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Apuntes sobre socialismo desde abajo y poder popular

Hebe y Osvaldo

La muerte de Hebe golpea. A quienes la acompañamos desde siempre, hasta su renuncia a la independencia respecto al estado burgués y su incorporación al kirchnerismo nos duele, sobre todo, lo que podría haber sido, porque nada opaca el heroísmo gigantesco con que enfrentó a la dictadura. La recordaremos con ese cariño que terminó teñido de lástima y pena por los olvidos recientes, los silencios frente a las atrocidades estatales contemporáneas y, porqué no, por el quiebre de amistades incondicionales y verdaderas, como la que la unió a Osvaldo Bayer hasta su distanciamiento. Un cariño teñido de lástima y pena dijimos, como el que creemos trasuntan estas palabras de Ana.

Hoy nos enteramos del fallecimiento de Hebe.

Mi padre Osvaldo hubiera dicho: «pese a todo es una triste noticia».

Osvaldo le abrió la puerta durante el exilio en Alemania y desde allí, las Madres de Plaza de Mayo empezaron a ser conocidas en Europa, como ejemplo de lucha.

Habían recibido el Premio de la Paz de la Iglesia, y Osvaldo empezó junto a ellas un largo camino por la defensa de los Derechos Humanos, siendo un ejemplo en todo el mundo.

Fueron muy amigos. Hebe y Osvaldo eran los que llevaban la bandera de los Derechos Humanos en los años ’90.

Ir a la Plaza de Mayo en aquellos años era muy fuerte. La Plaza llena, la fuerza y la magnitud que tenía era increíble, y después el discurso de Hebe que te ponía la piel de gallina al escucharla.

De repente, la gran equivocación de Hebe, entrar en un partido político mientras Osvaldo le decía de seguir luchando por los Derechos Humanos. Un día Hebe lo llamó «gorila» a Osvaldo en la misma Plaza donde nunca faltaba el abrazo.

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Osvaldo nunca entró a polemizar, me decía que no quería entrar a discutir, seguía diciendo que hay que recordarla por su coraje, su valentía, por lo que ha hecho por la Argentina.

Yo le decía a mi padre: «es injusto lo que ha hecho Hebe con vos». Mi viejo se quedaba en silencio.

¿Y el café literario en la Universidad de las Madres, llamado Osvaldo Bayer? ¿Sus inolvidables notas en el diario de las Madres? ¿Cómo olvidar todo eso? ¿Qué pasó con todo eso?

Hebe no vino al funeral de mi padre, tampoco mandó ningún saludo, nada. Cuando pusimos la placa frente a la casa de mi papá, el famoso Tugurio, en el año 2019, no vino.

Hay una gran parte del archivo de Osvaldo en la que se encuentran documentos sobre toda la lucha que compartieron juntos, eso va a quedar en la Historia. El orgullo falso de Hebe, que terminó con la amistad con Osvaldo, se va a perder.

Hoy, estoy segura que mi viejo hubiera dicho, pese a todo: «¡Gracias Hebe, fuiste una gran luchadora!

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