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Apuntes sobre socialismo desde abajo y poder popular

Fernando Báez Sosa y el negocio del clasismo punitivista

El siguiente texto fue escrito y difundido por redes sociales por Alberto Sarlo, abogado y alfabetizador popular, quien desde hace 13 años trabaja en el Pabellón 4 de la UP 23 de Florencio Varela, alfabetizando, dando clases de boxeo y dirigiendo un taller de literarura y filosofía y una editorial que publica escritos de internos y liberados. Agradecemos su siempre presentente disposición para con este medio y su autorización para difundir sus escritos.

El crimen fue aberrante. La realidad virtual nos permitió apreciar en imágenes que fue un ataque cobarde de muchos contra uno. Las cámaras muestran una golpiza salvaje por parte de un grupo de personas que practicaban un deporte de contacto que se jacta de supremacismo (tema para otro debate, pero es hora de que los jugadores de rugby reconozcan la violencia implícita que exponen todos los fines de semana y que se replanteen la falacia de «los valores del rugby». Si defienden esa frase nefasta defienden un supremacismo ético de un deporte por sobre el resto del universo deportivo. No demos vueltas: los deportes NO llevan un ADN de valores implícitos, los deportes son construcciones culturales, y como todo «constructo» depende de la ética con que los seres humanos lo practiquen y organicen, así se llame boxeo, rugby, bádminton, ping pong o ajedrez). A lo expuesto hay que sumar un aporte clasista: las cárceles son destino común de negros, marrones, villeros, nadies…, pero esta vez existe la posibilidad de una revancha clasista atento que los victimarios son blanquitos, conchetos y rubiecitos. Está claro que el morbo que genera esta última característica es algo que nunca va a desaprovechar el mainstream mediático y mucho menos un personaje como el abogado y precandidato a gobernador Fernando Burlando.
Era obvio que con estos antecedentes el periodismo decadente de nuestro tiempo transformaría a los atacantes en monstruos. La definición de monstruo unifica el discurso y organiza la acción: Tanto ricos como pobres, por diferentes razones, piden a gritos justicia, sin ponerse a pensar ni medio segundo que lo que declaman es venganza. En este contexto ¿Suena ingenuo decir que por más que no empatizo ni medio milímetro con los victimarios, tengo muy claro que esos pibes, conchetos, rugbiers, partícipes de un hecho violento y potencialmente homicidas son seres humanos? ¿Es naif afirmar que la categoría antropológica de «monstruo» es inexistente en el derecho argentino y que anatómicamente somos todos seres humanos? Puedo pecar de candidez, pero lamentablemente debo afirmar que jurídicamente las leyes penales se aplican sólo a seres humanos por más desagradable que haya sido el delito cometido y por más millones de pesos que ganen diariamente los medios de comunicación con este caso.
El sentido común que es conservador, racista y punitivista no tiene necesidad de analizar mucho más: Si son monstruos que cobardemente atacan en banda a un ser indefenso, pues la solución es que deben sufrir y, si mueren durante la praxis sufriente, mucho mejor. Bien, pues entonces ¿Qué mejor que las cárceles, o mejor dicho CENTROS DE TORTURA, como hace 13 años las defino yo?
El dolor de los familiares y amigos es legítimo y lógico. Sus declamaciones son entendibles y comprensibles, pero aunque les suene políticamente incorrecto, el dolor no legitima leyes ni fallos. Puedo abrazar y apoyar a los dolientes, pero el dolor no da derechos ni reglamenta a las sociedades. El dolor de la familia Blumberg generó que Roberto Durrieu, un asesor del dictador genocida Rafael Videla, modificara el Código Penal violentando pactos internacionales agregados en la Constitución Nacional.
Los que piden perpetua están pidiendo de acuerdo a nuestra normativa penal 50 años de cumplimiento efectivo. O sea, están pidiendo que los 8 acusados, sin discernir la acción de cada uno de ellos, mueran en la cárcel ¿Alguno de los que opina eso conoce una cárcel por dentro?
Las reivindicaciones clasistas no se solucionan con punitivismo, se solucionan con militancia, con lucha, con resistencia y con educación popular. Desde el 5 de mayo de 2010 que ingreso todos los miércoles al Complejo Carcelario más hacinado, más putrefacto y con mayor tasa de mortalidad de toda la Argentina: El Complejo Penitenciario de Florencio Varela. Dicho complejo posee 6 cárceles (la 23, la 24, la 31, la 32, la 42 y la 54), yo ingreso semanalmente al pabellón 4, un pabellón de «población», o sea en la jerga carcelaria un pabellón picante, pesado en donde los guardias sólo entran armados. Allí nació nuestra Editorial Cuenteros, versersos y poetas. Desde allí publicamos y regalamos más de 32.500 libros. Ese pabellón apestoso y maloliente queda en el sector de máxima seguridad de la Unidad 23, una cárcel construída para 482 camas y que hoy aloja a 1764 presos (datos oficiales Ministerio de Justicia). Cuando hablamos del morbo de blanquitos en la cárcel hablamos de que los centros de tortura son destino de pobres y marginales. Más del 95 % de los detenidos son clase baja. En los 13 años que llevo alfabetizando, enseñando filosofía, literatura y boxeo NUNCA TUVE UN ALUMNO CLASE MEDIA O CLASE ALTA. LOS MILES DE ALUMNOS QUE TUVE FUERON VILLEROS, MARGINALES Y ANALFABETOS FUNCIONALES. Esa es la razón por la cual nadie escucha mis denuncias y a nadie le importa apoyarme. La sociedad avala las atrocidades que se viven en los penales por la sencilla razón de que es cosa de villeros, de negros, de nadies.
En estos 13 años fui testigo de motines, peleas, represiones, huelgas y muertes. Visité compañeros en la cárcel hospital de la Unidad 22 de Olmos y vi con mis propios ojos las secuelas de la gangrena, la sífilis y la sarna, padecimientos medievales muy comunes en las mazmorras penitenciarias. Fui testigo directo de la muerte de decenas de pibes presos (16 compañeros de la Editorial que los conocía muy bien y centenares de alojados en las cárceles colindantes al complejo). Escuché los gritos desgarradores de Eduardo Iriarte García un pibe del pabellón 3 que lloraba de dolor por problemas estomacales, que el médico de la 23 nunca quiso atender y que a las semanas moría por peritonitis (denuncia que efectué en posteo del 15 de diciembre de 2021). Acompañé a sanidad a decenas de compañeros que escupían sangre fruto de los efectos de la tuberculosis (en el 2022 publiqué tres posteos con dichas experiencias). La Provincia de Buenos Aires lleva tres records consecutivos de asesinatos institucionales en penales: en el año 2019, 145 fallecidos., en 2020 se batió ese mismo record alcanzando 178 preses muertos, y en 2021 las cifras oficiales llegaron a 205.
Esa es la cárcel muchaches, ahí es adonde quieren mandar a morir a los victimarios de Fernando Baez Sosa. ¿A eso llaman justicia? ¿A eso llaman aplicación del derecho? ¿Por qué en vez de pedir perpetua o pena de muerte, no me ayudan a concientizar a la sociedad sobre la macabra realidad de los centros de tortura? De lo contrario sería mucho menos hipócrita y sincero pedir la pena de muerte en Argentina. Háganlo y sepamos de qué lado de la mecha nos encontramos.

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Fuente:

http://www.borradordefinitivo.com.ar/

9 thoughts on “Fernando Báez Sosa y el negocio del clasismo punitivista

  1. No rntendi, disculpas. Justicia clasista cuando condenan a ocho hijos del poder que asesinan a un “negrito villero”? Es clasista al revés? Todo muy confuso en el artículo.

  2. Comparto gran parte de lo que expresa. Trabaje dando clases en un penal. Y se que es así y peor… Solo me gustaría sumarle qué cuando piden pena de muerte en este caso una reclusión perpetua, hipócritamente no nos estamos o nos se están haciendo cargo de que lo que hicieron esos pibes es un problema también nuestro y de nuestra sociedad. Qué muchos y muchas que hoy se solidarizan con la familia de Fernando y que piden que los maten, también reproducen formas de violencia terribles y que nuestros pibes y pibas reproducen esas formas, muchas veces racistas, patriarcales. No son solo esos pibes el problema. Hagámonos cargo.

  3. Hay una “justicia” que ordena la sociedad. Si, a esa justicia se refiere el pueblo cuando pide “justicia”. Ahora si querés discutir sobre la sobrepoblacion de las cárceles vamos a tener que discutir sobre la sobrepoblación de pobres, desclasados, marginados, desocupados, gente sin vivienda, sin trabajo y si obra social o prepaga que hay en la sociedad que seguro que se muere hasta de un resfrío o tbn de una peritonitis. Se entiende tu indigacion por la situación de las cárceles pero esa situación se da por la situación en la que está el país. Por eso más que por la situación de las cárceles deberías indignarte por la situación del país y si empezamos por ahi quizás se podría empezar a pensar cómo salir de esa miserable situación en la que están las cárceles. ¿O querrás empezar por mejorar la situación de las cárceles y abrir otras nuevas para que haya tantas camas como sean necesarias para que alberguen a los 1764 pobladores que vos contabilizás?

  4. Creo que el artículo es muy bueno tan bueno como el comentario de Miguel.estoy viendo otro chico atacado en Corrientes por rugbiers. Lo que entiendo que si bien el periodista de la nota tiene razón.no quita la razón de la locura asesina de una sociedad cuya decadencia hacia arriba y hacia abajo es brutal. Las humanoides que mataron a lucio.llevamos en enero 28 genocidios y contando las muertes por robos. No hay peores asesinatos.todos son terribles.asi cómo son terribles las condiciones carcelsrias.hospitalarias…hace unos días una mujer parió a su bebé en la puerta de un nosocomio en Salta porque no la dejaron entrar
    Les digo a todos mis amigos pensantes y sintientes
    el Fanatismo es la negación de la inteligencia
    Y eso es una ceguera espantosa que no ayuda .todo está tan mal que no se sabe para donde correr!! El que lo sepa que tire la primera. Idea acción palabra para que entre todos podamos hacer algo positivo para mejorar esto ya que no podemos hacer llover

  5. Si están ahí es x que bien no se portaron, y la persona q labura y busca mil formas de salir adelante y no le hace daño a nadie ,no tiene xq empatizar con esas personas que si te tienen enfrente, y te tienen q disparar, o golpear para obtener lo q uno con sacrificio consigue no te tienen piedad así sean ancianos o criaturas…la verdad no empatizo con ellos lo hubiesen pensado antes..

    1. No está diciendo que los que están ahí sean inocentes. Está diciendo que también hay rubios y de clase alta que “se portan muy mal”, que delinquen igual o más que esos y sin embargo nunca llegan a la cárcel.

  6. Excelente artículo. Lo único que leí hasta ahora que vale la pena. La gente pidiendo justicia porque los medios así lo digitaron, justicia por condenar a 8 borregos idiotas ?
    Y mientras tanto los pedofilos q mataron a Natacha jaitt siguen sueltos, pero los medios no dijeron mas nada. Y la gente pidiendo justicia por fernando. Esta todo manejado. Todo.

  7. Interesante el artículo. Es problema de la sobrepoblación en las cárceles es real.
    Ahora digo, si hubiera sido tú hijo en vez de Fernando, pensarías igual de estos asesinos?

  8. sobre el último párrafo, hay varias preguntas, me gustaría responderlas

    ¿A eso llaman justicia? No, no existe la justicia acá

    ¿A eso llaman aplicación del derecho? Posiblemente, supongo que la sentencia tiene que ser acorde a la ley, lo cual no significa que sea justa como dije en la primera respuesta

    ¿Por qué en vez de pedir perpetua o pena de muerte, no me ayudan a concientizar a la sociedad sobre la macabra realidad de los centros de tortura? Por qué mejor no concientizamos a la sociedad de que si no quieren caer ahí no tienen que cometer delitos? Evidentemente hay mucha gente que no lo entiende, sino no habría sobrepoblación carcelaria

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