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Apuntes sobre socialismo desde abajo y poder popular

MIRADAS

En estas coyunturas difíciles, complejas y, a veces, inentendibles como son los momentos electorales, desde las organizaciones, movimientos y colectivas seguimos intercambiando miradas, sensaciones y sentimientos.

Aunque no queramos, aunque nos cansen con consignas desgastadas, con roscas politiqueras, con pocas ganas; en estas elecciones presidenciales con cinco fórmulas, las que construimos históricamente desde abajo y a la izquierda acompañamos la candidatura de Myriam Bregman porque las propuestas del Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad nos espejaba con lo mismo que nosotrxs  tratamos de construir en la cotidianidad y en los territorios de las luchas.

Tener presencia desde la izquierda en algunas instituciones “democráticas” como el Congreso y los Concejos Delibertantes, es una forma de visibilizar nuestros gritos conscientes, organizados, coherentes contra los sistemas capitalistas, patriarcales, racistas, extractivistas de los territorios.

Escuchamos a candidatxs de izquierda defendiendo la lucha por los derechos humanos, homenajeando los 30 mil, recordando el dolor que nos sigue produciendo la segunda desaparición de Jorge Julio López, la alegría cuando aparece un pibe secuestrado por apropiadores de la dictadura genocida.

Ahora, luego de pasado ese lapsus de pasión, alegría y ganas de ir a votar la lista completa del FITU; nos llega la realidad de dos representantes de las mierdas politiqueras que, encima, hay que elegir y explicar, como un mantra, que no son los mismo: el Ministro de Economía, Sergio Massa, y el proyecto del gatito mimoso del poder económico de Javier Milei.

¿Por qué será que siempre los medios, les amigues asustades, nos obligan a explicar lo que ya estaría explicado con nuestras historias y genealogías de compañerxs organizadxs en movimientos y colectivas que siguen luchando por revoluciones, sociedades feministas y socialistas, construidas desde abajo?

Este ballotage me hace acordar un juego cruel que hacíamos en mi pueblo cuando era niña: “¿Querés morir ahorcado o degollado?”

Queda claro que no vamos a hacer proselitismo ni vamos armar alguna grieta con nuestrxs cumpas organizadxs o no,  que votan a Massa por miedo o por lo que sea.

Pero sí vamos a plantear acuerdos colectivos desde las organizaciones populares: tenemos derechos adquiridos en largos años de presencias activas en todas las formas que hemos definido colectivamente, para resistir a tantas basuras capitalistas y patriarcales.

Ojalá que esos votos que apoyen al actual Ministro de Economía, que podríamos definir como defensivo, sea con las menores ilusiones posibles, porque a mayor expectativa se producen mayores depresiones, bajones individuales y colectivos, y eso no esta bueno.  Porque si queremos construir mundos mejores, tenemos que estar empoderadxs, tener proyectos, ganas, sueños, etc.

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¿Cuáles son los desafíos que tenemos los feminismos, transfeminismos populares, los movimientos populares  antirracistas con ganas de cambiarlo todo?

Venimos de un fin de semana pre-electoral, de Furilofche, del 36 Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales e Identidades no binaries. Y me voy a detener para analizar los desafíos de esos tres días que son como unas fotografías, unos videos cortos de todas las luchas feministas, transfeministas, pluri internacionalistas.

Se ha escrito largo y tendido sobre el Encuentro. Vimos a las cumpas mapuches, a la Machi  Betiana abrazadas y mirándose de igual a igual con las compas del Malón, con luchadoras internacionalistas de diversos territorios, de feministas kurdas, en defensa de los territorios palestinos contra ocupaciones y genocidios, de feministas comunitarias de Bolivia, Guatemala, Honduras, de trabajadoras domesticas migrantes viviendo y soportando sistemas racistas en  Madrid. Un popurrí de luchadoras/es que nos encontramos en territorio mapuche, interpelando al ADN racista de la conformación de los estados nacionales.

En ese marco, las feministas, transfeministas, luchadoras internacionalistas, pudimos debatir, reflexionar de todo en los más de 100 talleres de debate.

En la Asamblea de Feministas del Abya Yala se pudieron expresar todas nuestras luchas, certezas y desafíos: desde recordar los 20 años del surgimiento de los feminismos piqueteros subiendo al Puente Pueyrredon, hasta los femicidios laborales como el de Laura Iglesias, y los gritos contra las dictaduras reafirmando que son 30 mil y fue genocidio. Homenajeamos a las Madres y Abuelas, denunciamos los extractivismos de los territorios y los cuerpos, nos emocionamos con los testimonios de los pueblos originarios, de la participaciones de cumpas travestis y no binaries, nos reconocimos en los feminismos campesinos, comunitarios, en redes informales, por mencionar a algunos de los testimonios que nos emocionaron, nos sentimos partes, descubrimos, nos solidarizamos gritando, aplaudiendo, bailando, escuchando en silencios ceremonias ancestrales.

Una novedad entre de los encuentros plurinacionales tiene que ver con las preocupaciones como movimientos feministas, territoriales, estudiantiles, sindicales, de derechos humanos: en estos últimos años ha aparecido el tema del fascismo.

Seguramente habrá diversos registros y precisiones sobre qué es el fascismo. Si las experiencias internacionales de derechas son neofascismo o simplemente posiciones de derechas, patronales, empresariales, con lo peor de las iglesias. Pero no es motivo de esta nota precisar conceptos,  está claro que en idioma compañero se entiende lo que dice.

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Por eso hubo varios talleres de cuestionamiento al fascismo, una asamblea antifascista. Estuvimos en uno de esos. Fue muy llamativa la cantidad de pibada que había. Muchas de ellas eran afines al peronismo, a La Cámpora o Kirchneristas en sus diversas expresiones.

Muchos de esos análisis que quiero compartir con ustedes eran muy coyunturales; fotográficos, de miedos a los Mileis como aparición de fascismo con apoyo popular -o, por lo menos, electoral- al sacar más del 30% de los votos en primera vuelta.

Esta mixtura que hay en los Encuentros es la misma que existe en nuestras organizaciones y colectivas; esa heterogeneidad de clases, de edades, de experiencias, de lugares y orígenes diversos nos ayudan a entender algunos fenómenos sociales.

Por eso le pudimos dar una vuelta histórica y genealógica: en la asamblea antifascista recordamos otros avances de las derechas para bloquearnos nuestros derechos y nuestras ganas de construcciones populares desde abajo y a la izquierda. Y también las reafirmamos nuestras resistencias.  Llegamos a recordar que la Triple A, con apoyo estatal, perseguía a luchadores en la década del ’70 como ensayo a las dictaduras y al Plan Cóndor. También pudimos recordar, de una manera más cercana para la pibada, lo que fue el proceso por la lucha histórica por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, nuestras sexualidades, nuestros deseos que culminaron en la Marea Verde; pero sin dejar de acordarnos los ataques furibundos de derechas de manos de las iglesias y los pañuelos celestes.

Estas experiencias fascistas están presentes en la historia de las luchas y las volvimos a ver recientemente con los ataques racistas y extractivistas contra los pueblos originarios jujeños, mapuches, wichis, contra las asambleas en defensa de los territorios.

A veces adquieren formas más descaradas, como en los discursos negacionistas de los Mileis y Villarroel, pero muchas otras son sutiles y se enmascaran en constitucionalismos, en democracias en bancarrota, como bancar y pagar -sin chistar- la deuda externa fraudulenta e ilegitima en nombre del desarrollo, la sustentabilidad y el respeto a instituciones (de mierdas). A veces, también, toman la forma de empresarios, CEOs, apropiadores de riquezas, privatizadores, precarizadores que forman parte de los últimos gobiernos. Las experiencias fascistas coexistan con decisiones horribles que nos hacen vivir con infelicidades, corriendo por ganar mangos, soportando inflaciones y corridas cambiarias.

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Por eso, tenemos que confiar en nuestras propias fuerzas, romper con sectarismos, armar coordinaciones, articulaciones, paraguas de resguardos, construcciones populares que prefiguren son los desafíos populares permanentes  y prolongadas.

Y no somos marginales, nos somos pocas ni pocos: estamos. Nos vemos en el cuerpo de las setenta mil personas que habitaron Furilofche, en los cortes masivos de Jujuy, en los malones en defensa del litio y contra el extractivismo, en las asambleas y marchas en defensas de los mares contra las petroleras, en las construcciones antiburocráticas en los laburos, en los masivos 24 de marzo, 8 de marzo, en sentirnos contentas y que formamos parte de la misma lucha con las huelgas generales de mujeres y decencias no binaries en Islandia, en los actos en conmoración del derecho de vivir en paz en Chile, en las memorias activas de libertades de Trelew, las imprentas abiertas para rescatar luchas de la década del ´70, las multitudinarias marchas del Orgullo LGTTBIQ+. Si abrimos la posibilidad como lluvias de ideas saldrían muchos más ejemplos…

¡Viva para lxs que seguimos emocionándonos con sentires de luchas unificadas, lxs que seguimos teniendo el derecho a la autogestiones, a defendernos en forma colectiva, lxs que seguimos soñando!

Y como dijo John W .Coocke en 1961: “Saltando el cerco doméstico de las pequeñas cosas que todo lo nublan, el panorama de todas partes se aclara rápidamente y positivamente en el sentido de las revoluciones….”

 Participación de Celina Rodriguez Molina, Feminista del frente Popular Dario Santillan Corriente Plurinacional.  Integrante de la Catedra Libre Virginia Bolten. UNLP/ Feminista del Abya Yala,  en el Panel de la Red de redes de Educadorxs Populares. En Pañuelos en Rebeldía. Pompeya. Reflexionaron sobre desafíos de feminismos; transfeminismos; movimientos populares Internacionalistas Hernán Ouviña activista de izquierda. IEAlC; Myriam Villalba; activista paraguaya  de la Campaña”eran Niñas”; Raúl Godoy obrero de Zanon e integrante del FIT U; Kevin Poveda del Congreso de los Pueblos de Colombia cap argentino. Coordinación de Mar Korol y Aníbal Mosquera de Pañuelos en Rebeldía. Sábado 28 / 10 en Pompeya.Caba

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