Ya tuvieron lugar dos debates presidenciales obligatorios previstos en el diseño electoral. Contrariando el ánimo general que mostraba a una sociedad desinteresada y muy alejada de la política, como lo demostró el aumento del ausentismo en las PASO, los debates batieron récord de audiencia y visualizaciones (45 y 39 respectivamente).
A priori el escenario de tres tercios surgido de las primarias centraba la atención en los tres primeros candidatos y dejaba como figuras decorativas a los otros dos. Sin embargo del balance de ambos encuentros, particularmente del primero, emerge con fuerza propia la figura de Miryam Bregman, candidata del FIT-U, lo que contrasta con su escasa intención de voto. Más allá de ganadores y perdedores todos los analistas coinciden en que “La Rusa” como la llaman en su partido (PTS) fue la figura destacada de los dos encuentros, que supo ganarse un espacio propio en un debate de tres, donde sobraban otros dos candidatos.
Señalan la frescura de sus intervenciones, su espontaneidad, que contrastó con la rigidez guionada de los otros candidatos, su picardía para elegir y graduar los momentos de apretar el botón rojo – derecho a réplica- con lo que en los dos debates participó en todos los bloques. Y fundamentalmente la convicción para enfrentar a los otros participantes, especialmente a la derecha.
El inicio del segundo debate marcó diferencias que se mantendrían en los distintos bloques en las dos horas del evento: mientras Myriam Bregman se solidarizó con todas las víctimas y planteó la responsabilidad de la política expansionista de Israel y su apartheid el resto de los candidatos se alineó rápidamente con el occidente hegemonizado por EEUU. Esto le ha costado agravios e insultos y amenaza de todo tipo. Particularmente aquí en la comuna 15.
Buscando descalificarla no fueron pocos los que, destacando ciertas virtudes, no dejaron de señalar que en realidad “No tenía nada que perder”. Más aún tanto un calificado periodista del kirchnerismo (Aliverti) o el mejor analista de la derecha local (Pagni) coincidieron en que era una hábil debatidora, claro que propio de una “estudiantina universitaria”. Producto de su formación trotskista, “que todo lo discuten en asamblea”.
Ocultaban así que Bregman es propietaria de una cultura política al servicio de la lucha social, de la que carecen los otros candidatos. En algunos cenáculos peronistas progres se lamentaban de que no formara parte, o no tuviera alianzas con ellos, como desconociendo que el componente esencial de su pensamiento, y del FIT-U, es el anticapitalismo. La necesidad de cambiar de raíz este régimen de explotación y de sumisión al imperialismo, no debe impedir ciertas alianzas coyunturales, que en determinadas circunstancias son necesarias, pero teniendo en claro que no pueden estar al servicio de administrar la crisis del capitalismo.
Pero “La Rusa” no sale de cualquier lado. No es solo una personalidad que tiene pensamiento propio, que sí lo tiene. La actual diputada nacional y candidata a la presidencia de la Nación es una militante formada en varias décadas de partido. Es allí donde se forjaron sus convicciones y su cultura política y es allí donde discute y enriquece -con un equipo de trabajo pero también con un oído en la calle-los ejes de su intervención en la campaña y en estos debates. Es una personalidad política que se ha destacado en la defensa de los DDHH y de las mujeres, justamente dos de los movimientos sociales más activos en estos tiempos. Que ha tenido fuertes intervenciones en los debates parlamentarios. Que mantiene una presencia solidaria en las luchas del movimiento obrero, de los sectores populares, contra el FMI y por el no pago de la deuda, puntos estos que comparte con el resto de los dirigentes y candidatos de los partidos que integran el FIT-U. Es el conjunto de estas cuestiones fundantes las que la separan como un abismo del resto de los candidatos y de sus propuestas más generales. Y claro que es una figura política que va más allá de su partido y del propio FIT-U.
En este coyuntura electoral se enfrenta a un “voto defensivo”* frente al ascenso de la derecha más radical y los peligros que implica. Derecha que busca modificar las relaciones de fuerzas en el país. También tiene muy claro que si la izquierda avanzo “es porque avanzó la organización y la movilización popular” como lo recogió en un artículo una periodista de Pág.12. Probablemente sus respuestas resulten insuficientes para los tiempos que vienen que seguramente exigirán propuestas más concretas y un horizonte más definido con un proyecto de país, que no se logra solo afirmando ser socialista y partidaria de la planificación económica. Pero esto en nada invalida su participación destacada en los debates.
Si hasta ahora, según dichos de ella misma, no era conocida en distintas regiones del país, con estos debates y estas transmisiones televisivas de alcance masivo su figura y la izquierda anticapitalista que expresa el FIT-U han más que multiplicado su llegada a “mucha gente”. “Durante dos horas estuvimos en igualdad de condiciones” con los otros candidatos han dicho dirigentes de su espacio, y no es poco.
El Observatorio Pulsar de la UBA acaba de difundir los resultados de algunos focus groups realizados ayer que muestran que Bregman y Schiaretti lograron un impacto mayor que sus rivales entre los indecisos ya que “lograron romper la polarización y dialogar con diferentes segmentos de votantes”.
El desafío que se le presentará de aquí en mas a Bregman y al FIT-U es como llegar a esa “muchas gente”, para lo cual deberá revisar su política de alianzas y sobre todo discutir como ampliarlo y transformarlo en algo más que un frente electoral.
Estamos asistiendo a un cambio de ciclo en lo económico y político, y esto se expresará también en las representaciones políticas. Veremos cómo esta reconfiguración se expresará también al interior del FIT-U y en el resto de las izquierdas. No descartaría que los debates hayan abierto la posibilidad concreta que “La Rusa” emerja como la líder de ese espacio y más allá también por varios años para adelante..
EL. 9.10.2023
* Para quien suscribe, este posicionamiento defensivo es por demás entendible, no lo descalifico, sí planteo que debe complementarse con el voto a los diputados de izquierda para fortalecer su bancada, previendo un futuro no lejano en que la lucha se dará en las calles y también en el parlamento.
Nota bene: acabo de escuchar su intervención hoy en el parlamento sobre el macartismo y el intento de acallar la vos de la izquierda. Vale escucharlo, es excelente y conmovedora la convicción con que interviene.