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Apuntes sobre socialismo desde abajo y poder popular

Nos indignaron… Seguiremos luchando…

La plaza de la resistencia mostró abiertamente que no vamos a dejar avasallarnos con fallos inmorales  de la Corte Suprema de Justicia. Esta plaza demostró que este pueblo no olvida, no perdona y no se reconcilia. Es un triunfo de la unidad y del pueblo rompiendo el silencio. Nos indignaron”  Nora Cortiñas Madre de Plaza de Mayo línea fundadora.

Muchas cosas se han escrito en estos días, muchas fotos hemos visto, muchas sensaciones hemos tenido los/as que marchamos contra el 2 por 1, en Plaza de Mayo y en miles de lugares de nuestro país y en otros lugares como Barcelona y Madrid.

No hay mucho para agregar, más que seguir unidos/as frente a los atropellos.

 

Sin embargo, quiero permitirme reflexionar sobre  frases que se han ido repitiendo en estos últimos años y que se van volviendo sentido común, que sigue resonando:

“Nuestra clase media se derechizó”

“Los/as trabajadores/as no tienen memoria de todo lo que han ganado en años anteriores”

“Somos un pueblo que no sabe votar, lo engatusan los medios de comunicación”

“Son todos cómodos, quieren  que les den todo servido y no se  comprometen con militancia”

“Lástima que el proceso se cortó, porque había un juventud que hacia política y ahora volvemos a la apatía”

 

Desde que gano Macri esto se recrudeció, aparece en las charlas hogareñas o de café, pero se repite también, en mayor  o menor medida, en espacios más politizados o en el periodismo nacional y popular.

 

¿No habría que pensar algo más estructural, que explicara en forma tan lineal todo?

No habría que analizar más dialécticamente la realidad?

No habría que pensar, que políticas que no profundizan procesos de cambios, dan como resultado hastíos?

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¿No habría que pensar que tiene que ver con lógicas que surgen  desde las entrañas del monstruo que es la política partidaria capitalista?

 

Estas plazas con cientos de miles de personas movilizada es un ejemplo claro de que la lucha de los organismos de DDHH está vigente; que tienen la legitimidad de más de 40 años; que el rescate de varias generaciones que lucharon por un país mejor sigue estando en el subconsciente de nuestro pueblo, y que aparecen con fuerza, en situaciones de tanta indignación.

 

No es que se aprende en ese momento, está; y sale a relucir con fuerza, con bronca, con firmeza. Recordamos las leyes de impunidad, los indultos de los 80 y 90, las represiones. Aunque todos/as no hayan vivido esa porción de historia, o se tengan otras experiencias, esas herencias están en la historia del pueblo y se activan con la lucha.

Y esto que podría parecer un milagro, es resultado de activismos, militancias, aportes vivenciales, los juicios a los represores, la recuperación de los bebes apropiados, los miles testimonios de la valentía de las víctimas como es el caso paradigmático de Julio López; por mencionar algunas pocas.

 

Hubo encuestas que decían que más del 90% de la población no acuerda con el olvido, el perdón, la reconciliación. Por eso fue el cambio de posiciones del gobierno macrista.

Ahora sabemos que en nuestro país no pueden hacer cualquier cosa en relación a la impunidad a los genocidas.

 

 

Estas plazas ayudan a poner con claridad la legitimación que tienen las Madres, las abuelas, los organismos de DDHH, los 40 años de las rondas, las organizaciones políticas y sociales de izquierdas que están en la misma línea, las actualizaciones de los discursos de hablar de la defensa de los DDHH de hoy y ayer; las luchas contra el gatillo fácil, los femicidios, los abusos;  el cuestionamiento a Milani, a los proyecto X y a tantos ruegos por reconciliaciones de la cúpula de las iglesias.

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Estas plazas ponen también en cuestionamiento con claridad,  la falta de legitimidad de la iglesia católica, que días anteriores volvía hablar de reconciliaciones; a pesar de que el Papa sea argentino… Recordamos que también hubo mucha resistencia a cambiar el feriado del 24 de marzo, y se logró mantenerlo, en una coyuntura de un gobierno derechista que avanza día a día sobre los derechos más vitales.

Y aparecen otros resquemores positivos: se mira de reojo a los propios y extraños en la cámaras de diputados y senadores, quienes, cuando aparecen esos cuestionamiento, se juntan rápido  para defender sus privilegios. Sacan leyes que limitan leyes de impunidad, dan marcha atrás y se lavan las culpas de haber elegido, en componendas inter-partidarias, a esos supremos que atacaron la conciencia de los pueblos, sin imaginarse la reacción popular; porque ellos viven en sus nubes de politiquería barata.

 

Recordamos que, en otras coyunturas hubo un pueblo movilizado en el 2001 cuando De la Rúa declara el estado de sitio, recordamos la movilización popular del 2002 cuando asesinaron a los piqueteros Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, y quisieron  hacernos creer que había sido por enfrentamientos internos. Esta versión  fue promovida por el odioso diario Clarín, pero también por los funcionarios de turnos como Aníbal Fernández, que ahora se rasgan las vestiduras, tomando el rol de   paladín de la defensa de los DDHH, en una actitud oportunista al lado de algunas Madres.

Recordamos las históricas jornadas de indignación el 3 de junio de 2015 y las posteriores de “Ni una Menos” que es  bandera de lucha, como lo fue y lo es el Nunca Más;  recordamos el histórico paro internacional de mujeres este 8 de marzo, y las recientes movilizaciones por la defensa de la educación pública; por mencionar algunos hechos de memoria. En todos estos hechos la indignación  histórica, la salida a las calles fue la reacción del pueblo movilizado

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Como pueblo no comemos vidrio, nos sumamos con fuerza cuando los proyectos están legitimados por años de experiencias luchadoras, aunque no hayamos participado directamente.

Por esto es que esta indignación  movilizada,  está metida en nuestra sociedad,  y esto es la base para poder ser optimista en pensar proyectos liberadores, con futuro, con ganas y decisiones de cambios profundos.

 

Celina E Rodriguez Molina / espacio de genero del fpdscn

 

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