adentro lo único que les dijeron era que tenían que evacuar. El de la central telefónica solo dijo: ¡salgan!. Pero no por dónde, ni porqué. La gente comenzó a salir tranquilamente porque estaban a cinco y dos kilómetros del lugar del incendio. Para peor las comunicaciones se cortaron cuando el fuego llegó a los cables. Y encima reventó la cañería de aire comprimido, lo que inyectó 8 kilos de presión de aire al fuego ya iniciado. Ahí se notó lo que era la falta de entrenamiento y capacitación general. Cada uno hizo lo que le pareció en medio de órdenes poco claras. Un camión había entrado por la Galería principal, cuando todavía se podía transitar a la altura de la Unión 9, para buscar a un grupo de trabajadores que estaban haciendo horas extras más adentro y esperó a la gente que venía del frente y que se amontonó hasta donde pudo. Cuando emprendió el regreso, se encontró que ya había humo en la Galería Principal. Pero cuando llegó a la Unión 11 o 12 el humo se puso muy espeso. Sin poder ver, con dificultades para respirar, terminó chocando contra el cerro. Ahí ya fue el desastre. Los compañeros saltaron del camión y según lo que cuentan los sobrevivientes no había forma de ver nada porque el humo refleja la luz de los cascos y si se apaga la negrura es absoluta. ¡No sabían para donde tenían que ir aunque estaban bastante cerca de donde estábamos nosotros! ¡Si no podían respirar!. Se agarrados de las manos y pegados a la pared algunos – más de treinta – fueron saliendo. Pero uno de los que no pudo salir fue el chofer del camión. Los testimonios de los sobrevivientes son desgarradores sobre esa situación.
Evidentemente no había criterios de evacuación.
No hubo claridad en la orden de evacuación. Porque si el que da la orden de evacuar sabe que el incendio está en la Unión 9, le tendría que haber indicado al chofer que la evacuación era por el Chiflón 7, una galería para ventilación, es decir, exactamente al revés de lo que hicieron. Porque por ahí entra el aire nuevo de la ventilación. Entonces no se hubiera muerto ninguno. Salían todos. Y el colmo es que casi sufren las consecuencias del incendio un grupo que venía desde el área ventilada en dirección al incendio. Se salvan porque encontraron en medio del humo a dos compañeros que ya no podían caminar y les dijeron: ¡Salvensé ustedes, vuélvanse! Y se volvieron para salir por el Chiflón 7.
Evidentemente los jefes se vieron sobrepasados por la situación
Y ahí se evidenciaron las consecuencias del desorden, la fragmentación, la falta de formación, capacitación. Y sobre todo la evaluación de los propios jefes y de la propia Seguridad para ejercer los cargos de responsabilidad. No se trata de hacer un cursito por año. Es el sistema el que no funcionó. Una capacitación fragmentada y sin una planificación, que debe estar atada a una ingeniería de procesos, incluyendo RRHH.
¿No había autorescatadores no?
Los poco que había eran muy viejos, antiguos. No se sabían usar. Nunca me dieron uno. Después compraron y lo hacen llevar y aprender a usar. Pero el tema no es tener o no tener el autorescatador. Sino sacar las conclusiones de porqué se incendió y corregir las causas.
¿En resumen…?
1) Falta de una reingeniería de procesos bien pensada y actualizada. 2) Falta de capacitación, formación y evaluación integral. 3) Falta de organización y coordinación entre los distintos sectores que intervienen. 4) Falta de delimitación de responsabilidades claras entre sectores y entre operarios, la calificación de los puestos, etc. 5) Falta de un sistema de seguridad que prevenga todas las variantes, con lo más moderno en equipos, el mejor entrenamiento de las brigadas de emergencia (incluyendo un programa anual de simulacros).
¿Y en relación con la “obediencia debida”?
Al faltar todo eso es inevitable. Cuando no hay reglas claras todo se hace laxo. Se dejan las cosas a medio hacer para que las haga el que viene, o se reciben las cosas de cualquier manera. Uno de los operarios, cuando le preguntan durante la investigación por un montón de cosas amontonadas en la Unión 14, declaró que él las había dejado para que lo arregle el turno que viene. Los que no rompieron bien las toscas que descargaban en la cinta desde el “Frente Largo” o desde la preparación que estaban haciendo un mantenimiento, mandaban la tosca mas grande, sin pensar en las consecuencias. Pero además la falencia de la Seguridad, del Supervisor y en última instancia de los Jefes. Alguno tendría que haber dicho ¡Eh…paren! En vez de “dale y dale”.
Un conjunto de hechos que llegan al siniestro, como si cayeran en un embudo de causas.
Si. Normalmente se habla de que para cada siniestro hay un conjunto de hechos menores, que no producen daño a nadie, que pueden no producir daño a las máquinas, pero que van generando la acumulación de condiciones necesarias para que se produzca un siniestro.
Hay una responsabilidad institucional
Obvio, los responsables no se detuvieron a pensar los procesos ni a verificar su aplicación. Esa es la responsabilidad de los Gerentes. Analizar los procesos de cada Gerencia, cómo los podés mejorar.
En vez de pensar si las condiciones de funcionamiento son las necesarias para que se funcione correctamente.
Sí, toda esa gente no se dedicó a pensar y evaluar en el terreno la situación. Los Gerente tienen que ser proactivos, que estén en el terreno y lo recorran. No que estén en la oficina mirando los planos. El plano te puede decir una cosa, pero el terreno siempre te dice otra, o te complementa el plano. El plano nunca es igual al terreno.
O que la dirija por teléfono
Claro. Tiene que haber equipos técnicos interdisciplinarios que analicen esto. En su momento la empresa tuvo eso. Hasta los 80 sobrevivieron algunos. Ya antes de Taselli se fueron desmantelando. Con el achique que comenzó en la época de Alfonsín comenzaron a desmantelarse esos equipos. No se los renovaban. Eso fue parte de un planteo sobre lo que había que hacer en Turbio con YCF que está en un Informe del Banco Mundial. Para el año 86 si mal no recuerdo. Por ejemplo, decía con claridad cómo generar el desánimo en la gente para que se vaya. ¡Esa hijaputez planteaba! Sin tapujos. Era cuestión de reducir todo a una expresión mínima para dejar un mantenimiento o alguna cosita así. En esa época éramos poco mas de 3.000 y el informe planteaba reducir a unos 800. ¡¡Es lo que hizo Taselli!!
Pero el Estado se hizo cargo y los muertos son con el Estado.
Si. Se hicieron cargo por la lucha de la cuenca minera. Las Asambleas Comunitarias en donde participaba todo el pueblo. Hasta los Intendentes. Lo impulsábamos desde el sindicato, pero no dejamos a nadie afuera, invitamos a todos y participaron todos. Pero después no hicieron lo que tenían que hacer. Lo hicieron para la TV. Fue Crónica a mostrar el primer tren que sacaba carbón para venderlo en Río Gallegos. Fue la primera intervención de Arnold.
¿Se buscaba mostrar que se hacía lo contrario a lo que hacía Taselli?
Claro. Por un lado estaba bien. Pero, había que revisar todo esto porque fueron siete años de Taselli en los que habían destruido todo lo poco que quedaba de lo que no habían destruido en la época de Alfonsín. Y después vinieron a reforzar esa política Menem y de la Rúa.
Entonces en el árbol de causas hay que incorporar las políticas implementadas por los gobiernos de turno.
Las políticas comienzan con ese informe del Banco Mundial. Debe haber habido otros antes. Ellos tiraron la línea y los gobiernos la agarraron.
Ahora bien, Taselli fue un desastre que todos conocían.
Pero si. Por eso prendió tan fuerte el ¡Fuera Taselli!. La población de la cuenca comprendió perfectamente que había que volver al Estado. El tipo solo fue a desguazar la empresa y aprovechar las condiciones de la concesión para llenar sus cuentas bancarias. Tenía subsidio para salarios y subsidio para el precio del carbón. ¡Y en la empresa no puso un peso! Utilizó el aporte de los subsidios para derivarlos a sus empresas particulares y le vendió el carbón a valores subsidiados a un mercado cautivo: la usina de San Nicolás, de la norteamericana AES (esa sí se privatizó). En el contrato de la compra la yanqui estaba obligada a comprar 380.000 toneladas de carbón a Río Turbio. El precio estaba en unos 40 dólares la tonelada y los tenía que comprar a casi 70 dólares. ¡Casi el doble! Entonces Taselli mandó a sacar carbón de cualquier manera. Y dejó que todos los procesos se desarmaran.
Pero cuando vino el Estado dijo ¡dale y dale!
Eso. Locomotora con la bandera argentina, carbón a Gallegos, dale que va! Como dijo un dirigente sindical del personal superior había que sacar carbón ¡aunque sea con los dientes!
¿Y el papel del sindicato y el Estado después de Taselli?
Con la lista Negra impulsamos el Fuera Taselli. Desde noviembre de 1999 a noviembre del 2003. Ahí fueron el Primero y Segundo Congreso del Carbón y las Asambleas Comunitarias. ¡Pero esa es otra historia! Después regresó la lista Verde (no sin alguna jugarreta) y estaba Kirchner en el gobierno. Pensá que Kirchner asume en 2003 y cuando se produjo el incendio hacía poco que había asumido. Y justo una semana antes anunció que iba a poner plata en la empresa. El sindicato se pegó a la gestión del gobierno que después de los 14 muertos destinó toneladas de inversiones y aumentos de sueldos.
No era un tema que preocupara esta cuestión de los procesos que mencionás tanto.
Para nada. ATE jamás se dedicó a la cuestión del funcionamiento del trabajo. Incluso yo mismo no pensaba en esto como pienso ahora. El Primer Congreso del Carbón realizó un enorme y detallado informe del estado de la empresa (bulón por bulón casi) que fue muy importante para demostrar el nivel de deterioro en el que Taselli la había sumergido y el Segundo avanzó, en equipo con la Facultad de Ingeniería de la UBA, en proponer alternativas productivas para darle valor agregado al carbón. Pero no conocíamos esta cuestión de la reingeniería como algo fundamental. Todo este tema de los procesos es posterior. Es del período previo al IV° Congreso del Carbón, durante la discusión paritaria sobre el Convenio Colectivo, el Proyecto de Centro de Formación y la propuesta de Reingeniería de Procesos de la gestión. Destacando los aspectos positivos de esa gestión, digamos, porque también hay mucho para debatir, evaluar y criticar sobre cómo se hicieron las cosas. Pero es de este período más cercano. Antes de Macri y Zeidan.
Volviendo al incendio y las responsabilidades: ¿qué es lo que se investigó en realidad?
Centralmente si el fuego fue producido por una falla mecánica, natural o artificial (un atentado). Se corrieron bolas de todo tipo también sobre esto. Fueron condenados (sin prisión) el Interventor y el Jefe de Seguridad. Las conclusiones del tribunal hablan de un desastre de la organización de la empresa. Incluso uno de ellos habla de un “concierto” (así dice) de errores o impericias. Lo que falta es la pregunta: ¿Porqué hubo un concierto de errores? Y como no hay pregunta, no hay respuesta.
¿En la actual empresa, puede volver a suceder algo así?
¡Por supuesto! ¡Puede ocurrir! Porque no terminaron la reingeniería de procesos para ordenar y corregir las causas que llevaron al concierto de errores. Como dije, entre el 2008 y el 2015 hubo intentos por salir del pozo. Hubo inversiones enormes y a partir del 2013 un serio intento de corregir la clave del problema con el Centro de Formación y la Reingeniería de Procesos como propuesta. Pero también hubo errores grandes y despilfarro. Después vino Zeidán que fue otro Taselli. Y con Fernández nada cambió respecto de Zeidán. Ya sucedieron varios incidentes y siniestros. Algunos de gravedad por su dimensión, como fue la explosión de la caldera de la usina. Y eso que ahí tienen mas o menos definidos los puestos y procesos. Y ya tienen un muerto por envenenamiento. ¡Insólito! Que tuvo una sustancia altamente tóxica al alcance de la mano. Si es tóxica y puede matar a alguien no puede estar al alcance de la mano. ¡Como si el gelamón estuviera en un estante de la lamparería! Le dan bola al márquetin y venden humo sobre capacitaciones que nada tienen que ver con una elaboración relacionada con una reingeniería de procesos. A pesar de que se les entregó, en mano a Aníbal Fernández, un informe sobre todo esto que estamos hablando. Ni pelota. ¡Peor! Corrieron de lugar al tipo que más conoce sobre capacitaciones y lo mandaron a cumplir funciones en un lugar que no tiene que ver con su especialidad. Eso lo hizo un tipo que pusieron en RRHH que no tiene ni idea del funcionamiento. Jamás trabajó en producción. Maneja la Gerencia por teléfono desde Buenos Aires y contrata empresa de capacitación – creadas a tal efecto – por fortunas, para dar cursos de “zaraza”. Para eso funciona. El mundo al revés.
¿Se puede corregir?
Se puede. Pero la empresa tiene que ser gestionada técnicamente, como una empresa productiva que necesita ser eficiente y autosustentable. Los informes que se presentaron en 2013, 2014 y 2015 son irrebatibles. Por eso no se atreven ni a mencionarlos. Pasaron casi diez años y mantienen totalmente su vigencia. El macrismo dejó directamente sin efecto el proyecto de capacitación y formación, la reingeniería de procesos, bajaron las inversiones. ¡Y los de Aníbal Fernández, con pandemia o sin pandemia, dejaron todo como siempre! Hacen márqueting con la usina de 240 y mientras tanto les explota la caldera vieja en la usina que funciona. Y va a explotar otra cosa, no puede ser de otra manera. Ahora viene otra vez el ¡dale y dale!. La gente no tiene la culpa, volvemos a lo mismo porque – desde arriba – no se toman las decisiones que hacen falta tomar para que la empresa funcione técnicamente bien. No como un botín político o un kiosquito.