Especial para ContrahegemoníaWeb
Acercándose a cumplir tres años, la gestión de Perotti al frente de Santa Fe parece cada día más cerca del naufragio.
Sin bancos para privatizar, sin el control de ninguna de las cámaras legislativas, con toda la dirigencia sindical en contra, con su propio partido dándole la espalda, con la policía santafesina haciendo gala de su autonomía para ser parte del delito y amparar las balaceras en los barrios, con el humo cubriendo Rosario y demás ciudades del sur y, como corolario, con un amplio rechazo de la población, Perotti da muestras de haber perdido el rumbo. Cada día más aislado se aferra con desesperación a algunos datos de la realidad que le sonríen:
– Es cierto que la economía de la provincia crece. Creció un 10% el año pasado y este año los números vuelven a mostrar alzas importantes. El agronegocio, la industria automotriz y de maquinaria agrícola, la construcción, los bancos y sectores del comercio están haciendo mucha plata.
– El otro dato es el de las cuentas del Estado provincial. Al mejor estilo de los ’90 Perotti y Agosto muestran orgullosos el superávit fiscal.
Y sí, los números le sonríen, las cuentas le dan bien pero casi todxs repudian al Gobernador. Perotti se ha convertido en una especie de Rey Midas del siglo XXI. Muy tarde aquel personaje de la mitología griega se dio cuenta de que el don que le habían otorgado -todo lo que tocaba se convertía en oro- en realidad era una maldición ya que ni comida podía llevarse a la boca y así murió de hambre. Nuestro Gobernador empieza a darse cuenta (o quizás todavía no) que la riqueza de unos pocos, que el superávit fiscal, que los plazos fijos de nada le sirven frente al profundo malestar social que está cosechando.
En estas semanas ha tenido la capacidad de empujarnos a una verdadera rebelión de docentes y estatales. Puede haber muchas diferencias entre algunas conducciones; pero estamos por empezar la quinta semana de paros de todos los gremios. Es que la ecuación provincia rica y docentes pobres no nos cierra. Es que la plata debe estar en las escuelas y los hospitales y no en los plazos fijos. Es que estamos cansados del ajuste en la salud y la educación públicas. Perotti tiene en sus manos la posibilidad de resolver este conflicto. Por lo menos uno de los que atraviesan la provincia. Basta con que se siente sin demora en la reunión paritaria y aproveche los fondos que tiene para empezar a dar respuesta a tanto legítimo reclamo. Pero no. Siguiendo el manual de todo lo que hay que hacer para quedar aislado, el gobierno anunció que piensa descontar los días de paro; como el “bombero loco” elige tirar nafta al fuego.
Y así anda: cada día más solo, más encerrado, más extraviado en su propio laberinto. Y de este lado sobra fuerza. El martes, en las calles, docentes y estatales del sur provincial en unidad de todos los gremios vamos a dar una respuesta contundente a tanto autoritarismo, a tanto maltrato, a tanto ataque a nuestra dignidad.