Mónica Baltodano fue comandante de la última revolución armada en América Latina. Escribió “Memorias de la lucha sandinista”, una obra de cuatro tomos donde recogió testimonios de muchos de los protagonistas de la Revolución Popular Sandinista. Enfrentada al régimen dictatorial de Daniel ortega, pasó de ser una guerrillera heroica a una perseguida política empujada al exilio. En su paso por Argentina hablamos de la actualidad de Nicaragua, la violación a los derechos humanos y la importancia de la lucha por la libertad en las tierras que alguna vez fueron la esperanza de un nuevo tiempo para toda la humanidad.
-A veces nos cuesta a la distancia entender como se fue produciendo el proceso de descomposición del gobierno nicaragüense, donde hoy vemos muchísimos compañeros presos, a una sociedad prácticamente militarizada en su vida cotidiana, sin dejar pasar el alto nivel de corrupción del régimen y el abandono de las banderas históricas de liberación del sandinismo. ¿Cómo se puede entender?
-Yo lo que te puedo decir es que Daniel Ortega mostró claramente desde los primeros años de los ´90 una decisión casi obsesiva de control y de poder, que comenzó con el Frente Sandinista, pasó por el control de las organizaciones populares, terminó por no importarle los medios, no importan los medios con tal de conseguir llegar al gobierno. Para eso también pactó con Arnoldo Alemán que era un presidente súper corrupto, un pacto de contenido mafioso y ya una vez con ese pacto avanzó rápidamente sobre las propias instituciones y la institucionalidad que se había construido con mucho sacrificio. Todo está prácticamente copado por una lógica de control. Así que cuando llega al gobierno, el revolucionario ya no existía, porque es un caudillo que usando todos los medios va por la presidencia y desde ahí a perpetuarse y eso es lo que ha mostrado claramente en todo su tránsito, y ahora bien para qué, ya para entonces ya se había convertido en un capitalista y responsable del control de riqueza, no solamente para él, sino para su familia. Se le vuelve indispensable controlar el Estado porque no es un capital independiente del Estado, sino que esta vinculado directamente al manejo de recursos que de alguna manera eran para la gente, como la cooperación venezolana que fue privatizada completamente.
-¿Cuál fue el nivel de tensiones, resistencias y contradicciones al interior del sandinismo cuando se produjo este proceso?
-Desde el primer momento hubo contradicciones. Al principio el fenómeno llamado “La Piñata” tensionó con un sector del sandinismo que estaba encabezado por Fernando Cardenal y Ernesto Cardenal, quienes consideraban que esas apropiaciones privadas de bienes que habían sido estatizados al impulso de la revolución no eran correctas. Pero en el año ´95 surge la primera ruptura con la formación del Movimiento Renovador Sandinista, está ruptura estaba emparejada a la demanda sobre todo de democracia, la democracia interna y después en el ´99 cuando se da el pacto hay otra gran ruptura donde muchos de los que no compartimos ese pacto, e incluso algunos siendo diputados como yo votamos contra las reformas constitucionales. Y eso pues nos significo una exclusión de todos los órgano del Frente Sandinista, pero después vino otra ruptura en el 2005 cuando cerró todas las posibilidades de elecciones primarias para escoger al candidato, porque se le presento un candidato que aspiraba a ocupar el cargo de candidato a la presidencia por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), es el caso de Herty Lewites, entonces ahí en vez de abrir la democracia y restituir las primarias, lo que hace fue reprimir. Reprimieron a todo el movimiento que respaldaba a Herty Lewites con expulsiones, pero también con actos agresivos como pedradas y rajados de cabeza en vez de más democracia. Lo que usó fue la represión interna. Así que a lo largo de todo este tiempo han habido distintas rupturas y yo sostengo que la más grande ha sido la que se dio precisamente por la represión del 2018 donde sectores que lo habían estado respaldando, sobre todo sectores juveniles, no estuvieron de acuerdo y se sumaron más bien a la sublevación contra Ortega y por eso somos miles de sandinistas que estamos en contra de la dictadura Orteguista.

–Entiendo que es el momento donde a partir de las desapariciones y los asesinatos fundamentalmente de estudiantes surge la “Asociación de Madres de Abril”, inspirada en las Madres de Plaza de Mayo de Argentina.
-Si, en el 2018 en unas manifestaciones que se dieron en el marco de reformas neoliberales a la seguridad social, provocaron una protesta de ancianos, los ancianos fueron heridos con grupos de choque, fueron agredidos y ahí se involucro el movimiento estudiantil de manera que se tomaron las universidades y comenzaron los primeros actos represivos, fueron en breve tiempo, ya llevaban más de 100 muertos y eso provocó el levantamiento de barricadas, tanques en las carreteras y entonces las Madres el 30 de mayo que es el “Día Nacional de las Madres Nicaragüenses”, marchamos, hicimos una marcha que fue la más grande que hemos conocido hasta ahora, se calcula que marchamos medio millón de nicaragüenses y hubo también asesinados, 18 personas murieron ese día y entonces de ahí, ya había surgido la “Asociación Madres de Abril”, qué tiene que ver con los hijos y los jóvenes que fueron asesinados en esas jornadas que comenzaron en abril, pero que realmente se prolongaron durante varios meses llegando a totalizar una suma de 355 asesinados, 2000 heridos, 800 capturados, muchachas violadas, muchachos agredidos sexualmente y todo tipo de delitos que fueron catalogados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como crímenes de lesa humanidad, porque fueron siguiendo un patrón, no fueron al azar, siguieron un patrón claramente represivo que fue establecido por los organismos de derechos humanos no solo este, sino también Amnistía Internacional y que han sido ratificados en el reciente informe que presentó un grupo experto de las Naciones Unidas ante el Consejo de Derechos Humanos reunido en Ginebra el mes pasado, todos esos crímenes fueron ratificados y se considera que Rosario Murillo y Daniel Ortega dieron órdenes precisas para que estos crímenes se cometieran y ya están ellos señalados. Ahora falta que se siga investigando y por eso, el consejo de Derechos Humanos le otorgó a este grupo 2 años más de trabajo para poder establecer la cadena de responsabilidades, tanto de jefes policiales como paramilitares que fueron responsables directos de toda esta matanza.
-¿Se ha logrado establecer que cantidad de presos políticos existen en Nicaragua en este momento?
-En el 2021 hubo unas grandes redadas que llegaron a totalizar más de 300 presos políticos. El 9 de febrero fueron liberados después de muchas jornadas de presión, fueron liberados 222 y puestos en un avión y enviados al destierro, montados hacia Estados Unidos y de inmediato también procedieron a quitarle la nacionalidad, después que le quitaron la nacionalidad a otros 94 opositores entre los cuales me encuentro, pero todavía quedaron 37 presos más, un sacerdote que no se quiso ir, el obispo Rolando Álvarez, y ya en estos días en Semana Santa hubieron nuevas capturas y ahora hay nuevos criminalizados, de manera que la cifra de 37 ya ha sido elevada por lo menos a más de 40 en este momento.
-Quisiera preguntarte cómo viviste personalmente la quita de las nacionalidades ¿como lo viviste en términos subjetivos porque es algo que va más allá de lo legal y que tiene que ver con la propia identidad?
-Sinceramente nos sorprendió porque el quitar la nacionalidad, no está en el ordenamiento jurídico nacional, el artículo 20 de la Constitución dice que a ningún nacional de Nicaragua se le puede quitar la nacionalidad y tampoco está en el ordenamiento jurídico internacional que pueda existir una pena que lleve al extremo de declarar apátrida a una persona solo por pensar diferente o por razones de carácter político, por ninguna razón, de manera que ya hay expertos que han calificado esta medida de quitarnos la nacionalidad a 317 nicaragüense, como crimen también de lesa humanidad, que está totalmente reñido con todo el ordenamiento jurídico internacional, que más bien tiene convenios internacionales y tratados que protegen a los niños de la patridia, pero es un caso completamente atípico porque ya no se estila en el mundo moderno y en el siglo XXI que un gobierno le pueda quitar la nacionalidad a nadie, entonces si nos sorprendió y nos dejan en una situación brutal que va acompañada además de la confiscación de todos nuestros bienes, adicionalmente va acompañada de no pago de nuestras pensiones de jubilación a los que estamos jubilados y que además ha sido acompañada de borrarnos del registro como que si nunca hubiéramos existido en Nicaragua, congelar las cuentas, las tarjetas de crédito y literalmente hacernos como desaparecer, como que nunca hemos existido en Nicaragua, lo cual es de una brutalidad tal que todas las naciones del mundo se tuvieron que pronunciar y en particular en América Latina, no solamente rechazando esta medida tan brutal , sino que ofreciendo nacionalidad para los desterrados.
-¿Y vos que vas a hacer?
Yo, nosotros, estamos en Costa Rica en calidad de refugio y estamos analizando a qué nacionalidad nos vamos a acoger, porque se necesita una nacionalidad para poder tener pasaporte, para poder tener un documento mucho más fuerte que el que actualmente tenemos que es un documento de viaje de refugiado que tiene muchos inconvenientes.
-Muchas gracias Mónica.
-A la orden.
La entrevista se realizó previo a una conferencia que Mónica Baltodano dictó el 2 de mayo de 2023 en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de La Plata, organizada por Mujeres Feministas del Abya Yala, Pañuelos en Rebeldía, Colectivo Feminista Las Azucenas, Coordinadora Migrante, Colectivo de Comunicación Contrahegemonia Web, Corriente Social y Política Marabunta y el Frente Popular Darío Santillán Corriente Plurinacional.