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Apuntes sobre socialismo desde abajo y poder popular

Chávez: A 10 años de una distinta presencia

Este 5 de marzo se cumplen 10 años de la muerte de Hugo Chávez, referencia ineludible de las luchas emancipatorias de nuestro continente y nuestro tiempo. Desde los colectivos de comunicación ContrahegemoníaWeb y Tramas.ar buscamos mantener viva su memoria no solo porque todo luchador y luchadora debe permanecer en la inteligencia colectiva de nuestro pueblo, sino porque creemos que la Revolución Bolivariana, aun en la fase de retroceso en la que se encuentra, posee un legado vigente y de gran potencialidad para los procesos de lucha, liberación y transición sistémica tan necesaria para superar la crisis estructural que vivimos. Y es por ello justamente que los medios y voceros del poder hegemónico occidental realizan tan ingentes esfuerzos en denostar al comandante venezolano. En tiempos donde pocos están dispuestos a valorar su legado públicamente, entendemos que un objetivo de la militancia y la comunicación desde abajo consiste en reivindicar el rol de Chávez como una de las piezas fundamentales del engranaje de la rica historia de organización, articulación y disputa popular de Nuestraamérica. Publicamos así una serie de notas en ambos portales que esperamos aporten nuestro granito de arena para tan urgente y necesaria tarea.

Un 4 de febrero de 1992, hace 31 años, se hizo presente en las pantallas del país y desde allí, siendo catalizador y articulador de viejas y nuevas luchas del pueblo, partió en dos la historia contemporánea de la patria, por eso, un 2 de febrero de 1999, hace 24 años, asumía la presidencia de la República. Allí permanecía, luego de varias ratificaciones, ese 5 de marzo de 2003, hace 10 años, cuando se quedó entre nosotros y nosotras para siempre.

Desde ese día, nos ha tocado apreciarlo, criticarlo, reafirmarlo y amarlo, desde una distinta presencia se instala en el andar diario, porque Chávez, así cuando llego, y lo cambio todo, cuando entre millones lo sembramos, también marco un nuevo quiebre en la dinámica del país. Desde ese día hemos tenido una intensa lucha como pueblo, en la que siempre se presenta de alguna manera, como siempre, satanizado por el enemigo, aunque también como eslogan vacío, como figura decorativa, y cada vez con mayor frecuencia, como referencia incómoda para algunos, pero asimismo se alza, como ejemplo y guía.

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Para ser honestos, la cuenta de lucha del pueblo es bastante más larga, pero en estos diez años hemos padecido de forma intensificada diversos ataques, algunos ya conocidos y maximizados, otros ya aplicados a países hermanos, adaptadas a las especificidades de lo que fue nuestra realidad, golpeando donde dolía a nuestra economía, con un duro bloqueo a PDVSA y a diversas instituciones del país, muchas de ellas necesarias para conectarnos con las relaciones globales de nuestro comercio.

Las medidas coercitivas unilaterales ilegales, tomadas por el gobierno estadounidense contra el país, han trastocado todas las circunstancias que definen nuestras vidas, allí muchas de las causas de nuestro duro padecimiento, aunque solo eso no explica todo, y decirlo no solo es necesario, sino que es obligatorio para evaluar y decidir sobre lo que toca hacer para dar una respuesta revolucionaria a los ataques, generando políticas coherentes, y corregir los errores.

Justo, es decir, que lo que toca corregir, en muchos casos, viene de lejos, como problemas estructurales del modelo que se planteó superar la Revolución Bolivariana, que tuvo sus logros, pero no triunfos irreversibles en lo que el capital imponía. Basta con ver las autocríticas que el mismo Comandante realizó en los actos de su última campaña presidencial, y por supuesto, en lo que expreso en el Golpe de Timón[i], para dejar en claro algunas de las limitaciones, peligros y tareas que debían ser abordadas en el mismo 2012.   

Tareas que con su ida se fueron posponiendo, o asumiendo con las limitaciones que la lucha política imponía, entre necesidades de rearme político, guarimbas, emigración, hiperinflación, intentos de magnicidios, y articulación internacional de la derecha para imponer un gobierno títere, con todas las opciones sobre la mesa. También se fue dando el caso de ver acciones de gobierno distintas a las inicialmente planteadas, expresiones concretas del desarrollo de las contradicciones que siempre han existido dentro de la diversidad de clase del chavismo, ahora sin el sujeto articulador y que daba la impronta que caracterizo al proceso bolivariano en sus inicios.

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Todo ello, y muchísimo más, nos trajo aquí, a 10 años de un suceso que detono procesos que nos tienen en otra Venezuela, con fuertes dolores que tendremos que superar, con duras condiciones que nos interpelan, con un proyecto estratégico que se difumina, o gira, o como algunos dicen, se reinventa y actualiza, con correcciones tácticas de carácter coyuntural, pero independientemente de cómo se caracterice, toca decir que su accionar consolida las bases de la desigualdad, y construye referentes y precedentes, que distan de las que construía la Revolución Bolivariana.

Con todo y ese complicado marco, al día de hoy, el 67% de los venezolanos tienen una evaluación positiva de lo que hizo el Comandante Chávez “por el bienestar del país”[ii], una popularidad que envidia cualquier político, muy lejos está de cualquiera que haya tenido alguna función de gobierno, tanto entre la oposición, como afines al gobierno.

Pero, ¿que significara esa popularidad? ¿cómo vemos a Chávez hoy?, y, sobre todo, ¿Cómo nos sirve para la lucha?, sin duda hay una mirada de nostalgia, del todo pasado fue mejor, de la necesidad de su liderazgo, “si viviera, estaría haciendo otra cosa”.

Postura que en ocasiones busca ser minimizada por sectores del mismo gobierno, que sostienen que mucho de lo que se hizo, fue “por tener el petróleo a 100 dólares”, negando las evidencias que afirman lo contrario[iii], y sobre todo, los esfuerzos para avanzar sobre una política que buscaba armar un bloque histórico para hacer una revolución socialista, a la bolivariana.

Chávez, también se presenta en muchos y muchas como un dedo acusador, como una señal que apunta todo lo malo, útil para dar las batallas que no somos capaces de dar, ya sea, por nuestras limitaciones, fragmentación, o por las temidas consecuencias, las cuales pueden tener un amplio espectro, algunas que terminan en acciones inaceptables para cualquier revolución[iv].

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Y allí, tenemos la obligación de reconocerlo como punto de apoyo y no como muleta, como arma y no como escudo, como sujeto que nos convocó a construir un proyecto, el que asumimos como propio, alejado de la perfección, pero cercano a las mayorías, las que aún, luego de 10 años, le reconoce, en claves que planteo desde el primer momento: construcción de una democracia plena, participativa y protagónica, asumiendo que no existe, sino parte de darle poder al pueblo pobre, y que debe ser integral. Se democratiza lo político, lo económico, lo social y lo cultural, en caso contrario, solo es privilegio de algunos.

Democracia que se defiende desde un Estado de Derecho y de Justicia, que transita hacia la construcción del socialismo y la hegemonía de la propiedad social[v], del desarrollo de lo comunal, del Estado Comunal[vi], que, además se sostiene desde la reivindicación de nuestra historia de lucha por nuestra liberación y defensa de la soberanía. Con Bolívar como padre, que aún tiene mucho que hacer por la unidad latinoamericana, impulsada por el Comandante con una nueva arquitectura institucional que debe ser rescatada para tener un papel fundamental en la construcción, ahora mucho más urgente, del mundo multipolar, el que trata de impedir el imperio, con sus guerras, sanciones y conspiraciones.

Por ello, a los que nos piden resignación, sacrificios y normalizar la instalación de mecanismos que justifican la desigualdad[vii], les decimos que Chávez está presente, que su proyecto, que es el nuestro y tiene vigencia, que reconocemos los ataques y peligros, pero que reafirmamos al pueblo pobre como centro del esfuerzo revolucionario, no como beneficiario, sino como motor de los cambios.

Es la Revolución Bolivariana que defenderemos por siempre, y que tiene al Comandante como ejemplo, de que, incluso en las peores condiciones, con el pueblo y con el proyecto estratégico, se la jugaba. Así está aquí, presente.


[i] Golpe de Timón: guía para la construcción del Socialismo que Chávez nos encomendó. Gerardo Rojas. 16/10/2016. Ver: https://n9.cl/gf9bp

[ii] Según encuesta de Datanalisis, empresa históricamente vinculada al sector de oposición en el país, realizada a finales de 2022. Ver: https://n9.cl/4x8cx

[iii] El mito de Chávez y el petróleo a 100, Luis Salas. 15/06/2016. Ver:https://n9.cl/8hfcu

[iv] Comunicado: 3 años de la injusticia contra Aryenis y Alfredo, aún privados de libertad por el Estado corrupto. 28/02/2023. Ver: https://n9.cl/sj9gx

[v] [CHÁVEZ RADICAL] «Debe imponerse la hegemonía de la Propiedad Social». TatuyTv. Ver: https://n9.cl/wee50y

[vi] [CHÁVEZ RADICAL] «Hacia la conformación de un Estado Comunal». TatuyTv. Ver: https://n9.cl/6wtn7

[vii] Desigualdad. Gerardo Rojas. 03/08/2022. Ver: https://n9.cl/nqzct

Gerardo Rojas, 01 03 2023

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