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psicología social

Pichón Rivière en tiempos de telemarketing

Se presenta en las librerías del país “La praxis de la psicología social. Grupos, organizaciones, colectivos sociales, sociedad”, de Carlos Martínez. Un trabajo cuyo objetivo es actualizar muchas de los temas de nuestro campo de estudio, con el respaldo de décadas de trabajo científico y militante en el mundo del trabajo y ofreciendo nuevas metodologías de abordajes de las problemáticas psicosociales. El prólogo escrito por Vicente Zito Lema lo describe como “un libro destinado a provocar un verdadero acontecimiento en el fértil campo de la psicología social. Cabeza fría y corazón caliente, decía un gran pensador desde la cárcel. En ese camino va este libro que deja huella en el universo de la psicología social”.

A continuación, compartimos algunos pasajes de su introducción.

“Anoche pensaba que hoy iba a escribir la introducción de mi libro, un momento donde la reflexión para pulsar el teclado para plasmar una idea, está atravesada por sentimientos y deseos. En términos generales la intención es la de proponer nuevas formas de intervención a partir de la profundización de nuestro marco teórico, nuevas miradas, de nuestra disciplina que contribuya a abordar y transformar el sufrimiento social. Es necesario dar cuenta de formulaciones y formas de abordajes a las nuevas realidades sociales, los nuevos procesos subjetivos, las relaciones de poder. No podemos pedir o esperar que los desarrollos del Dr. Pichón-Rivière de cuenta de estas nuevas realidades. Tenemos que atrevernos a pensar por nosotros mismos sabiendo de dónde venimos y crear nuevos horizontes conceptuales. En este caso, será a partir de la formulación praxis-teoría-praxis, que también es una forma para que la disciplina no nos discipline.

Cuando decimos praxis, es imprescindible partir de una crítica a las condiciones concretas de existencia que devienen en deshumanización. Por eso la praxis es indisoluble de la idea de cambio. La praxis es la actividad esencial de los sujetos, quienes producen la realidad y se producen a sí mismos. Desde nuestra disciplina la praxis está direccionada a la transformación y en ese sentido, el trabajo y la creatividad son los caminos más contundentes para abordar y enfrentar la realidad y modificarla. Innumerables autores de diversas ciencias e ideologías coinciden en que el trabajo es lo que define a hombres y mujeres. Y es en ese ámbito, el de la productividad y la creatividad, que se le puede dar sentido a la idea de utopía, ya no solo como un objetivo a lograr que nos lleva a seguir transitando en una dirección, también como la construcción de una praxis productiva y colectiva que transforme las formas de acumulación, aprendizaje y cooperación.

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¿Otra causa? Está relacionada con una moda de este momento histórico, la búsqueda de soluciones rápidas a situaciones complejas. La misma se basa en la creencia de que resolver es encontrar consejos, sugerencias, recomendaciones o pareceres, ahora denominados tips. La ilusión de encontrar respuestas, oscurece el hecho de que solo se puede resolver a partir de un abordaje complejo, que incluya las particularidades de cada intervención en el marco de un dispositivo profesional. En todos los casos significa ponerse en posición de aprendizaje, asignarle al otro una experiencia, un saber. “Ni método, ni reglas, ni recetas, tan sólo una larga preparación.(Deleuze)

Estas páginas tienen como finalidad compartir una forma de abordaje, un método “praxis-teoría-praxis”, evitando preconceptos teóricos rígidos, que dificultan ver y comprender los sucesos, las dinámicas y las racionalidades dominantes. Si partimos de nuestro marco teórico como elemento defensivo, buscando interpretar, ponerle nombre, etiquetar todo lo que sucede, corremos el riesgo de no poder comprender el orden que existe dentro de algo que consideramos caótico. Es crítico no perder de vista la concepción de sujeto desde la cual intervenimos, las relaciones de producción, en especial la tensión y cómo se ponen en juego el derecho al trabajo y el derecho a la propiedad. En ese sentido abordamos dos ejes centrales tanto para el diagnóstico, la intervención y la propia posición del agente de cambio: una es el registro de su perspectiva ideológica, la otra el reconocerse como sujeto político. Es en ese sentido que he abordado la ideología en los grupos, las organizaciones y la sociedad y la interrelación entre psicología social y política. La exclusión y la inestabilidad laboral pone en escena con más crueldad la lucha por tener trabajo. En esa instancia, ese hecho de violencia se podrá abordar si analizamos los actores, las causa, el contexto y las condiciones de producción, ya que negar aquello que origina la violencia es una forma más de violencia. 

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Nuestra disciplina se diferencia de otras por la posibilidad de poder observar y diagnosticar diversos escenarios simultáneamente. El de los sujetos, el de los grupos y equipos, de la organización donde están inscriptos, del atravesamiento del contexto, y del ámbito sociopolítico. En ese sentido, abordaremos la posición del agente de cambio, sus escenas deseadas y temidas, la tensión entre neutralidad y abstinencia, y el problema del poder en la intervención psicosocial.

Finalizaremos con el eje central de este libro haciendo foco como su título lo enuncia pensando, conceptualizando y futurando la praxis de la psicología social. Para esto es crítico comprender previamente las características de la cultura de ese grupo u organización y cuáles son los conflictos que se presentan, para darle sentido a esa intención de transformación. Entendemos entonces, a la táctica operacional como resultado de un diagnóstico que incluye el proceso de objetividad creciente, que problematiza qué es incluir el contexto. La intervención tiene el propósito de direccionar a los sujetos con la finalidad de que puedan construir la ausencia, generar demora grupal y dar cuenta del sufrimiento.

Esta etapa del capitalismo significa un nuevo orden de desigualdad que requiere, de parte de aquellos comprometidos con una sociedad más justa y humana, un fuerte compromiso, y no convalidación y consenso. Las nuevas condiciones de vida configuran nuevas formas de agrupamientos, de relaciones laborales y de proyectos individuales y sociales. Nuestro desafío es dar cuenta de ello; nuestra disciplina está en condiciones de hacer importantes aportes en ese sentido, acompañando a los sujetos en la búsqueda de los caminos de construcción de grupos, organizaciones, colectivos sociales que alberguen el carácter, la convicción y las certezas necesarias para tal fin”.

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Carlos Martínez es Psicólogo Social (Técnico Superior en Psicología Social). Director de Confluencia Psicosocial y de la Intervención Psicosocial en las Organizaciones del mundo del trabajo. Fundador de la Universidad de los Trabajadores y autor también de “Psicología Social en las Organizaciones” Lugar Editorial 2010.

Los invitamos a la presentación del libro:

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